S&P vaticina que la emisión mundial de bonos caerá un 0,6% en 2019
Por la mayor volatilidad, la ralentización del crecimiento y los tipos de interés más altos
S&P lo tiene claro: la emisión mundial de bonos seguirán reduciéndose en 2019. Tras caer un 7,2% en 2018, la agencia de calificación cree que este año mantendrá la misma tónica, de forma que se emitirá un 0,6% menos de deuda por la mayor volatilidad de los mercados, por la ralentización del crecimiento económico global y por la incidencia de los tipos de interés más altos en EEUU y (eventualmente) en Europa.
Así lo asegura en un artículo titulado 'Global Financing Conditions: Bond Issuance Is Expected To Decline 0.6% In 2019' ('Condiciones globales de financiación: la emisión de bonos caerá un 0,6% en 2019'), en el que remarca que las condiciones de financiación se endurecieron tanto en EEUU como en Europa durante el cuarto trimestre del año pasado, lo que dio como resultado "un abrupto aumento de la volatilidad en el mercado financiero", y eso a su vez llevó a "una falta total de emisión de bonos con calificación especulativa en ambas regiones en diciembre".
En 2018 ya cayó un 7,2%, y la mayor se debió a la debilidad de los mercados desarrollados
Según Diane Vazza, directora de S&P Global Fixed Income Research, "los diferenciales de crédito a las empresas se ampliaron considerablemente en las últimas semanas del año, y aunque han disminuido un poco desde entonces, no obstante creemos que las condiciones financieras más estrictas están aquí para quedarse, señalando un giro en el crédito del ciclo".
La emisión mundial de bonos ascendió a un total de 5,8 billones de dólares en 2018, lo que supone un descenso del 7,2% en relación con el año anterior. Tal y como explica S&P, la mayor parte de la caída se debió a la debilidad de los mercados desarrollados, y casi todas las clases de activos experimentaron descensos, particularmente en el cuarto trimestre.
Por su parte, las emisiones de las sociedades no financieras bajaron un 13,8% con respecto a 2017, mientras que las de los servicios financieros se redujeron un 6,5%, y las de Estados Unidos y otros países se situaron un 22,3% y un 11,3% por debajo que el año anterior, respectivamente. El único área de crecimiento en 2018 fue la financiación estructurada global, que se expandió más del 18% hasta convertirse de nuevo en una clase de activos de un billón de dólares.