La rentabilidad del bono americano a 10 años escala a máximos de 7 años
Supera el 3,2% y se sitúa por encima del 3,12% registrado en mayo
Actualizado : 20:54
La rentabilidad del bono americano a 10 años ha roto el 3,23% y ha marcado máximos de 7 años (julio de 2011) después de las últimas declaraciones realizadas por miembros de la Reserva Federal y los últimos (y sólidos) datos económicos publicados en EEUU.
Por su parte, la rentabilidad del bono del Tesoro a 2 años ha repuntado hasta el 2,88%, nivel máximo desde junio de 2008. El diferencial entre ambas referencias se encuentra ahora en 30 puntos básicos y se ha reducido de manera muy importante en los últimos meses.
Esto ha llevado a muchos analistas a anticipar que se produzca una inversión de la curva de tipos en EEUU, un hecho que ha precedido a su vez las últimas siete recesiones en la principal economía del mundo.
SÓLIDOS DATOS ECONÓMICOS
En lo que se refiere a la actualidad económica, el dato de empleo de septiembre elaborado por la consultora ADP superó este miércoles ampliamente las previsiones del consenso, al mostrar la creación de 230.000 puestos de trabajo, por encima de los 185.000 anticipados por los expertos.
El dato ADP se sitúa en su nivel más alto en siete meses, desde que en febrero se crearan 241.000 empleos. "El mercado laboral continúa avanzando" y "las subidas en el empleo son amplias en todas las industrias y tamaños de compañías", aseguró el economista jefe de Moody's Analytics, Mark Zandi.
El dato de ADP es considerado un anticipo del Informe de Empleo oficial que publicará el Gobierno americano este viernes. El consenso espera que los salarios repunten a una tasa interanual del 3%, que la tasa de paro baje hasta el 3,8% desde el 3,9% y que la economía cree 188.000 puestos de trabajo.
Además, se publicaron importantes referencias sobre la evolución del sector servicios. El PMI subió en septiembre hasta 53,9 puntos, por encima del 53,4 esperado. Y el dato del ISM servicios, más relevante, repuntó mucho más de lo previsto hasta 61,6 puntos, por encima de la caída anticipada hasta 58 puntos en septiembre desde 58,5 en agosto.
Se trata del dato más elevado de los "últimos 21 años", según indicaron los expertos de Pantheon Macroeconomics sobre el ISM. En cualquier caso, consideraron que "no es sostenible" y espera una "corrección pronunciada" en los dos próximos meses.
DECLARACIONES DESDE LA FED
Desde la Reserva Federal, Charles Evans, presidente de la Fed de Chicago, comentó que se siente cómodo con la idea de una subida de tipos en diciembre. También señaló que los datos de inflación han mejorado significativamente y que le gustaría ver un mayor crecimiento salarial.
En su opinión, los fundamentos económicos de EEUU son muy fuertes y los riesgos para la estabilidad financiera son moderados en este momento. También consideró que el apalancamiento no es realmente una gran preocupación y que los aumentos graduales de las tasas son consistentes con el logro de los objetivos de la Fed.
POWELL Y LA CURVA DE PHILLIPS
Además, este martes tuvo lugar una interesante intervención del presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell. Para el banquero central más poderoso del mundo, EEUU vive una época de "emparejamiento históricamente raro de inflación baja y estable junto a un desempleo muy bajo", lo cual es "testimonio del hecho de que seguimos en tiempos extraordinarios".
Otra de sus principales declaraciones se centró en la inflación. "No veo probable que la curva de Phillips esté muerta, pero tampoco espero su venganza en forma de alta inflación", aseguró, en referencia a una de las claves de la política monetaria de la Fed.
En su opinión, una de las mejores medidas que ha realizado el banco central desde mediados de los 90 es "anclar las expectativas de inflación en niveles bajos". Por ejemplo, mediante la adopción de un objetivo del 2% a largo plazo. "La investigación sugiere que esta es la razón del cambio en la relación de la curva de Phillips" entre el desempleo y la inflación, opinó.
Otra declaración de Powell que también ha impactado en los mercados fue su afirmación de que el banco central estadounidense aún tiene un largo camino que recorrer antes de que los tipos sean "neutrales", lo que sugirió a los inversores nuevas alzas en el horizonte a medio y largo plazo.