"La megatendencia de la inteligencia artificial sigue creciendo y aumentando su impacto"
WisdomTree cree que es posible que haya un riesgo de sobrevaloración a corto plazo
La inteligencia artificial (IA) se ha convertido en uno de los temas de moda en el mundo. El tan repentino como meteórico ascenso de ChatGPT (OpenAI) parece haber disparado no solo el interés, sino también la inversión en esta tecnología que nos acompaña desde hace casi un siglo, pero cuyos avances pueden cambiar el mundo como lo conocemos.
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"La inteligencia artificial va a cambiar la tecnología... y los mercados y economías"En la carta a los accionistas de 2022, el consejero delegado de Amazon, Andy Jassy, señaló a la IA generativa y a los modelos lingüísticos de gran tamaño (LLM), como un pilar “fundamental” para “preparar a Amazon para innovar en todas las áreas de nuestro negocio durante muchas décadas y en la que estamos invirtiendo mucho”. “El aprendizaje automático es una tecnología muy prometedora desde hace varias décadas, pero no ha sido hasta los últimos cinco o diez años cuando las empresas han empezado a utilizarla de forma más generalizada. Este cambio se vio impulsado por varios factores, entre ellos el acceso a más recursos informáticos a precios más bajos que nunca”, explica el ejecutivo del gigante tecnológico.
Jassy también indicó que Amazon lleva 25 años utilizando el aprendizaje automático, el cual emplea en todo tipo de aplicaciones: desde recomendaciones personalizadas de comercio electrónico hasta rutas de recogida en centros de distribución, pasando por drones para Prime Air, Alexa o los numerosos servicios de aprendizaje automático que ofrece Amazon Web Services.
“Podría escribir una carta entera sobre los LLM y la IA Generativa, ya que creo que serán así de transformadores, pero lo dejaré para una futura carta. Digamos simplemente que los LLM y la IA Generativa van a ser un gran negocio para los clientes, nuestros accionistas y Amazon”, sentenció el CEO.
Para Chris Gannatti, jefe global de investigación de WisdomTree, “cuando el consejero delegado de Amazon hace una declaración así, hay que prestar atención”. Asimismo, el experto de la gestora neoyorquina subraya que el Índice de IA de Stanford, un informe elaborado anualmente por el Instituto de Inteligencia Artificial Centrada en el Ser Humano de la prestigiosa universidad californiana, arroja varias e interesantes conclusiones.
La primera se podría resumir en que no es ChatGPT todo lo que reluce, ya que, lo largo de 2022, se produjeron otros importantes avances en el campo de la inteligencia artificial. Por ejemplo, en febrero de 2022, la compañía inglesa DeepMind capacitó a un sistema de aprendizaje por refuerzo para controlar el plasma de fusión nuclear en un totamak, un dispositivo utilizado para contener el plasma en una reacción de fusión. “Muestra un caso notable de uso de la IA para ayudar a la investigación científica en un área muy difícil”, explica Gannatti.
Asimismo, en abril, Google lanzó su modelo de lenguaje de gran tamaño PaLM con 540 parámetros, un “paso importante, que demostró se podía mejorar el rendimiento de estos modelos entrenándolos con más datos”. Un mes mas tarde, en mayo, DeepMind presentó Gato, un modelo capaz de generalizar actividades como la interacción robótica, la reproducción de juegos, el subtitulado de imágenes y la generación de lenguaje natural. Y en junio, GitHub presentó Copiloto, un sistema de inteligencia artificial generativa capaz de convertir los mensajes en lenguaje natural en sugerencias de codificación en varios idiomas… entre muchos otros.
La otra es que, aunque 2022 ha sido el año del despegue en popularidad, no lo ha sido en cuanto a la inversión. “La IA ha sido una de las áreas “más candentes” para la inversión empresarial, pero el nivel total de inversión se redujo de 276.140 millones de dólares en 2021 a 189.590 millones de dólares en 2022 debido a la “volatilidad del mercado”, subraya Gannatti. Hasta entonces, la inversión había ido creciendo año a año en la última década: pasando de 14.570 millones de dólares en 2013 a 53.720 millones en 2017 y alcanzando los 146.740 millones en 2020 hasta dispararse definitivamente en 2021.
Según los datos de la Universidad de Stanford, las dos categorías más importantes que engloban el nivel de inversión en IA en los últimos tiempos han sido las de “Fusión o adquisición” de compañías y la “inversión privada”. De acuerdo con estos datos, ambas categorías cayeron significativamente de 2021 a 2022, ya que se ralentizan “en entornos económicos menos seguros” como el actual “debido al rápido aumento del coste del capital por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos”.
Asimismo, estas cifras también muestran que la inversión privada está muy diversificada según el área de interés al que aplicar la IA: reconocimiento fácil, entretenimiento, contenido audiovisual, energías, semiconductores, etc. De estos segmentos, el médico y de atención sanitaria fue el que más inversión captó en 2022 seguido del procesamiento de datos y la nube, puestos que se invirtieron en 2021.
Paralelamente, el área de ciberseguridad y protección de datos fue el cuarto segmento de mayor inversión en 2022 y el que experimentó una mayor aceleración, lo que significa que la inversión en 2022 fue mucho mayor que en 2021. Según Gannati, la explicación está en que el conflicto entre Rusia y Ucrania en el año 2022 ha despertado un gran interés por la ciberseguridad.
Según el experto de WisdomTree, la atención que ha generado la IA en los cuatro primeros meses de 2023 ha sido notable y esto “suele dar lugar, por lo menos, a cierta exageración y a cierto riesgo de sobrevaloración a corto plazo”. Sin embargo, señala, lo que se destaca en la carta del consejero delegado de Amazon y se puede medir en el informe del Índice de IA de Standforf, es que la megatendencia de la IA “sigue creciendo y aumentando su impacto en la sociedad y en las empresas”.
Según el responsable de investigación temática de Morgan Stanley en Europa, Edward Stanley, la inteligencia artificial es un “serio competidor” con un “potencial real de impacto en el mercado” de entre todas las muchas posibles inversiones tecnológicas. “Va a cambiar el ecosistema tecnológico e impactará en los mercados y en las economías”, sentencian.