El embarazoso debate de la maternidad subrogada llama a las puertas del Congreso
El artículo 10 de la Ley de reproducción asistida española 14/2006 entiende como madre legal de un bebé únicamente a la mujer que lo dio a luz
- Muchas parejas españolas viajan a países donde esta técnica de reproducción asistida está legalizada y su deseo de ser padres les puede costar hasta 150.000 euros
- Ciudadanos abandera la lucha por la regulación de la gestación subrogada siempre que sea altruista, sin dinero de por medio
- Mientras, el tema genera división en el resto de partidos, pues también entienden que esta práctica vulnera los derechos de la mujer
Actualizado : 23:51
El debate sobre si es conveniente y ética la regulación de la maternidad subrogada en España ha llegado a los partidos políticos y todo parece indicar que también entrará en el Congreso. El deseo de ser padres a través de esta técnica, que ya supone más inscripciones que la adopción internacional, según el vicesecretario del PP, Javier Maroto, enfrenta y posiciona a partes iguales a distintos sectores de la sociedad cuando se habla de regular esta técnica de reproducción, que actualmente no se permite en España ni en muchos otros de la Unión Europea.
La gestación subrogada es una de las opciones de ser padres que tienen las parejas que no pueden tener hijos de manera natural. Se conoce también como vientre de alquiler y se trata de un contrato mediante el cual una mujer acepta quedar embarazada con el objetivo de engendrar y dar a luz un niño que va a ser criado como hijo propio por otras personas. El bebé puede ser hijo biológico de la mujer en estado, o, en la mayoría de ocasiones, ser fruto de un procedimiento de fecundación in vitro, que desvincula genéticamente al bebé y a la gestante.
En España se debe inscribir como madre legal de un bebé a la mujer que lo dio a luz
Esta técnica de reproducción asistida se considera ilegal en España en el artículo 10 de la Ley de reproducción asistida 14/2006, que establece que "será nulo de pleno derecho el contrato por el que se convenga la gestación, con o sin precio, a cargo de una mujer que renuncia a la filiación materna a favor del contratante o de un tercero". Es decir, se declara nulo de pleno derecho cualquier contrato de subrogación. Y, por tanto, se debe inscribir como madre legal de un bebé a la mujer que lo dio a luz.
La gestación subrogada plantea muchos debates éticos, religiosos, políticos, psicológicos, biológicos y jurídicos, por eso está prohibida en muchos de lugares del mundo. Sin embargo, en algunos países sí se acepta legalmente la maternidad de alquiler, aunque en algunos se diferencia entre la subrogación altruista y la comercial.
¿DÓNDE ES LEGAL Y DÓNDE NO LO ES?
Algunos estados de Estados Unidos, Rusia y Ucrania (donde la ley solo permite la realización de esta técnica reproductiva bajo la justificación médica de incapacidad de gestar), Grecia (que recientemente ha regulado esta práctica sujeta a matices) o Australia, Canadá, Reino Unido, Países Bajos, Chipre, Dinamarca, Hungría e Israel (estos últimos siempre y cuando sea de manera altruista) son países donde la gestación subrogada está permitida. Sin embargo, otros muchos, como Alemania, Francia, Bélgica, España, Italia, Suiza, Austria, Noruega, Suecia, Islandia, Estonia, Moldavia, Turquía, Arabia Saudita, Pakistán, China o Japón, declaran nula expresamente por ley su práctica.
UN NEGOCIO DE HASTA 150.000 EUROS
Esta situación explica que países como Estados Unidos, Rusia o Ucrania sean los principales receptores de parejas que buscan la paternidad a través de la gestación subrogada. Sin embargo, recurrir a esta técnica de reproducción tiene un coste elevado para los futuros padres. Según datos de la Agencia Española de Gestación Subrogada (AEGES), realizar este tratamiento puede llegar a costar desde los 35.000 euros en Ucrania a los 100.000 o 150.000 euros en Estados Unidos. Eso sí, cuando no hay complicaciones, ya que cualquier problema durante el embarazo podría aumentar el precio del tratamiento. De esta cantidad, la gestante recibe una compensación de 20.000 a 25.000 euros en el país norteamericano.
Realizar este tratamiento puede llegar a costar desde los 35.000 euros en Ucrania a los 100.000 o 150.000 euros en Estados Unidos
No obstante, la otra opción es que la gestación sea de manera altruista, en la cual la portadora no recibe compensación económica alguna por la gestación del bebé, aunque los padres biológicos sí se responsabilizan de los gastos relacionados con la manutención, el apoyo psicológico y todo tipo de necesidades relacionadas con el embarazo.
