El féretro de Franco ya está en El Pardo para ser inhumado en el panteón familiar
Varios familiares sacan el féretro del dictador a hombros de la Basílica del Valle de los Caídos
Actualizado : 15:42
La exhumación del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos ya se ha llevado a cabo. Varios de sus familiares han portado su féretro fuera de la Basílica y posteriormente se ha procedido a la inhumación en el panteón que la familia ha usado en exclusiva en el cementerio de Mingorrubio El Pardo. Franco yacerá junto a su esposa, Carmen Polo.
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La maquinaria para exhumar a Franco ya está en el Valle de los CaídosLa familia ha bajado el féretro a hombros por la escalinata que da acceso a la Basílica, y ha depositado los restos en el coche fúnebre que los ha trasladado hasta uno de los helicópteros del Grupo 45 del Ejército del Aire que se han movilizado, y que ha sido el encargado de llevarlo a El Pardo. El prior del Valle de los Caídos, Santiago Cantera, ha bendecido los restos y pronunciado unas palabras y, tras ello, los familiares han gritado: "Viva España. Viva Franco". Todo ello ante la mirada de la ministra de Justicia en funciones, Dolores Delgado, que ha estado presente durante todo el proceso.
El helicóptero ha trasladado los restos hasta el cementerio de Mingorrubio, donde le esperaba una concentración de partidarios del franquismo, que le ha recibido con el 'Cara al sol' y gritando insultos al presidente del Gobierno en funciones. "Pedro Sánchez, hijo de puta", repetían los allí congregados, mientras se procedía a sacar el féretro del helicóptero y se depositaba en otro coche fúnebre, que ha sido el encargado de trasladarlo al panteón, donde la familia ha procedido a la inhumación en privado.
Esta mañana el proceso comenzaba con la recogida en distintos puntos de Madrid en minibuses del parque móvil del Estado de los 22 familiares que han querido estar presentes en la exhumación, fundamentalmente sus nietos con sus cónyuges e hijos respectivos, entre los que figura Luis Alfonso de Borbón.
Tanto los familiares como los operarios que han participado en los trabajos de exhumación han tenido que pasar por un detector de metales e introducir sus pertenencias en un escáner para evitar que se grabasen imágenes o sonido en el interior de la Basílica, una precaución que se ha seguido también en el momento de la inhumación en Mingorrubio.
Con esta medida el Gobierno quería garantizar el cumplimiento de las condiciones que estableció en el acuerdo que fijó la fecha de exhumación, sobre la prohibición de uso de medios de captación de imágenes y sonido en esos dos momentos del proceso, así como en el traslado. Aunque lo cierto es que el proceso ha sido seguido en todo momento por la prensa, tanto nacional como internacional, ya que la exhumación ha contado con un amplio seguimiento mediático.
Para una mayor garantía en el caso de la exhumación sobre la actual tumba de Franco en la Basílica del Valle se ha colocado una carpa cubierta hasta con techo en la que sólo se permitirá el acceso de los operarios que trabajen en el levantamiento de la lápida (entre cuatro y seis), de dos familiares, y de la ministra de Justicia, a la que han acompañado el secretario general de la Presidencia, Félix Bolaño, y el subsecretario del Ministerio de la Presidencia, Antonio Hidalgo.
Los trabajos de exhumación se han iniciado a las 10.30 horas y se han prolongado hasta poco antes de las 13:00 horas, cuando la familia ha sacado el féretro de la Basílica. Con la ayuda de un gato hidráulico los operarios han retirado la lápida de la tumba de Franco, que pesa 1.500 kilos, y que una grúa se ha llevado posteriormente del Valle de los Caídos a un lugar que el Gobierno ha rehusado precisar, pero donde nadie podrá visitarla porque en ningún caso se expondrá al público.
El cuerpo de Franco se conserva dentro de una caja de zinc sellada, introducida a su vez en un ataúd de madera que estaba en buen estado, y que la familia ha decidido mantener. El Gobierno había previsto otra caja de madera para, en caso necesario, pasar el féretro al nuevo ataúd antes de trasladarlo a Mingorrubio, pero finalmente no ha sido necesario.
En cambio, el Ejecutivo veía probable que la caja de zinc se conservase en buen estado. Ya se había anunciado que, de ser así, no se abriría para comprobar que efectivamente es el cuerpo de Franco el que se conserva en su interior. El Gobierno no lo consideraba necesario ya que cuando se enterró al dictador, el entonces notario mayor del Reino, el ministro de Justicia José María Sánchez-Ventura, certificó que el cadáver introducido en el ataúd era, efectivamente, el de Franco.
Sólo si la caja de zinc hubiese estado deteriorada se habrían tocado los restos directamente para trasladarlos al nuevo féretro. Un médico forense, cuya identidad el Gobierno no ha facilitado por su seguridad, se ha encargado de supervisar todo el procedimiento, aunque su intervención no ha sido necesaria. Uno de los elementos que hacían pensar que el féretro se conservaba en buen estado es que la actual tumba está cubierta por hormigón y plomo, lo que debería haber funcionado como protección ante corrientes subterráneas de agua.
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El recorrido hasta Mingorrubio en helicóptero ha llevado unos 15 minutos. Esta opción ha sido finalmente la elegida porque, además del buen tiempo, aligeraba el proceso, ya que el traslado por carretera iba a llevar entre 30 o 40 minutos. En el traslado ha acompañado al féretro, en representación de la familia, su nieto Francis Franco y el abogado de la familia, además de Dolores Delgado.
Ya en Mingorrubio, y dentro de lo que el Gobierno entiende como una ceremonia íntima de enterramiento, a petición de la familia ha habido una misa que han oficiado el prior Cantera y el sacerdote Tejero, hijo del militar golpista del 23-F. En el interior del panteón la familia sí que tenía permiso para cubrir el ataúd con las banderas o elementos que quisiera. Y es que el Ejecutivo ha subrayado que ese espacio es un panteón familiar, aunque la titularidad del edificio sea de Patrimonio del Estado.
Según estimaciones de Moncloa, han sido cerca de 500 profesionales de 150 medios de comunicación de todo el mundo los que se han acreditado para seguir este proceso. En concreto, 92 medios de comunicación nacionales, tanto de ámbito estatal como autonómico, así como 58 internacionales, procedentes de 17 países. Periodistas de Alemania, Austria, Bélgica, Brasil, Colombia, Estados Unidos, Francia, Holanda, Irán, Italia, México, Portugal, Qatar, Reino Unido, Rusia, Turquía y Venezuela han seguido la jornada y, en otros muchos, como en Japón, se han conectado a la señal pool que ha facilitado TVE.
Toda la operación de exhumación, traslado e inhumación tiene un coste que el Gobierno calcula en 63.061,40 euros. Lo más costoso ha sido adecuar el panteón de Mingorrubio con la instalación de una puerta blindada, unas nuevas rejas en ventanas y la construcción de una nueva losa, que ha supuesto un gasto que supera los 39.000 euros.