Análisis | Podemos se quiebra y vira a babor
El protagonismo descarado de Iglesias llegó a pronunciar hasta tres discursos el sábado, blandiendo su puño cerrado entre gritos de 'unidad!, unidad!'
- Maduro se ha despeñado por un barranco autoritario y ya no puede ser ejemplo de nada ni de nadie en Europa
- Este desenlace influirá indirectamente en las primarias socialistas, ya que Pedro Sánchez difícilmente podrá ofrecer a la militancia un gobierno de coalición de izquierdas
Actualizado : 21:12
No tendría sentido que, después de las inteligentes críticas que ha formulado el errejonismo contra la línea estratégica de Iglesias (que encubre también, se quiera reconocer o no, una crítica ideológica demoledora contra las posiciones de Iglesias), Errejón permaneciera en su papel estático de ‘número dos’, que ha sido además víctima de una clara encerrona en Vistalegre II.
El protagonismo descarado de Iglesias —llegó a pronunciar hasta tres discursos el sábado—, blandiendo su puño cerrado entre gritos de ‘unidad!’, unidad!’, dejaba al número dos sin espacio e impulsaba a votar a Iglesias a quienes aún ejercieron su derecho al voto por Internet durante la jornada de ayer.
Auque parezca paradójico, la formación que más ventajas obtendrá de Vistalegre II es el Partido Popular
Lo grave del disenso que finalmente ha desembocado en una victoria clara de Iglesias –masiva en la elección a secretario general sin adversario, del 60% en las listas a la dirección y los documentos programáticos— es que los proyectos en juego no son compatibles entre sí. Iglesias afianzará previsiblemente ahora su alianza con Garzón, postergará la actividad parlamentaria y centrará su actividad política en tareas de control y en movilizaciones que supuestamente deberían presionar sobre el gobierno y sus socios más o menos estables… En otras palabras, Iglesias persistirá en la línea que adoptó después del 20D y que tan malos resultados le dio: la radicalización, la negativa a apoyar un gobierno de centro-izquierda y su alianza con Izquierda Unida no sólo no le dieron el sorpasso sino que experimentó la pérdida de más de un millón de votos.
No parece, en fin, que emular la senda que ya recorrió Julio Anguita le vaya a permitir tomar los cielos por asalto. No es concebible, en fin, que este Podemos radicalizado y sin Errejón (o en el mejor de los casos con Errejón silenciado y controlado) sea capaz de gobernar algún día en solitario.
MIRARSE EN OTROS ESPEJOS
No es ocioso recordar que Podemos nació mirándose en el espejo chavista en Venezuela. Un movimiento ciertamente transversal teorizado desde aquí en el ámbito del populismo. El libro de Carlos Fernández Liria “En defensa del populismo”, con prólogo de Luis Alegre, mantiene la tesis de que de lo que se trata es de evitar que la izquierda se adueñe de los grandes conceptos y de dotar a los valores burgueses –libertad, igualdad— de auténtico contenido.
Este desenlace influirá indirectamente en las primarias socialistas, ya que Pedro Sánchez difícilmente podrá ofrecer a la militancia un gobierno de coalición de izquierdas
Maduro se ha despeñado por un barranco autoritario y ya no puede ser ejemplo de nada ni de nadie en Europa, pero es evidente que la sorpresa del Podemos inicial, así como sus éxitos en el arranque, no se basaron en la reconstrucción de la izquierda radical sino en un pragmatismo que había de consistir en atender los requerimientos y las necesidades reales de la gente, abandonada a su suerte por las grandes organizaciones.
Auque parezca paradójico, la formación que más ventajas obtendrá de Vistalegre II es el Partido Popular, ya que desaparece la principal amenaza que podía poner fin a su gobierno y/o hacerle sombra en unas elecciones futuras: un hipotético pacto PSOE-Podemos. Como es conocido, Iglesias participa del rechazo leninista y estalinista a la socialdemocracia, que fue definida por la Internacional comunista de 1928 como el “ala izquierda del fascismo” y enemigo principal del socialismo.
Asimismo, este desenlace influirá indirectamente en las primarias socialistas, ya que Pedro Sánchez difícilmente podrá ofrecer a la militancia un gobierno de coalición de izquierdas, al menos hasta el PSOE recupere buena parte de la envergadura perdida. A todas luces, el otro sector, el de los socialistas partidarios de la ‘gran coalición’ a la alemana en cualquiera de sus formas (que, por cierto, no se han destapado todavía), ofrecen una opción más verosímil.
En estas circunstancias y con estas premisas podría decirse que los de Podemos han cometido un error histórico que los saca de su posición originaria y los ubica en un confín cuasi deshabitado del espectro político. El tiempo dará o quitará la razón a esta tesis.