Donald Trump: 'Un insurgente en la Casa Blanca', según 'The Economist'
La prestigiosa publicación británica señala que las medidas del presidente se han convertido en "bombas caseras"
- En su editorial considera que es más peligroso para el mundo que para el propio Estados Unidos
Para la reconocida revista británica 'The Economist': Washington vive una revolución. Debido a que Donald Trump está lanzando "bombas molotov políticas y órdenes ejecutivas". Por ello, en su nueva portada de febrero de 2017, la publicación retrata al presidente electo de Estados Unidos como un insurgente.
El editorial compara las principales y polémicas medias de Trump, en poco más de diez días en el poder, con “bombas caseras”. En ellas incluye el abandono del Acuerdo Transpacífico (TTP), la construcción del muro en México y la necesidad de una renegociación del NAFTA , la reforma migratoria, su apuesta por la tortura en los interrogatorios y los ataques a la prensa.
"En política, el caos suele conducir al fracaso. Con el Sr. Trump, el caos parece ser parte del plan. Promesas que parecían hipérbole en la campaña se han convertido ahora en una revuelta real y grave, cuyo objetivo es sacudir los cimientos de Washington y del mundo ", dice la revista.
Además, el editorial de The Economist intenta explicar las tácticas que llevará a cabo el nuevo presidente. "En una América dividida, el conflicto se convierte en un activo político" y "la política del conflicto se aprovecha de una visión del mundo que va en contra de décadas de política exterior de Estados Unidos”, asegura el medio británico.
Este rechazo se extendería la lucha ideológica del momento, de acuerdo con el texto, que ya no está en los derechos humanos universales es, pero la defensa de la cultura "judeocristiana" el ataque de otros, en particular el Islam.
Mientras que los críticos en Estados Unidos de Trump temen por su país, este peligro está limitado por la protección de las instituciones y las leyes norteamericanas, afirma el editorial. El problema,según indica The Economist es que "en el mundo en general, sin embargo, los controles sobre Trump son pocos y las consecuencias pueden ser más graves ".