OPINIÓN | La CNMV, ante el caso Villarejo: lo de siempre, tarde, mal y nunca

Por

Bolsamania | 26 nov, 2019

Actualizado : 09:11

La CNMV ha vuelto a decepcionar al mercado con su reacción al escándalo Villarejo. Para empezar, llega tardísimo, cuando la implicación de BBVA salió a la luz en junio de 2018, Francisco González anunció su dimisión en septiembre y se vio obligado a abandonar sus cargos honoríficos en marzo. Es cierto que se ha sumado ahora Iberdrola, pero después de tanto tiempo cabría esperar una reacción contundente. Pues no. Sebastián Albella ha hecho un comunicado burocrático sin sanciones ni obligaciones, en el que se limita a reconocer que el escándalo afecta a la reputación de nuestro mercado (solo faltaba que lo negara).

El comunicado es un paradigma del exceso de burocracia que lastra a la CNMV (y cuya desaparición fue una de las ilusiones que generó la llegada a la presidencia de Albella, a la postre frustrada). Que si tal norma, que si tal otra, que si la comisión de tal, que si el código pascual... Y recordar a las empresas que tienen la obligación de detectar estas prácticas y revelarlas al mercado aunque no hayan salido en los medios de comunicación. ¿Alguien puede pensar en serio que alguna compañía va a hacer eso? Para partirse de risa.

Como todos sabemos, los contratos con Cenyt, la empresa de Villarejo, eran perfectamente conocidos desde hace muchos años por BBVA -así lo ha reconocido Carlos Torres públicamente y Antonio Béjar en sede judicial- y supuestamente también por Iberdrola. Y también sabemos que, de no haber sido por los medios que han publicado el asunto (El Confidencial y Moncloa.com), jamás nos habríamos enterado porque estas firmas nunca los habrían desvelado motu proprio. Incluso después de tener conocimiento de ello, intentan tapar el escándalo con interminables investigaciones internas que, además, les ponen en la picota en los tribunales.

Si la CNMV se cae del guindo, debería ser consciente de que ese es precisamente el problema: que hay firmas cotizadas de primer nivel que han ocultado estas prácticas tan graves al mercado. Y lo que tendría que hacer es sancionarlas con la máxima dureza posible por ello. Pero eso es precisamente lo que no va a ocurrir; es más, permite que el consejo de BBVA siga siendo el mismo que cuando se cometieron irregularidades ¡durante 13 años!, y que siga estando controlado por el principal sospechoso de los tratos con el excomisario.

EL BUEN GOBIERNO SIGUE SIENDO UNA ENTELEQUIA

Ah, cuidado, que el supervisor advierte de que "la CNMV está analizando la posibilidad de reforzar las recomendaciones con incidencia en este campo en el contexto de los trabajos de revisión parcial del Código de Buen Gobierno de las Sociedades Cotizadas". Falsa alarma: dice recomendaciones, ninguna obligación ni castigo. Una tomadura de pelo, como todas las de las normas de buen gobierno en España.

Aquellos que se quejan de que "el Ibex" domina la política y la vida de los españoles exageran, obviamente, pero sí tienen razón en lo que se refiere al gobierno corporativo, donde tienen patente de corso y cada uno hace de su capa un sayo. Albella debería saber que, si estos casos afectan a la reputación del mercado, el cachondeo del gobierno corporativo la perjudica mucho más. Y justo en un momento en que estas cuestiones cada vez son más relevantes para los inversores internacionales.

Últimas noticias