Economía.- Varios miembros del Consejo de Gobierno del BCE preferían una subida mayor de 25 puntos básicos en julio
MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) acordó en su reunión de política monetaria del 8 y 9 de junio anunciar una subida en julio de 25 puntos básicos de los tipos de interés, aunque en las discusiones previas al consenso finalmente alcanzado varios miembros se mostraron a favor de evitar un compromiso previo y dejar abierta así la puerta a una subida de mayor intensidad.
Según la reseña de la reunión del Consejo de Gobierno publicada este jueves por el BCE, "varios miembros expresaron una preferencia inicial por mantener la puerta abierta para un aumento mayor en la reunión de julio", al considerar que la señal "no debe verse como un compromiso incondicional" con el fin de disponer de margen para ajustar el movimiento de tipos si la información disponible para la reunión de julio afectara materialmente a la perspectiva de inflación a medio plazo.
No obstante, la determinación de que la señal de subida de tipos en julio fuera de 25 puntos básicos respondió a la probabilidad de que un aumento inicial moderado fomentara un ajuste continuo y ordenado del mercado en medio de una gran incertidumbre, mientras que un incremento inicial mayor y preventivo corría el riesgo de desencadenar ajustes excesivos en las tasas de interés de mercado, lo que podría ser contraproducente, especialmente si los riesgos al alza no se materializan.
En este contexto, se acordó ampliamente que el Consejo de Gobierno debería ser más específico en este punto sobre sus expectativas para la reunión de septiembre y, en particular, abrir la puerta a un aumento de las tasas de interés oficiales del BCE en más de 25 puntos básicos si las perspectivas de inflación de medio plazo no hubieran mejorado para ese momento.
Por otro lado, durante el cónclave se llamó la atención sobre la ampliación de los diferenciales soberanos en los últimos meses, señalándose que el establecimiento de una herramienta antifragmentación no estaba reñido con la necesidad de contener las presiones inflacionarias.
"De hecho, abordar la fragmentación podría considerarse necesario para colocar al Consejo de Gobierno en una mejor posición para acelerar la normalización de la política monetaria si las perspectivas de inflación lo justifican", señalaron.
Asimismo, durante la reunión se hizo un llamamiento para acelerar y competar con rapidez los trabajos respecto de una posible nueva herramienta antifragmentación, ya que el riesgo de escisión podría intensificarse a medida que el BCE avance con la normalización de su política monetaria.