El Supremo valora investigar a Marta Rovira por su papel en el 1-O
Según un informe de la Guardia Civil, la republicana fue clave en la preparación del referéndum
- Así se desprende de un documento que requisaron a Lluís Salvadó, exsecretario de la Agencia Tributaria Catalana
La secretaria general d’Esquerra Republicana ha acaparado grandes dosis de atención mediática en los últimos días. Gran parte, gracias a que el exvicepresient de la Generalitat la designó como la posible futura presidenta de la Generalitat si la formación independentista ganaba las elecciones y él seguía en prisión. Pero ella misma se ha ganado un puesto de honor en las portadas al asegurar que el Gobierno amenazó con muertos en las calles si seguía adelante con la independencia unilateral.
Ahora, el Tribunal Supremo, que ha asumido todas las causas contra políticos independentistas, estudia un informe de la Guardia Civil que, según varios medios, apunta a que, junto a Junqueras, Rovira fue clave en la organización de la votación ilegal del 1-O.
Así se desprende de un documento que requisaron a Lluís Salvadó, exsecretario de la Agencia Tributaria Catalana, durante los registros a la Conselleria de Economia del 20 de septiembre. Según la Guardia Civil, es la hoja de ruta independentista en que se especifica los pasos a seguir y las personas encargadas de darlos. La policía considera que Rovira es una estas personas a partir de las conversaciones intervenidas entre altos cargos de la Generalitat.
Rovira se defiende: "Estamos ante una especie de persecución política"
En varias llamadas se hace referencia a dos nombres de pila, Oriol y Marta, para organizar los centros de votación. Y según la policía, se refieren a Junqueras y Rovira. También apuntan que tuvo un papel activo para encontrar las empresas que harían el recuento de votos del 1-O, y la lista de los alcaldes que cederían locales. Marta Rovira no ha querido valorar estas informaciones.
En declaraciones a la SER, la misma Rovira ha señalado que no tiene constancia de estos hechos. “Estamos en una especie de persecución política. No sólo por aquello que representamos y pensamos, sino por aquello que decimos, que se interpreta según algunos intereses como que estamos cometiendo ciertos delitos”, se ha defendido. “Por lo tanto, me reservaré comentarios al respecto de unos informes de los que no tengo información directa”, ha añadido la republicana.
Por otra parte, no ha dado más explicaciones sobre las presuntas amenazas que llegaron del Ejecutivo de que habrían “muertos en la calle”, según atestiguó la misma Rovira. “Se le tendrán que preguntar al señor Puigdemont. A mí se me informó en las reuniones”, ha explicado.