¿Error o estrategia? La (no) comunicación del Gobierno en la crisis catalana despierta recelos
Los dirigentes de la Generalitat se han prodigado en los medios mientras que Rajoy y los suyos han tenido un perfil más bajo
- Los independentistas han intentado conseguir apoyo internacional, pero esa baza la ha ganado el Gobierno
- La espantada de empresas de Cataluña ha sido como un misil en la línea de flotación para el Govern
El conflicto catalán ha alcanzado cotas inimaginables, hasta el punto de que al final el Gobierno ha decidido aplicar el artículo 155 de la Constitución. En todo este tiempo ha habido muchos mensajes cruzados entre el Ejecutivo de Mariano Rajoy y la Generalitat de Cataluña, que han contrapuesto sus ideas de formas muy distintas. Su forma de comunicar ha sido tan opuesta como lo son la noche y el día, y eso ha provocado que susciten opiniones contrapuestas.
Carles Puigdemont es periodista y, como tal, sabe perfectamente cómo comunicar los mensajes que quiere transmitir y cuál es la mejor forma de hacerlo
Tanto es así que son muchos los que dan como 'ganador' de esta particular contienda al Govern catalán. El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, es periodista, y como tal sabe perfectamente cómo comunicar los mensajes que quiere transmitir y cuál es la mejor forma de hacerlo. Y por si acaso tuviese alguna duda, siempre puede apoyarse en su mujer, también periodista, Marcela Topor. En la biografía del dirigente catalán, que antes de suceder a Artur Mas fue alcalde de Girona, destacan alguno de sus trabajos en el mundo periodístico, que afianzan aún más la idea de que sabe perfectamente lo que tiene que decir, cómo hacerlo y en qué momento.
El president trabajó en el diario 'El Punt', en donde llegó a ser redactor jefe, y además fue impulsor de la Agència Catalana de Notícies (ACN), que dirigió entre 1999 y 2002. También fue director general de 'Catalonia Today', un periódico catalán en inglés que contribuyó a impulsar gracias a subvenciones públicas otorgadas entre 2004 y 2010 por la Generalitat de Cataluña, una experiencia que sin duda le ha ayudado en todo este proceso, que se ha esforzado por exteriorizar en busca de apoyos internacionales.
Desde que se intensificó el conflicto con el Gobierno de Rajoy debido al desafío independentista, son muchas las intervenciones públicas internacionales que ha protagonizado Puigdemont. Pero no sólo él. También miembros de su partido como el consejero de Asuntos Exteriores, Raül Romeva, se han prodigado en medios internacionales en busca de apoyos a la causa secesionista. Puigdemont ha escrito varios artículos de opinión, uno de los más comentados para el británico 'The Guardian', mientras que Romeva se ha dejado ver en numerosas ocasiones en Bruselas defendiendo todos los movimientos de la Generalitat. Incluso, concedió una entrevista al medio norteamericano 'Bloomberg'.
Los miembros del Govern se han prodigado en los medios internacionales desde principios de septiembre, pero también otras personas clave en el Procés, como el expresidente de la Generalitat Artur Mas, que concedió una entrevista a 'Financial Times'. Frente a ello, el Ejecutivo central ha optado por un perfil bajo y por pasar casi desapercibido, quizá con el objetivo de no dar más 'bombo' del necesario a cada uno de los órdagos que los independentistas han ido planteando. Ese silencio ha sido muy criticado, ya que no se ha entendido demasiado bien que el Gobierno español no haya salido a explicar su postura como lo ha hecho, en innumerables ocasiones, el ejecutivo catalán.
Precisamente hace unos días Inés Arrimadas, líder de Ciudadanos en Cataluña y portavoz de la formación en el Parlament, daba un 'toque' a Rajoy y los suyos por este motivo, señalando que debía “comunicar más y mejor” ante la “buena propaganda” de los independentistas. En concreto, avisó de que “en el siglo XXI no se puede pretender hacer la política del siglo XX”, en referencia a los obsoletos medios que a su juicio está empleando el Ejecutivo español en este asunto, y reconoció que “los separatistas tienen una propaganda muy buena”.
ANALÓGICO vs. DIGITAL
Y por si la presencia internacional de la Generalitat no fuese suficiente, el Gobierno de Rajoy también ha tenido que enfrentarse a un movimiento estratégico del Govern, que contrató a Julian Assange, fundador de WikiLeaks, para que le ayudase a proteger la web del referéndum del 1 de octubre, declarado ilegal, tras la intervención popular de diferentes portales por parte de la Guardia Civil. Tal ha sido la implicación del activista, que vive 'resguardado' en la embajada de Ecuador en Londres desde 2012, que incluso ha protagonizado diversos enfrentamientos digitales a través de Twitter para defender la causa independentista.
El Gobierno, lejos de hacer algún movimiento decisivo en materia comunicativa, ha permanecido en un segundo plano todo el tiempo
El Ejecutivo de Rajoy, lejos de llevar a cabo algún movimiento decisivo en materia comunicativa, en todo este tiempo ha permanecido firme en sus decisiones “en defensa de la legalidad”, pero más en segundo plano. O al menos esa es la sensación que ha dado, ya que los expertos afirman que su actividad se ha desarrollado en un plano no tan visible como el que ha usado la Generalitat, y aún así ha sido muy efectiva. Pablo Vicente Sapag, profesor de Teoría e Historia de la Propaganda de la UCM, pone el acento en que los mensajes que 'venden' los independentistas y los que 'vende' el Gobierno español son completamente distintos, y por eso no han tenido la misma influencia.
