MADRID, 12 MAY. (Bolsamania.com/BMS) .- La herencia de un
sistema de negociación entre consultoras y Administración que de antemano proponían precios bajos que subían nada más empezar trabajar en las tierras, según informan fuentes cercanas a
El País. Fomento pagó 5.120 millones en
modificaciones y obras complementarias, aumentados por los 4.082 millones que supone la
revisión de precios que se realiza cuando una obra se termina y 900 millones más por el aumento de
terrenos expropiados. En total suman
10.102 millones gastados de más entre 2008 y 2014.
Leonardo Benatov, presidente de la consultora
Euroconsult, afirma que
“en el año 2000 nos volvimos locos. Tenía que estar todo para mañana. Se han hecho en seis meses proyectos que necesitarían un año para un estudio geológico serio”.
Con la obra adjudicada, la empresa constructora empezaba a
cambiar y modificar obras calificadas de complementarias porque, a veces, el Gobierno cambiaba de opinión. Otras veces los cambios los proponían las empresas y el Gobierno los aceptaban ya que en épocas de bonanza no querían parones en las obras.
Después venían las
revisiones de precios, con índices que permitían aumentar el coste si habían subido los precios del material. Hasta 2011 el sobrecoste máximo era del 20% en la obra más otro 10% en la liquidación. Un ley consiguió bajar ese presupuesto a un 10%, aunque la liquidación se mantuviera. Si más cierto es que el
Seopan (Observatorio de la construcción) insiste que las obras complementarias y revisiones no deben incluirse como sobrecostes.
La presión de Bruselas y la crisis ha aumentado el control de los sobrecostes. En 2013 las obras de Fomento costaron siete millones menos de lo previsto, con mucho menos volumen contratado como contrapartida. ADIF también valora con 15 puntos sobre 115 a quién renuncie a la revisión de precios. Pero acabar con los modificados es imposible ya que
“para eso tendría que haber un proyecto perefecto y eso es imposible”.
Por otro lado, el
presidente del Seopan, Julián Núñez, no niega que existan bajas en las adjudicaciones y plantea “Qué preferiría, addjudicar una obra por 100 y que acabase costando 110 o adjudicarla por 70 y que cueste 90? ¿Lo segundo, verdad? Pues eso es lo importante. El AVE a Barcelona salió por menos de 20 millones de euros el kilómetro, y eso no lo hay en ningún país europeo”.
Jorge Sánchez