¿A quién beneficia realmente la victoria de Pablo Iglesias en Vistalegre II?

Hay opiniones encontradas sobre si favorece o no al PSOE, o si la gestora sale ganando o es Pedro Sánchez el más favorecido

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Bolsamania | 18 feb, 2017

Hace ya una semana de la victoria de Pablo Iglesias en la Asamblea Ciudadana de Podemos, más conocida como Vistalegre II, y en estos días ya se ha dejado sentir el giro a la izquierda y hacia posturas más beligerantes que ha dado la formación morada, frente a la posición más dialogante que defendía Íñigo Errejón, que no logró ganar al secretario general. Aún está por ver en qué se traduce esta victoria de Iglesias, aunque la pregunta que todos se hacen es la siguiente: ¿a quién beneficia realmente?

La gestora del PSOE no ha tardado en salir a criticar a Pablo Iglesias: "Supone la ruptura de todos los puentes con el centro izquierda"

La respuesta a esa pregunta varía según a quién se pregunte. Algunos politólogos consideran que esa victoria de Iglesias puede beneficiar tanto al PSOE como al PP, mientras que otros no tienen tan claro que pueda ser bueno para los socialistas y explican por qué. “Ha ganado la opción más alejada del PSOE, y eso significa que los socialistas podrían recuperar espacio en el centro izquierda, aunque está por ver si Podemos decide ceder ese espacio”, dice Emilio Serrano, politólogo y consultor de comunicación en Asesores de Comunicación Pública.

Por su parte, Ignacio Martín Granados, experto del Centro Internacional de Gobierno y Marketing Político (CIGMAP), cree que tanto el PSOE como el PP pueden verse beneficiados de la victoria de Iglesias, ya que “les centra” en el espacio político. No obstante, considera que el debate interno en el Partido Socialista y el proceso de primarias que va a llevar a cabo la formación en los próximos meses no se van a ver afectados y que “mal haría el PSOE si mira a otros partidos y no se centra en sí mismo”.

El politólogo y abogado Eduardo Bayón, que además es editor de Debate21, apunta que “es pronto para saber si la victoria de Iglesias beneficia o no al PSOE” y que ello dependerá, en parte, “del propio Partido Socialista y lo que ocurra en su seno”. Lo cierto es que la gestora del PSOE no ha tardado en salir a criticar a Iglesias tras su victoria en Vistalegre II. Su portavoz, el andaluz Mario Jiménez, dijo que había ganado el “pablismo-leninismo” y que eso suponía la ruptura de “todos los puentes” con el centro izquierda.

Y no se quedó ahí. “Va a ser muy difícil poder trabajar juntos”, insistió Jiménez, que remarcó que “había una oportunidad para haber definido un espacio común” y se había perdido. “Está claro que si Podemos recupera sus postulados más ‘duros’ y se aleja del PSOE, cualquier posibilidad de pacto entre ambos para la aprobación de cualquier tipo de iniciativa se hace más difícil”, apunta Serrano en este sentido.

En los últimos días, hay quien ha dicho que la victoria de Iglesias beneficia claramente a la gestora del PSOE y a sus postulados contra Podemos de cara a las primarias -aún no ha anunciado que se presenta, pero la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, es considerada la candidata del aparato y, por tanto, la abanderada de esta línea-, aunque también hay quien ha defendido que el beneficiado es claramente el exsecretario general Pedro Sánchez, que ya ha adelantado su intención de situarse más a la izquierda y que incluso ha dicho que no descarta futuras alianzas con la formación morada. Aunque los expertos consultados creen que eso es hacer algo así como “política ficción” y que no se puede aventurar nada. “Todo dependerá de los militantes”, remarca Martín Granados, aunque Bayón sí se 'moja' sobre Pedro Sánchez, del que dice que la victoria de Iglesias “no le beneficiará entre determinados sectores del PSOE reacios a cualquier tipo de acuerdo con Podemos”.

¿Y si hubiese ganado Errejón? "Eso no significa que las relaciones entre PSOE y Podemos fueran mejores"

Pero, ¿qué hubiese pasado si hubiese ganado Errejón? “Creo que si hubiese ganado Errejón el posicionamiento de Podemos hubiese estado más enfocado al diálogo y a la capacidad de captar nuevos votantes entre el centro-izquierda político del país”, explica Serrano, que señala no obstante que “esto no significa que las relaciones entre PSOE y Podemos fueran mejores, ya que competirían por el mismo espacio”.

Bayón, por su parte, cree que la victoria de Iglesias representa “una estrategia más defensiva de mantener a 'los que ya están' y no de intentar atraer a 'los que faltan'”, y que esta estrategia “también se construirá más desde posiciones puramente de izquierdas, que desde la transversalidad que defendía el sector liderado por Iñigo Errejón”. “Con la estabilidad actual de los espacios electorales, el del PSOE se verá en menor peligro que si hubiera ganado la opción de Errejón”, afirma.

LA GUERRA DE PODEMOS SIGUE ABIERTA

Una semana después de la victoria de Iglesias en Vistalegre II, se celebra el primer Consejo Ciudadano que decidirá el organigrama del partido y, por tanto, el papel de Íñigo Errejón a partir de ahora. Peligra su cargo dentro de Podemos, pero también en el Congreso de los Diputados, donde ejerce de portavoz, aunque pase lo que pase los expertos coinciden en que la guerra no ha acabado.

Si a Errejón le "humillan públicamente" es muy probable que "plante batalla" a Pablo Iglesias

“Tal y como se han sucedido los acontecimientos, parece que la batalla seguirá latente”, asegura Serrano, que cree que las decisiones que se van a adoptar en esta cita “pueden abrir heridas que parecen no estar cerradas aún”. Bayón opina que “la unidad dependerá, en parte, de las ganas de confrontación de Iglesias y los suyos y de las ganas de correr riesgos o si prefieren, por el contrario, compromisos y construir un espacio plural, en un partido que tiene una enorme herida abierta ahora mismo”.

Martín Granados tira de refranero popular para explicar lo que ocurre ahora mismo en Podemos, y dice que “dos no se pelean si uno no quiere”, aunque recuerda que todo va a depender no sólo de la decisión de Iglesias y los suyos sobre Errejón, de si le dan una posición acorde a su 'peso' dentro del partido o de si le “humillan públicamente”, sino también de si este último “planta batalla”.

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