¿Qué tiene el peso mexicano que no tenga el yuan? El 'factor Trump' ya no importa en China
Las divisas mexicana y china son las más sensibles al resultado electoral en EEUU
- El peso fluctúa en función de las opciones del candidato republicano a la Casa Blanca
- El yuan sigue debilitándose y todo indica que tocará las 7 unidades por dólar en 2017
Actualizado : 09:25
Las dos monedas que más se han correlacionado con las elecciones de Estados Unidos, el peso mexicano y el yuan chino, han mostrado divergencias en su comportamiento frente al 'billete verde' en las últimas sesiones. Cuando queda poco menos de un mes para la cita electoral, la caída en las encuestas de Donald Trump ha impulsado a la divisa mexicana, pero la moneda china no ha conseguido desembarazarse del sentimiento bajista que domina su precio y ha alcanzado mínimos de seis años contra el dólar.
Si la semana arrancaba con el resurgir de hasta un 2% del peso mexicano, tras la victoria de la candidata demócrata en el segundo cara a cara contra su rival republicano, las compras no acompañaban al yuan, que tocaba mínimos de seis años contra el billete verde en los 6,75 yuanes. Ambas divisas se encuentran consolidando precios, pero mientras los expertos consultados indican que el peso mexicano sí puede volver a protagonizar un rally si Trump sigue desempeñándose peor que Clinton en la carrera hacia la Casa Blanca, el yuan parece haber perdido su correlación con el 'factor Trump'.
Lukman Otunuga, analista de FXTM, alerta de que no hay que dejar de vigilar si las elecciones de EEUU afectan al yuan, ya que un avance claro del candidato republicano en las encuestas o una victoria en el próximo debate, el 19 de octubre, frente a Clinton podrían debilitar aún más a la moneda china. Sin embargo, Trump tiene que remontar las encuestas que ahora le otorgan sólo el 35% de los votos -frente al 46% de electores que optarían por Clinton- y con su popularidad cayendo en picado, tras la filtración de un vídeo en el que emitía comentarios ofensivos hacia las mujeres, los mercados no esperan grandes turbulencias desde el otro lado del Atlántico.
En su intento por contener la caída del yuan, el banco central chino sigue consumiendo recursos de su despensa de reservas internacionales
Pero es que sobre el yuan pesan más influencias. Como la continuidad en el descenso de las reservas del país. “La debilidad en el cambio fijo diario del yuan no es más que un reflejo de la disminución, por tercer mes consecutivo, de las reservas de divisa extranjera que el Banco Popular de China reportó para septiembre”, señala Otunuga. Durante el mes pasado, la despensa de reservas del gigante asiático descendió de los 3,21 a los 3,166 billones de dólares, una bajada que certifica que el país sigue enfrentándose a una notable salida de capitales que obliga al banco central chino a consumir reservas para que esa tendencia no se traduzca en una caída mayor del yuan. Las reservas de moneda internacional de China alcanzaron su máximo en junio de 2014, cuando sumaban 3,99 billones de dólares, pero desde entonces han ido reduciéndose paulatinamente, aunque el último año han registrado un debilitamiento más agudo.
LOS OTROS FACTORES QUE JUEGAN EN CONTRA DEL YUAN
La atención que ha acaparado la depreciación del yuan se explica también porque el Banco Popular de China se ha esforzado especialmente en defender el nivel de los 6,7 yuanes por cada billete verde. De hecho, las intervenciones de la autoridad monetaria han sido constantes y gran parte de sus reservas de moneda se han esfumado en su cruzada por apuntalar el yuan ante la fuga de capitales y el fortalecimiento del dólar.
Pero China ha sufrido el mismo destino que otras economías emergentes, que ven cómo los inversores repliegan su exposición a estos países y se llevan sus capitales a valores más seguros en EEUU. “En realidad, este último movimiento se explica por una extrema fortaleza del dólar, mientras el mercado descuenta una subida de tipos por parte de la Reserva Federal (Fed) en diciembre”, explican analistas de Danske Bank.
“El yuan se ha mantenido estable con respecto el euro y contra el resto de divisas contra las que China se mide, asimismo, la reciente depreciación está en línea con el patrón visto en los dos últimos años”, explican desde la entidad danesa. “La divisa asiática se mueve bruscamente en fracciones cortas de tiempo y después sigue un período de estabilización”, aclaran.
Así, desde Danke Bank apuestan por que el dólar acabe cambiándose a 7,1 yuanes a un año vista y señalan varios factores que pesan en el desempeño del yuan en los próximos 12 meses. “El crecimiento seguirá viéndose presionado en los próximos años; la elevada deuda necesita que los tipos de interés se mantengan bajos; habrá un aumento gradual de los tipos de interés en EEUU; la inversión extranjera directa está en números negativos ya que el país ha incrementado sus inversiones en el exterior; y el riesgo de una crisis financiera en el país sigue incrementándose”, explican estos analistas.
El yuan, por tanto, parece haberse inmunizado de la contienda electoral nortemaericana. Todo indica que, gane quien gane la presidencia en EEUU, el yuan se depreciará, de ahí que no haya reaccionado con tanta alegría como lo ha hecho el peso mexicano a los recientes infortunios en la campaña de Donald Trump.
EL PESO Y EL PETRÓLEO
No ocurre lo mismo con el peso, que continúa conectado a los debates y las encuestas en EEUU, aunque sin perder de vista otra referencia clave para su evolución: el petróleo. La anterior debilidad del peso mexicano se explica también, según Fernando Piqueras, operador del equipo de docentes de MolFx, “por el precio bajo del petróleo, fundamentalmente, que representa el 20% de los ingresos del gobierno mexicano”. Así, cuando los precios del petróleo han saltado por encima de los 50 dólares por barril Brent -ha llegado a cotizarse por encima de los 53 dólares-, el peso mexicano se ha comportado en consonancia.
El peso mexicano se ha convertido en "el mejor barómetro" para seguir cómo lo está haciendo Donald Trump y cuáles son sus opciones reales
Para Adrián Aquaro, fundador de Trader College, si el petróleo logra mantenerse en los niveles actuales y Hillary Clinton gana las elecciones el próximo 8 de noviembre, la divisa mexicana “puede acabar el año cambiándose más cerca de los 18 que de los 20 pesos por cada dólar”. Actualmente, se mueve en torno a los 19 pesos.
Pero Piqueras avisa de que sigue habiendo muchos factores que juegan en contra de la apreciación de la moneda mexicana. Destaca tres: “La amenaza de la subida de tasas de la reserva Federal, la elevada deuda interna y ciertos desajustes en la política económica". Como ejemplo especifico, cita también que el Banco de México ha vuelto a hacer subastas de dólares para frenar la depreciación del peso, una maniobra que he repercutido en un descenso de las reservas internacionales del país".
Pero en las escasas cuatro semanas que Trump tiene por delante para ganar el terreno perdido frente a su contrincante, los expertos insistirán en vigilar el comportamiento del peso mexicano como "el mejor barómetro del desempeño de Donald Trump”, tal y como lo definen en CNN Money.