Mientras que la Generalitat se ha centrado en mensajes emocionales sobre el derecho a decidir y a votar y sobre el sentimiento independentista, que a juicio de Sapag son “más fáciles de vender”, Rajoy y los suyos han tenido que transmitir un mensaje mucho menos atractivo, el de los argumentos legales, históricos y económicos contra el separatismo. “No es que no haya hecho nada, es que ha trabajado en el ámbito de la diplomacia, y ha conseguido resultados. Sólo hay que ver el número de voces a escala internacional que han rechazado la independencia de Cataluña y han avisado de que no sería reconocida”. La primera ministra británica, Theresa May, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, e incluso la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron, se han expresado en este sentido y a favor de la unidad.
Según este profesor, el Gobierno ha demostrado que “la diplomacia española funciona” y que ha sido efectiva “con quienes toman las decisiones”. Era el apoyo de los denominados 'policy makers' el que buscaba el independentismo catalán, y no lo ha logrado ya que el Ejecutivo central ha sabido 'vender' muy bien el mensaje del respeto a la legalidad y a la Constitución en los foros internacionales a los que ha acudido, y en cada reunión de calado internacional en la que ha participado. No hay que olvidar que Rajoy consiguió incluso que el presidente de EEUU, Donald Trump, se pronunciase sobre la cuestión tras la reunión bilateral que mantuvieron en la Casa Blanca a finales de septiembre, diciendo que “sería una tontería que Cataluña no siga en España”.
¿SE ENTIENDE FUERA DE ESPAÑA EL CONFLICTO?
Sapag afirma también que Rajoy y los suyos han centrado sus esfuerzos en aquello que sabían que les iba a funcionar, en explicar a otros Gobiernos las consecuencias del desafío independentista, y no en intentar aclarar en el extranjero algo que no se entiende. Fuera de España, dice el profesor, muchos siguen pensando que la situación aún es similar a la existente con Franco, por lo que “es un ejercicio inútil” intentar contar que no es así mientras que los independentistas 'venden' sus mensajes sentimentalistas, que calan muy bien entre el gran público. “Al final los que deciden son los gobernantes, por lo que el Gobierno ha usado su basta red en el extranjero para transmitir un mensaje que no es sentimental pero sí más efectivo en términos prácticos”, remarca el experto.
A su juicio, la del Ejecutivo central es una decisión estratégica que “puede dar buenos resultados a largo plazo”, mientras que la emotividad y el sentimentalismo que promueve la Generalitat “tiene fecha de caducidad”. Para Sapag, el Gobierno de Rajoy sólo ha cometido un error en todo este proceso, y es el de no haber calculado adecuadamente el 'regalo propagandístico' que le estaba haciendo a los independentistas con el operativo policial del 1-O. Por eso, dice, ha decidido no “alimentar más polémicas” ni dar pie a que los secesionistas tengan más espacio en los medios. Al menos, no más del 'necesario' ante todo lo que ocurría.
LA NO COMUNICACIÓN TAMBIÉN ES COMUNICACIÓN
Por su parte, Emilio Serrano, politólogo y consultor de comunicación en Asesores de Comunicación Pública, destaca que ante situaciones complejas Rajoy siempre ha optado por no comunicar, y a veces “la no comunicación también es comunicación”. Es una estrategia que puede ser más o menos acertada, pero que en su opinión no es un error porque ha permitido al Gobierno no provocar más reacciones de los independentistas.
La estrategia de comunicación del Govern se está viendo afectada por la huida de las empresas. Desde el 1-O se han ido de Cataluña casi un millar
“El Govern necesita activar la máquina para convencer y para mantener el impacto de su relato, del derecho a decidir y votar, que es más fácil de defender que el del Gobierno”, explica Serrano, para quien “defender la legalidad es más complicado”, al menos en un escenario como este. “Rajoy se ha centrado en paliar el apoyo internacional a la Declaración Unilateral de Independencia (DUI). Para los independentistas era determinante, y el Govern ha perdido la batalla”, remarca el politólogo, que no obstante reconoce que los disturbios del 1-O sí tuvieron “bastante efecto”.
El experto señala también que el mensaje basado en las emociones es más efectivo, y cree que el Gobierno central podría haberlo usado, aunque finalmente ha optado por no hacerlo porque no lo necesitaba, al contrario de Puigdemont y los suyos. “En el Gobierno de Rajoy ha habido una estrategia conjunta y global que se ha seguido a rajatabla” y que ha sido efectiva, frente a la estrategia de la Generalitat, más centrada en la “movilización ciudadana” y en intentar vender su mensaje en el exterior, sin lograr el éxito deseado, más allá de algunos ecos en la prensa internacional, dice Serrano.
Por ello, el experto cree que ahora el Ejecutivo español debería centrarse en mantener esa línea, que a su juicio ha funcionado, ya que “la estrategia de comunicación del Govern se está viendo afectada, y mucho, por la espantada de las empresas”. Desde principios de mes son más de un millar las compañías que han abandonado Cataluña por la inestabilidad política, y la cifra no deja de aumentar cada día.