El indicador de valoración más fiable, en máximos desde las puntocom
El PER de Shilling pronostica que los retornos de Wall Street seguirán siendo bajos
Actualizado : 09:20
Han pasado 25 años desde que el retorno a largo plazo de Wall Street fuera tan bajo como en la actualidad. Desde la burbuja de las puntocom a principios del año 2000, el índice S&P 500 ha producido un retorno anual del 1,4% (ajustado por dividendos).
El CAPE (Cyclically-Adjusted Price/Earnings Ratio), enunciado por Robert Shiller, profesor de finanzas de la Universidad de Yale y premio Nobel en Ciencias Económicas, alcanzó su máximo histórico en el auge de la burbuja de las puntocom. Por aquel entonces, proyectó unas pobres perspectivas de retorno busátil a largo plazo del mercado estadounidense.
El CAPE o PER de Shilling pronostica retornos bajos para los próximos años
El indicador CAPE o PER de Shiller, mide la relación entre el precio actual de un índice y el beneficio neto real medio de una compañía durante la última década. Las dos décadas previas al año 2000, el retorno anual ajustado por dividendo de la bolsa estadounidense fue del 6,9%.
Durante la burbuja de las puntocom, este popular indicador alcanzó los 44,2 puntos, mientras que en estos momentos se sitúa en los 33,2. En ningún momento de la historia estadounidense, había estado antes a estos niveles. Con todo, antes de que las acciones empezaran a dispararse en 1992, el CAPE estaba por debajo de los 20 puntos.
Los inversores pueden ver ahora el vaso medio lleno o medio vacío. Si eligen la primera alternativa, se ceñirán a lo ocurrido después de 1992, cuando las acciones se dispararon y promediaron un retorno anual ajustado por dividendos del 11%. La clave es dirimir si piensan que el rendimiento a largo plazo del mercado estará por encima del 6% anual.
Algunos piensan que el mercado debería recompensar a aquellos por el riesgo en el que incurren al mantener las acciones en cartera. De ser así, el parqué podría elevar los retornos más bajos y reducir los más altos. Por su parte, Shiller rebajó el pasado fin de semana el dramatismo y afirma no estar proyectando un nuevo crash bursátil, sino un menor nivel de beneficios.