Dunas Capital apuesta claramente por la renta fija en detrimento de las bolsas
"Hay alternativas de importantes rentabilidades en deuda como para no tener que entrar en bolsa"
Actualizado : 14:44
La gestora Dunas Capital ha presentado este miércoles sus perspectivas y estrategia de mercado de cara al segundo semestre del año, por la que apuesta claramente por la renta fija en detrimento de las bolsas en vista del ratio de riesgo-rentabilidad en un contexto marcado por los elevados tipos de interés en Estados Unidos y en Europa.
En un encuentro con los medios, los ejecutivos de Dunas Capital han expuesto que buena parte de su cartera se centra en los bonos públicos del Tesoro estadounidense, que ofrece rendimientos del 4%, y la deuda privada, especialmente la bancaria y la corporativa de calidad, que presenta rentabilidades por encima del 5%, aunque han adelantado que también diversificarán estos activos con deuda pública europea en la medida en que vaya ofreciendo mejores intereses.
La estrategia viene determinada principalmente por las subidas de los tipos de interés de la Reserva Federal (Fed) en Estados Unidos, que se sitúan ahora en el 5-5,25%, y el Banco Central Europeo (BCE) en la eurozona, en el 4%, en tanto que el panorama futuro apunta a una desaceleración económica y la subsiguiente reducción de los márgenes y beneficios empresariales.
En ese sentido, han puesto como ejemplos a compañías como la alemana BMW, que ha pasado de ofrecer deuda a un interés prácticamente nulo hasta llevarlo al 5%; o las españolas Unicaja e Ibercaja, que han ofrecido letras a 18 meses con interes en torno al 5% y el 6% cuando la letra española ofrece ahora una rentabilidad que es 200 puntos básicos (un 2%) menor.
De hecho, han profundizado en las oportunidades de inversión que han surgido en el primer semestre del año respecto a los bonos bancarios a la vista de la subida de tipos de interés y la retirada de liquidez del Banco Central Europeo (BCE), la crisis del Credit Suisse el pasado marzo y los propios planes de financiación de las entidades.
Ese mes de marzo, por ejemplo, el temor a un contagio al resto del sector financiero por parte de la entidad suiza hizo que desde Dunas pudiesen adquirir bonos de Caixabank a un precio menor y que ahora les ofrecen, tres meses después, unos rendimientos de entre el 6% y el 7% y un pronóstico de TIR (tasa interna de rentabilidad) del 11%.
"Hay alternativas de importantes rentabilidades en deuda como para no tener que entrar en bolsa", han añadido durante la presentación, y además, si bien los beneficios empresariales se van a reducir, las compañías van a seguir teniendo músculo y balances buenos para afrontar sus deudas, por lo que se mantiene la apuesta por bonos corporativos de alta calidad.
Por ello, en lo referente a la estrategia en renta variable, desde Dunas apuestan por adoptar una baja exposición y centrarse en valores defensivos a precios razonables, lo que se traduce en entradas en empresas y sectores que generan mucha caja, como pueden ser las telecomunicaciones, petroleras, farmaceúticas y 'utilities'.
Por contra, desde la gestora han señalado que han salido del sector automovilístico (a excepción de Mercedes, por estar más enfocado en el sector lujo), las compañías de 5G por su ya elevada implantación y las encargadas de la distribución de energías en España.
A propósito de España, los directivos de Dunas, preguntados por el efecto que puedan tener las próximas elecciones generales en los mercados, han descartado que cualquier resultado vaya a cambiar de manera significativa el paradigma financiero.
No obstante, han señalado que el Gobierno que surja de las urnas va a tener que reestructurar sus gastos e ingresos por el incremento de los intereses (España tiene una deuda del 113% del PIB) en un momento en el que el BCE está retirando la compra de bonos públicos.
En cuanto a las perspectivas de inflación en las principales economías desarrolladas, desde Dunas han observado que, aunque se están corrigiendo, las expectativas medio plazo apuntan a unas tasas del 2,5%, mientras que los indicadores económicos van perdiendo fuerza pero aguantan gracias a los niveles de pleno empleo y el tirón del sector servicios en detrimento del manufacturero.
La conclusión que han dejado los ejecutivos es que "no vemos crecimiento en el horizonte".