Madrid introduce el uso de radares 'anticontaminación' para testear su fiabilidad

La utilidad de los radares no se reduce a controlar la velocidad en carretera. Existen radares de semáforo, que vigilan el empleo del cinturón, o el uso del móvil. Pues bien, Madrid ha introducido un desarrollo pionero en España, los radares que miden las emisiones de cada vehículo.

En concreto, el Ayuntamiento de Madrid ha adquirido dos unidades de estos novedosos radares, dentro del marco del proyecto 'Life Gystra', de carácter europeo y que busca desincentivar los altos niveles de emisiones que sufren actualmente las ciudades. La tecnología que utilizan estos sensores se denomina 'remote sensing', o 'teledetección' en su traducción al castellano, que permite a las autoridades conocer la cantidad de emisiones contaminantes de cada vehículo a través de una foto de los gases y su posterior espectrografía. La capacidad de estos radares es de hasta 1.000 vehículos a la hora, con un coste de un euro por cada análisis realizado.

Pero de momento no multarán. A pesar de que los resultados son facilmente vinculables con la matrícula del coche analizado, realizar una sanción sería inviable por la inexistencia de un marco regulatorio que especifique las penalizaciones que deben recibir los vehículos que contaminen más de la cuenta. Sin embargo, el Ayuntamiento enviará una notificación a los grandes emisores, con la intención de advertirles de su situación y de los riesgos que conlleva su práctica en el momento que la regulación aparezca.

Y no necesariamente son los coches más viejos. Opus RE, la empresa española que ha desarrollado la tecnología de estos radares, asegura que un 5% de los turismos en circulación son responsables del 30% de las emisiones. En concreto, se trata de motores diésel Euro III, IV y V con un mal mantenimiento. La buena noticia, es que el 35% de ellos cuentan con menos de cinco años de antigüedad, por lo que su reparación es sencilla y no muy costosa.

Así, la capital continúa con una batalla iniciada en todo Europa en contra del elevado volumen de emisiones que rodea las grandes ciudades, con nuevas medidas que desincentiven el uso de combustibles fósiles y fomenten la apuesta por otros motores. De hecho, según los datos publicados por la Asociación Nacional de Fabricantes (ANFAC), las matriculaciones de vehículos híbridos y eléctricos (turismos, cuadriciclos, vehículos comerciales e industriales y autobuses) alcanzaron las 6.816 unidades el pasado mes de abril. Un crecimiento del 67,8% respecto al mismo mes del pasado ejercicio.

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