En el caso de España, las parejas que optan por esta técnica viajan a estos países a través de agencias que agilizan todo el proceso y firman los contratos de subrogación allí, donde legalmente está reconocida. Una vez que se lleva a cabo todo el proceso de gestación y la portadora da a luz al bebé, se obtiene un certificado de nacimiento y se va a la Corte de esos países donde se hace un juicio rápido que establece la paternidad de la pareja de manera legal y definitiva. Esta sentencia se presenta después en España y, al ser una sentencia judicial legal, pasa a ser legal también y, por tanto, el niño es hijo de la pareja ante el Registro Civil español. Se trata de un procedimiento regulado por el Tribunal de Derechos Humanos Europeo en el que no suele haber trabas.
Se deduce entonces que esta práctica se avala indirectamente siempre y cuando se realice fuera de las fronteras. Es por ello que distintas asociaciones y colectivos e incluso hasta el IVI, el mayor centro reproductivo europeo, han demandado la reforma de la Ley 14/2006 para que se declare legal la gestación subrogada en España.
EL DEBATE
En el terreno político, Ciudadanos abandera la lucha por la regulación siempre que sea altruista. “Vamos a llevarlo al Congreso y vamos a pelearlo para que salga adelante”, dijo Albert Rivera en una reunión convocada en Madrid en defensa de esta técnica de reproducción asistida. "Es una realidad que muchas parejas de España tienen que acudir a otros países para ser padres. Queremos escuchar y abrir un debate sereno y sin maximalismos ", ha dicho también Arrimadas.
Mientras, el tema genera división en otros partidos como el PP, PSOE y Podemos. En el Partido Popular, mientras el vicesecretario Javier Maroto y otros miembros del ala más liberal del partido como Cristina Cifuentes, Esperanza Aguirre y Alberto Núñez Feijóo abogan por debatir su posible regulación, el ala más dura apela a las barreras éticas y a la defensa de los derechos de las mujeres.
Ciudadanos abandera la lucha por la regulación de la gestación subrogada siempre que sea altruista y genera división en el resto de partidos
En las filas socialistas, la portavoz de Igualdad en el Congreso, Ángeles Álvarez, se muestra tajante al respecto de esta cuestión: "Estoy en contra de cualquier práctica que vulnere los derechos de las mujeres. Y esto los vulnera", asegura la diputada. “Las mujeres no somos objetos ni tanques criogénicos. Además, el lucro que genera este negocio no lo percibe al mujer gestante, sino que cerca del 80% se queda en los intermediarios ”, explica.
Podemos tampoco tiene una posición cerrada sobre el tema. Su portavoz de Igualdad, Sofía Castañón, manifestó recientemente a Efe que se debe hacer un debate recogiendo la opinión de la sociedad en su conjunto, pues considera que el asunto ha saltado a la palestra, pero es difícil de resolver "de forma categórica" por su complejidad, ya que se trata, por un lado, de "la libre disposición del cuerpo de las mujeres" y, por otro, de una situación de "explotación por la desigualdad de género que existe". La formación es partidaria de abordar "el debate necesario" sobre gestación subrogada, aunque, eso sí, sitúan como principal condición la garantía de los derechos de las mujeres gestantes y el seguro de que no se convierta en "un negocio de mercantilización de los cuerpos de las mujeres", como expresó Beatriz Gimeno, diputada autonómica en la Asamblea de Madrid.
Adicionalmente, en el sector feminista no quieren ni oír hablar de esta posibilidad. "Las mujeres no se pueden alquilar o comprar de manera total o parcial", afirman desde el colectivo No somos vasijas. "Nos mostramos en contra de la utilización de eufemismos para dulcificar la idea de un negocio de compraventa de bebés", justifican, mientras critican también los modelos altruistas: "Ningún tipo de regulación puede garantizar que no habrá dinero o sobornos implicados en el proceso".
Desde Interfertility, una de estas agencias en gestación subrogada, abogan porque se apruebe una ley sencilla y clara; en la que todas las partes sepan a qué atenerse y se garantice por encima de todo los derechos de la mujer gestante y el respeto al interés superior del menor. "El modelo de California es un ejemplo. Allí es obligatorio que los padres y la gestante estén representados por abogados a la hora de establecer un contrato. Además, California permite que la compensación sea libre. De este modo se permite que haya gestantes que lo hacen de modo totalmente altruista; y otras que lo hacen con un interés económico", resumen.
Asimismo, la agencia asegura que el perfil de sus clientes es variado "desde mujeres que han perido el útero a causa de un cáncer hasta pareja gays u hombres solteros".
El debate sobre ‘maternidad subrogada sí’ o ‘maternidad subrogada no’ no entiende por tanto de ideologías de izquierdas ni de derechas, tampoco de progresistas ni conservadores, ya que une a partidos enfrentados ideológicamente. Lo que sí está claro es que el tema resurge con fuerza en la política y en la sociedad y podría llegar al Congreso próximamente, donde se definiría una posición definitiva.