Dos razones por las que el oro marcará nuevos máximos a finales de 2023

Serán claves la demanda de activos defensivos y los giros monetarios

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Bolsamania | 21 may, 2023

Actualizado : 10:35

No hace mucho el oro superaba máximos históricos, Entró en el segundo trimestre del año con gran fuerza, aunque recientemente ha perdido el nivel psicológico de los 2.000 dólares por onza y los inversores se preguntan qué cabe esperar para el metal precioso en los próximos meses. En WisdomTree lo tienen claro: más subidas. De hecho, los expertos de la firma creen que marcará nuevos máximos a finales de 2023, y hay dos razones para ello.

Así lo apunta Nitesh Shah, director de análisis de WisdomTree, en uno de los últimos informes de la firma neoyorquina. "Esperamos que el oro alcance un nuevo máximo histórico (nominal) a finales de año", comenta, y lo hará impulsado por la demanda de activos defensivos y los giros monetarios.

En lo que va de 2023 el posicionamiento especulativo neto en futuros del oro "ha aumentado considerablemente", especialmente tras el colapso del Silicon Valley Bank (SVB). "Antes de los problemas bancarios, el posicionamiento en los futuros del oro (una muestra del interés de los inversores por el oro) parecía bastante débil", aunque ahora la situación es muy diferente, explica este experto.

Y es que su condición de activo refugio ha devuelto el interés en el metal precioso para poder hacer frente a la crisis bancaria desatada en EEUU, que aún no se ha cerrado. Los inversores minoristas han apostado con fuerza por el metal precioso, pero también ha sido importante el papel que han otorgado los bancos centrales al oro como diversificador de divisas.

"Los bancos centrales de los países en desarrollo han sido los principales compradores de oro en la última década. En general, desean diversificarse y alejarse del dólar estadounidense. La motivación es evitar 'importar' la política monetaria estadounidense. Pasarse a cualquier otra moneda fiduciaria (como el euro o el yen) conlleva los mismos problemas que mantener el dólar estadounidense, pero con una liquidez potencialmente menor. El oro, como pseudodivisa que ha desempeñado un papel, formal e informal, como instrumento monetario durante varios milenios, ha vuelto a estar de moda entre muchos bancos centrales", destaca Shah.

Dice que "el paso al oro (la pseudodivisa que no controla ningún banco central) se ha considerado la alternativa más adecuada", sobre todo por Rusia ante las sanciones que provocó su invasión de Ucrania (en 2022 compró 28 toneladas de oro), y los bancos centrales han seguido comprando el metal precioso este año para sortear la crisis bancaria. De hecho, "las reservas mundiales de oro aumentaron en 114 toneladas en el primer trimestre del año", lo que supone "el comienzo de año más fuerte en términos de compras de oro por parte de los bancos centrales desde 2010".

Cabe destacar que China lleva cinco meses consecutivos declarando compras de oro, y también que la Autoridad Monetaria de Singapur añadió casi 69 toneladas de oro a sus reservas en el primer trimestre de 2023, marcando sus primeras compras desde 2021 y aumentando sus tenencias de oro en un 45% en comparación con sus tenencias a finales de 2022. "En términos netos, Singapur ha sido el mayor comprador de oro en lo que va de año", comenta este experto, que cree que al tratarse de una nación pequeña y centrada en el exterior, podría estar más expuesta que otras naciones a los trastornos mundiales y, por tanto, actuar con esas precauciones.

EL TECHO DE DEUDA DE EEUU, PRÓXIMO CATALIZADOR

Con la crisis bancaria aún sin resolver, es de esperar que el interés de los inversores en el oro siga creciendo, así como el de los bancos centrales que usan el metal precioso como diversificador de divisas, sobre todo a tenor de los problemas sobre el techo de deuda en EEUU. Ese podría ser, dice WisdomTree, "el próximo catalizador" del interés por el oro.

El techo de la deuda es el límite autoimpuesto por el gobierno estadounidense sobre la cantidad de dinero que puede pedir prestado para pagar servicios como la seguridad social, Medicare y el ejército. El Congreso es el encargado de fijar el límite de la deuda, que actualmente se sitúa en 31,4 billones de dólares y que se alcanzó ya hace unos meses, por lo que urge elevarlo o, de lo contrario, Estados Unidos podría incurrir en el impago.

