Economía/Finanzas.- Las antiguas cajas pagaron un 9% más de impuestos en 2018, un total de 2.500 millones
CECA advierte de que cualquier medida sobre el Impuesto de Sociedades impacta en la competitividad
MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
Las entidades adheridas a la Confederación Española de Cajas de ahorro (CECA) soportaron impuestos por 2.500 millones de euros en 2018, un 9% más que un año antes, y su contribución fiscal (que incluye también los tributos recaudados) ascendió a 4.997 millones de euros.
Por primera vez desde que se realizan los informes de contribución fiscal de CECA, los tributos soportados superaron en tres millones a los recaudados. Durante la presentación del estudio de 2018, CECA ha defendido que la contribución de las antiguas cajas se sitúa en niveles "muy razonables y equiparables a cualquier país europeo".
El director de asesoría fiscal de CECA, Juan de Villota, ha explicado que, de cada 100 euros que ganan las entidades financieras adheridas a la patronal, 38 se destinan al pago de impuestos, lo que "dista de la realidad que se pretende trasladar del sector financiero" en cuanto a su contribución fiscal, que en el caso de CECA, además, se dirige a las arcas del Estado español, las CC.AA. y las administraciones forales, por su baja presencia internacional.
Los impuestos soportados, que son los que suponen un coste para las entidades y afectan directamente a la cuenta de resultados, crecieron un 9%, hasta 2.500 millones de euros, de los que el 39%, 974 millones (-4%), fueron contribuciones a la Seguridad Social.
Asimismo, el IVA soportado no recuperable ascendió a 603 millones y el Impuesto sobre los Depósitos de las Entidades de Crédito (IDEC) fue de 150 millones, un 6% por debajo de un año antes.
Según ha explicado De Villota, el sector financiero, al no repercutir el IVA sobre los productos que ofrece, no puede deducir el IVA que soporta en todos los bienes y servicios que adquiere, por lo que el sector asume la totalidad de este impuesto.
De su lado, el impuesto sobre beneficios que soporta el sector de las antiguas cajas se ha casi quintuplicado respecto a 2017, hasta 492 millones de euros, y la tributación autonómica y municipal ha supuesto un coste de 263 millones, un 21% menos, al estar vinculada a los activos inmobiliarios, en los que las entidades han reducido sus inversiones.
Respecto a los impuestos recaudados, que no son propios de las entidades de crédito sino que se recaudan de clientes y se trasladan a la Hacienda Pública, ascendieron a 2.497 millones en 2018, un 2% menos, destacando las aportaciones de los empleados a la Seguridad Social y Hacienda (-1% respecto a 2017), que representaron el 53% del total recaudado. Las retenciones sobre rentas de instrumentos financieros, de seguros y de pensiones descendieron un 9%, hasta 692 millones, y los tributos sobre ventas y servicios aumentaron un 10%, hasta 407 millones.
CARGA IMPOSITIVA ES DEL 50% AL CONTABILIZAR TODAS LAS APORTACIONES
Con todo, el tipo impositivo total fue del 38% de lo ganado, tres puntos menos que en 2017 por el aumento del beneficio.
Sin embargo, desde CECA han señalado que las entidades de crédito de otros países cuentan con impuestos específicos para evitar crisis futuras. Para este objetivo, las entidades españolas realizan aportaciones a instrumentos como el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), el Fondo Único de Resolución (FUR) y el Mecanismo Único de Resolución (MUR).
En 2018, las entidades adheridas a CECA realizaron aportaciones de 602 millones al FGD, de 209 millones al FUR y de 19 millones al MUS, unas cargas que impactan en resultados y que si se contabilizasen como tributos elevarían el tipo impositivo sobre resultados hasta casi el 50%, ha asegurado el director de asesoría fiscal de CECA.
ADVERTENCIA SOBRE EL TIPO MÍNIMO DE SOCIEDADES
Durante la presentación, Juan de Villota también se ha referido a la propuesta de un tipo mínimo de Sociedades sobre el resultado contable que no le parece "adecuado ni razonable".
Según ha advertido, todas las medidas sobre el Impuesto de Sociedades son "muy sensibles" sobre la competitividad, no solo del sector financiero, sino de España frente a otros países. "Si no somos competitivos con el IS, la capacidad de atracción de empresas se va a ver mucho más limitada frente a países de nuestro entorno, estamos compitiendo en un marco global", ha alertado De Villota.
Además, el director de asesoría fiscal ha cargado contra la propuesta de exigir un tipo mínimo a las empresas sobre su resultado contable. "No parece razonable y creo que el resultado contable no refleja adecuadamente la capacidad económica de las empresas en general. Si tenemos un impuesto que únicamente nos grava sobre ingresos brutos, tendremos una suerte de IVA, un nuevo impuesto sobre la facturación de las entidades", ha explicado De Villota, quien aboga por utilizar la base imponible como baremo.