La City: "Si hay retroactividad en las hipotecas, España será Banana Republic"
Muchos inversores abandonarán nuestros bancos por la inseguridad jurídica
Actualizado : 09:15
Los inversores internacionales no dan crédito al sainete del Tribunal Supremo con el impuesto de las hipotecas (Actos Jurídicos Documentados, AJD). Ya habían puesto a nuestro país en cuarentena tras la sentencia que supuso el cambio de criterio del Alto Tribunal, ante la posibilidad de que fuera retroactiva y destrozara las cuentas de la banca. Ahora, van más allá y muchos consideran que, si se confirma esa retroactividad -aunque solo sea de cuatro años-, España perderá toda credibilidad y entrará en la categoría de las repúblicas bananeras.
Un banquero privado domiciliado en la City londinense asegura quelos inversores no van a tolerar ningún tipo de retroactividad: "Si se puede cambiar una norma de la noche a la mañana y hacer ese cambio retroactivo con fuertes pérdidas para las empresas, España pasará a ser Banana Republic. Nadie podrá confiar en el país y la seguridad jurídica se evaporará", asegura.
Y añade: "El mercado piensa que, si hoy hacen eso con un impuesto, mañana lo harán con otro, o con cualquier otra norma; desaparecerá toda la confianza de los inversores en el país". Y esto puede ser demoledor en un contexto de constantes amenazas de nuevos impuestos, subidas de cotizaciones y otras medidas contra empresas y bancos.
Un analista español que trabaja también en Londres va más allá: "Es como si en España hubiera patente de corso para meterte la mano en la cartera en cualquier momento y sin previo aviso". A su juicio, aquí tenemos un grave problema con la percepción de los bancos como una especie de entidades malignas que solo buscan engañar a los clientes: "La gente no se da cuenta de que los bancos no son entelequias, de que tienen muchos pequeños accionistas directos o a través de fondos para los que es una tragedia que un banco se hunda, como hemos visto en el caso del Popular".
LA INCERTIDUMBRE SE PROLONGA AÚN MÁS
"Tiene pinta de que Madrid se va a llevar a todas las firmas que salgan con el Brexit", ironiza un banquero de inversión. Como publicaba 'Bloomberg' este fin de semana, la capital española apenas ha atraído a 50 empleados de Credit Suisse, mientras que el grueso de los traslados motivados por la salida de Reino Unido de la UE -muchos menos de los que se temía, de momento- han tenido como destino Frankfurt y París. Aparte de los atractivos de estas dos ciudades y de la escasa infraestructura madrileña, la inseguridad jurídica es un factor que juega claramente en nuestra contra.
La incertidumbre se prolongó un poco más este lunes con el aplazamiento de la decisión después de ocho horas en las que ni siquiera se discutió la clave del asunto: la posible retroactividad. Y todos los escenarios son posibles: desde un nuevo cambio de criterio que vuelva a la doctrina tradicional del Supremo (el impuesto debe pagarlo el cliente), pasando por mantener el nuevo criterio solo de ahora en adelante, hasta que este se aplique de forma retroactiva. Y ahí hay dos posibilidades: que la retroactividad aplique solo a los últimos cuatro años, como sostiene la mayoría de juristas, o que sea total desde 1995.
"LOS TRIBUNALES NO SON CONSCIENTES DE LAS CONSECUENCIAS DE SUS ACTOS"
"Los tribunales en España no son conscientes del enorme impacto que tienen sus sentencias en la economía y la sociedad. Parece que viven en una burbuja jurídica fuera de la realidad y no les importa el daño que puedan hacer. Ya se vio con las cláusulas suelo o con la OPV de Bankia", añade el gestor de patrimonios citado.
Hasta ahora, la actuación del Gobierno -subidas de impuestos en plena desaceleración, constantes contradicciones, falta de solución para el desafío catalán, incertidumbre sobre las elecciones- solo había frenado nuevas inversiones de los gigantes internacionales porque, a pesar de todo, prefieren estar en España a polvorines como Italia o Reino Unido. Pero una sentencia retroactiva puede llevarles a deshacer las posiciones actuales, con consecuencias gravísimas para nuestra economía.