El nuevo caos de Reino Unido o cómo pescar en aguas revueltas: ¿son los gilts una oportunidad?

Los precios de los bonos caen por su venta masiva a medida que vuelve a cuestionarse al Gobierno

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Bolsamania | 13 ene, 2025

Es uno de los grandes temas del momento, la subida de las rentabilidades de los bonos, tanto en Estados Unidos (a medida que los datos fuertes alejan la posibilidad de bajadas de tipos) como en Reino Unido (lo que se achaca mayormente a una pérdida de confianza en el Gobierno laborista). La situación es tal que ya se habla de que el nuevo Gobierno británico está 'contra las cuerdas', en particular las políticas económicas de la ministra Rachel Reeves, cuyos planes podrían desbaratarse a medida que los costes de endeudamiento se disparan.

El Presupuesto de otoño de Reino Unido, que se presentó a finales de octubre, dejó a los mercados ambivalentes ante el anuncio de un impulso al gasto fiscal financiado por mayores impuestos. Sin embargo, ahora los bonos del Gobierno británico (gilts) reaccionan con mayor sensibilidad que sus pares en el marco de la reciente venta masiva global de deuda soberana que se está produciendo, y la atención vuelve de nuevo a esos planes anunciados en otoño.

¿A QUÉ SE DEBE AHORA LA VENTA DE BONOS BRITÁNICOS?

La pregunta del millón es por qué está pasando lo que está pasando con los gilts, que recuerda lo que se vivió durante el corto mandato de Liz Truss, y la respuesta no es sencilla.

Por un lado, se achaca a la elevada deuda británica y a los planes económicas del nuevo Gobierno laborista, que ahora se estarían revisando de forma más exhaustiva y no parecen convencer en absoluto.

"Habiendo prometido ser administradores sensatos de la economía de Reino Unido antes de las elecciones, la nueva administración laborista ha sido todo lo contrario"

Y, por qué se está examinando ahora con más atención la deuda del Gobierno británico. Pues muchos apuntan al contexto internacional como detonante, en medio de los proyectos de aranceles de Donald Trump, quien se ha mostrado crítico con el primer ministro laborista, Keith Starmer, por sus planes fiscales y energéticos.

Por otro lado, las caídas se vinculan precisamente con ese contexto internacional y esa subida global de las rentabilidades de los bonos, especialmente los estadounidenses, que también están disparados.

Sea como fuere, los estrategas creen que lo que está ocurriendo abocará al Ejecutivo inglés a realizar cambios en sus políticas fiscales. En opinión de Peder Beck-Friis, economista de PIMCO, si persisten las tendencias actuales de aumento de rendimiento de los bonos y ralentización del crecimiento, crecerán las posibilidades de recortes de gasto y subidas de impuestos para que el Gobierno cumpla las nuevas normas fiscales.

"Tanto un crecimiento más débil como unos tipos de interés más altos ejercen presión sobre las finanzas públicas. A diferencia de la mayoría de los demás grandes países desarrollados, Reino Unido toma prestado dinero a un tipo de interés mucho más alto que su tasa de crecimiento económico subyacente, lo que empeora la dinámica de la deuda".

LOS LABORISTAS NO HAN SIDO SENSATOS

El reputado experto británico Michael Hewson se muestra en sus comentarios especialmente crítico con el Gobierno de su país. Afirma que, si bien algunos señalan que la subida de los rendimientos de los bonos es un fenómeno global, y que no hay motivo de preocupación, citando a EEUU como ejemplo, realmente "hay un problema más amplio en juego".

"Es cierto que los rendimientos de los bonos han estado subiendo principalmente debido a preocupaciones sobre una inflación persistente y el posible impacto de una guerra comercial, lo que podría limitar la capacidad de los bancos centrales para recortar tasas tanto como les gustaría en los próximos años. Sin embargo, el aumento de los rendimientos en Reino Unido ha sido desproporcionado en comparación con sus pares. Esto se debe a que, habiendo prometido ser administradores sensatos de la economía de Reino Unido antes de las elecciones, la nueva administración laborista ha sido todo lo contrario, golpeando a las empresas con nuevos y mayores impuestos y costes, y socavando la economía con sus críticas al legado de los conservadores", comenta tajante este estratega.

En lugar de establecer su propia agenda, prosigue Hewson, el nuevo Gobierno decidió continuar con su política de oposición de criticar al Ejecutivo anterior, "en vez de construir una visión que los inversores extranjeros pudieran respaldar".

"Es cierto que en el mismo periodo los rendimientos de EEUU también han subido, pero no al mismo ritmo. Mientras tanto, países como Francia e Italia, que tienen problemas fiscales similares, pagan tasas de interés mucho más bajas en sus préstamos a largo plazo".

¿SON LOS GILTS UNA BUENA INVERSIÓN?

Con los rendimientos de los gilts de Reino Unido en máximos de varios años y los precios en mínimos, y con la libra cayendo en los mercados de divisas, Hewson se pregunta si los gilts son una buena inversión a estos precios, y no es el único.

"Esa es una pregunta válida, y depende de varios factores, uno de los cuales es si los inversores extranjeros tienen confianza en la capacidad del Gobierno para gestionar la economía de Reino Unido".

La evidencia actual sugiere que esa confianza es baja, con crecientes preocupaciones de que la economía británica está entrando en un periodo de estanflación: alta inflación persistente y bajo crecimiento, reconoce Hewson. Además, coincide con el estratega de PIMCO y dice que hay un temor a que la ministra vuelva a subir impuestos "tras haber visto su margen fiscal reducido por el aumento de los rendimientos, después de cambiar las reglas fiscales para financiar más de 140.000 millones de libras en endeudamiento adicional".

"En resumen, el Gobierno se encuentra en un problema creado por sí mismo, y necesita despertar al hecho de que, si desea que los inversores internacionales financien sus planes de endeudamiento, debe transmitir la impresión de que sabe lo que está haciendo. Además, necesita un plan de crecimiento real, no simplemente destinar miles de millones de libras al sector público sin perspectivas de retorno o mejoras en la productividad, mientras sigue penalizando a los generadores de riqueza en el sector privado", apunta contundente Hewson.

Así, aunque reconoce que los precios de los gilts están en su punto más bajo en años, dice que eso no significa que no puedan caer aún más. "Si la ministra regresa al mercado más tarde este año con planes de endeudarse más, el temor es que los rendimientos puedan subir aún más".

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