Ya se ha elevado en 78 ocasiones desde 1960, bajo el mandado tanto de presidentes demócratas como republicanos, y es algo que podría volver a ocurrir. Las negociaciones siguen su curso y se espera que el acuerdo llegue 'in extremis', después de que el Tesoro estadounidense lleve meses tomando "medidas extraordinarias" para garantizar que el Gobierno paga sus facturas. La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, ya ha advertido que el dinero se acabará el 1 de junio y que ya no hay más "trucos presupuestarios" que se puedan adoptar para seguir adelante, por lo que urge el acuerdo más que nunca.

Si lo lo hay, EEUU podría enfrentarse a un impago soberano o a severos recortes del gasto, y "ninguno de los dos resultados sería deseable y echaría por tierra todas las esperanzas de un aterrizaje suave", afirma Shah, que cree que el Congreso debe "actuar con rapidez para evitar un desastre económico" de estas proporciones. Aunque aleta de que "incluso un acuerdo en el último momento puede resultar muy perjudicial, ya que los inversores, nerviosos, pueden retraerse del riesgo".

"En consecuencia, esperamos que siga aumentando la demanda de oro como cobertura", apunta el experto de la firma neoyorquina. En concreto, ve varios posibles escenarios para el metal precioso este año:

1. Consenso

Como dice este analista, "el riesgo es claramente alto este año si se materializa una recesión o una crisis financiera". Y es que el oro "es un activo muy codiciado en épocas de tensión económica y financiera, por lo que una recesión podría impulsar aún más el sentimiento por el metal".

En este escenario, el oro alcanza los 2.285 de dólares estadounidenses/onza en el primer trimestre de 2024, superando los máximos nominales históricos (2.061 dólares estadounidenses/onza el 7 de agosto de 2020) en el cuarto trimestre de 2023, con 2.260 dólares estadounidenses/onza. Sin embargo, remarca WisdomTree, en términos reales, no alcanza el máximo histórico, que se alcanzó en enero de 1980. De hecho, estaría un 33% por debajo de ese nivel. Y, en términos reales, sigue estando un 10% por debajo del máximo de 2020.

2. Caso alcista

"En esta situación, la Reserva Federal (Fed) presta atención a las señales de alarma de los mercados financieros y acelera el giro de su política monetaria. Si el banco central estadounidense comienza la expansión monetaria antes del verano de 2023, los rendimientos de la renta fija caerán y, suponiendo que se mueva antes que el Banco Central Europeo y otros grandes bancos centrales, podríamos ver cómo el dólar estadounidense se deprecia a un ritmo más rápido", comenta Shah.

La firma neoyorquina cree que la inflación "seguirá siendo elevada", ya que la suavización de la postura de la Reserva Federal "no logrará generar la deflación de los precios de los bienes necesaria para reducir la inflación general en la situación de consenso". Así, suponiendo que los temores financieros a los que responde la Fed sean reales, "esperamos que el posicionamiento en los futuros del oro siga siendo elevado".

En esta caso, el oro podría alcanzar los 2.517 dólares estadounidenses/onza. Esto supondría un 22% más que el máximo nominal histórico (alcanzado en agosto de 2020) y un 1% más que ese nivel en términos nominales. Sin embargo, sería un 28% inferior al máximo real histórico alcanzado en 1980.

3. Caso bajista

En el escenario bajista, la inflación cae al 1,8%, es decir, por debajo del objetivo de la Reserva Federal. "En esencia, la Fed comete un error de política al exagerar el endurecimiento. Los rendimientos de la renta fija suben y el dólar estadounidense se aprecia a medida que una Reserva Federal demasiado entusiasta supera a otros bancos centrales", comenta Shah. Aunque en WisdomTree reconocen que tal situación "aumenta el riesgo de recesión, y por lo tanto podría ser positivo para el oro atrayendo a más inversores hacia el metal amarillo como cobertura".

En esta situación, el oro podría alcanzar los 1.725 dólares estadounidenses/onza, retrocediendo los precios hasta los niveles de noviembre de 2022.

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