¿Cuántas muertes causa la contaminación al año? 2 millones de defunciones prematuras

Respirar, esa acción necesaria y vital que hacemos cada día, puede ser prejudicial para nuestra salud si donde vivimos hay un escenario de mucha contaminación. Así, el Instituto DKV de la Vida Saludable estima que una persona respira de media un volumen de 12.000 litros de aire.

Según el Instituto, cada día vemos más constatado que la contaminación atmosférica supone un grave riesgo para la salud además de importantes costes ambientales, económicos y sociales. Así, la Organización Mundial de la Salud estima que se pueden atribuir a la contaminación alrededor de dos millones de defunciones prematuras.

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Un ejemplo claro de la preocuopación social que se mantiene es el protocolo de urgencia que ha aplicado el Ayuntamiento de Madrid en los últimos días y por el que se han reducido la velocidad límite del tráfico a 70 km/h en la M-30, la prohibición del aparcamiento de vehículos en la zona de Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) con la excepción de residentes y los coches de cero emisiones.

A pesar de estas medidas, la solución permanente a una polución está lejos de alcanzarse. Por el momento, se conoce que en el próximo mes de diciembre se va a celebrar una cumbre sobre el cambio climático de París COP21, donde representantes de 198 países buscarán alianzas claves para poder llevar a cabo un acuerdo climático internacional que sustituya al ya anciano Protocolo de Kioto.

¿CÓMO AFECTA LA CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA A NUESTRA SALUD?

El Instituto DKV de la Vida Saludable ha elaborado un estudio a este respecto donde arroja que la contaminación viene determinada por los siguientes factores: las grandes ciudades las emisiones de tráfico rodado, las residenciales (calefacciones, cocinas), y las actividades como la construcción y la demolición, entre otras.

Los principales problemas para la salud humana se traducen en alteraciones pulmonares, problemas cardíacos y otros síntomas y molestias que han aumentado el número de defunciones y de ingresos hospitalarios, especialmente por causas respiratorias y cardiovasculares.

Algunos de los datos que se extraen del estudio son las siguientes: las elevadas concentraciones de partículas en suspensión en Europa se asocian a unas 300.000 defunciones prematuras al año; la contaminación por ozono causa irritación al respirar y a ella se asocian unas 21.000 defunciones prematuras anuales.

Además, otro de los datos del estudio es que los agentes biológicos del aire que se encuentra en el interior de los edificios incrementa en un 50% las enfermedades respiratorias y que el humo ambiental del tabaco incrementa el riesgo de muerte prematura en adultos.

¿CÓMO PODEMOS MEJORAR LA CALIDAD DEL AIRE EN LAS CIUDADES?

La reducción de la contaminación del aire está directamente asociada directamente con el aumento de la esperanza de vida de los ciudadanos. Por ello, es necesario que tomemos conciencia de esta problemática para poder vivir mejor.

Así, el informe nos señala estas recomendaciones:

1. La movilidad y desplazamiento: El tráfico de vehículos es una de las principales fuentes que afectan a los niveles de contaminación atmosférica. Si utilizamos más el transporte público que el coche mejoraremos en gran medida estos datos. El tomar la bicicleta o llegar a nuestro destino andado también es una sana y sostenible opción.

Para poder conseguir nuestro objetivo y reducir en una medida visible la contaminación del aire, la reducción del tráfico ha de ser notable, en torno al 40% y se puede realizar estableciendo peajes urbanos o zonas de bajas emisiones, o la restricción de tráfico temporal en el casco urbano.

Además, otra buena estrategia es la peatonalización de áreas extensas del núcleo urbano y la ampliación de las “zonas verdes” de aparcamiento y, sin duda, establecer carriles Bus y VAO buscan incentivar el uso del transporte público y ecológico en las grandes ciudades.

Aunque pueda parecernos medida menor el hecho de reducir la velocidad límite de circulación en la vías periféricas, lo cierto es que es importante y se lleva a cabo en gran número de ciudades europeas.

2. Las soluciones en casa y en el trabajo. Cuando estemos realizando actividades cotidianas, podemos optar por utilizar aparatos más eficientes desde el punto de vista de la energía. Además, en los ámbitos de participación pública podemos colaborar y tomar de decisiones por un ambiente más limpio y saludable.

3. Las emisiones de la construcción y la demolición: multitud de estados ya tienen normativas estrictas y medidas para la disminución de emisiones tanto en obras públicas como privadas.

Algunas de las medidas son el lavado frecuente de las calles próximas a las obras, la reducción al mínimo de la altura desde la que se carga el material en los camiones, o la cobertura completa de la bañera de carga de los camiones con una lona.

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