Cara y cruz del repunte de los bonos de EEUU: ¿cómo afectará a la bolsa?
La mayoría de los expertos apuntan a que la renta variable se volverá menos atractiva
Actualizado : 09:11
Los bonos americanos se han convertido en el nuevo tema de moda en los mercados, con permiso de Italia. El repunte de la rentabilidad del título a 10 años, que se encuentra en máximos desde 2011, ha llamado la atención de los expertos, que se han lanzado a valorar cuáles podrían ser las repercusiones de esta subida, sobre todo para la bolsa. Y lo cierto es que hay opiniones para todos los gustos.
Todos los analistas coinciden en el diagnóstico. El repunte de la rentabilidad de los bonos americanos se debe a tres causas: primero, a la buena marcha de la economía estadounidense, que no deja de dar signos de su buen estado de salud; segundo, a las palabras del presidente de la Reserva Federal estadounidense (Fed), Jerome Powell, que ha confirmado que seguirán las subidas de los tipos de interés -puede que a un ritmo más rápido- porque todavía están "muy lejos de ser neutrales" y porque todo apunta a que los datos económicos seguirán siendo buenos; y tercero, a la presión bajista que están ejerciendo algunos inversores sobre el bono a 10 años, que mantienen un número récord de posiciones cortas y apuestan a que los precios caerán aún más.
Sin embargo, en lo que no parecen estar tan de acuerdo es en los efectos que tendrá la subida de la rentabilidad de los bonos en la renta variable. Nicolás López, director de análisis de MG Valores, asegura que pese a las caídas que se han registrado en los últimos días en bolsa no se puede decir que la tendencia que están marcando los bonos haya afectado a este mercado. Y eso se debe, dice, a que "a estos niveles la bolsa sigue siendo atractiva". De hecho, este experto asegura que la renta variable aún puede aguantar un mayor repunte de la rentabilidad de los bonos.
"Necesitamos una temporada de resultados optimista para que las acciones mantengan su impulso alcista"
"Lo históricamente normal en los bonos es una rentabilidad de entre el 4% y el 4,5%", dice López, que explica que mientras no supere esa cota y la inflación de EEUU siga en torno al 2% la bolsa "puede aguantar" y seguirá siendo atractiva para los inversores. Sin embargo, no es una opinión compartida. Juan José Fernández-Figares, analista de Link Securities, cree que la renta variable puede ser la gran "damnificada" de toda esta situación.
En su opinión, si la Fed sigue elevando los tipos de interés las bolsas se verán presionadas "ya que llegará un momento en el que los bonos, por la rentabilidad que puedan alcanzar, serán otra vez atractivos para los inversores, sobre todo para los más conservadores", lo que les llevará a abandonar la renta variable. De hecho, señala, "el fuerte repunte de la rentabilidad de los bonos estadounidenses y la fortaleza mostrada por el dólar, que convierte estos activos en opciones atractivas de inversión, ha provocado la debilidad de las bolsas" en las últimas jornadas. Y cree que la situación seguirá repitiéndose si continúa la "venta masiva de bonos".
LOS RESULTADOS EMPRESARIALES, LA CLAVE
La única forma de evitar la caída de la bolsa es que los resultados empresariales convenzan a los inversores. Así lo explican los analistas de FXTM, que dicen que "necesitamos una temporada de resultados optimista para que las acciones mantengan su impulso alcista", dado que los riesgos están creciendo porque "los mercados de renta fija parecen muy atractivos".
Y en la misma línea se expresan los expertos de AJ Bell, que señalan que la próxima temporada de resultados (correspondiente al tercer trimestre) "será una prueba clave". Recuerdan que las estimaciones de beneficios han venido aumentando durante la primera mitad del año, aunque ya se ha podido ver cómo las previsiones para el último trimestre del año "empiezan a aplanarse". En su opinión, "si el impulso de las ganancias se agota, podría haber problemas, especialmente si la perspectiva de un mayor rendimiento de los bonos comienza a persuadir a los inversores para que reduzcan su asignación a la renta variable en busca del mayor rendimiento" que le podría dar la renta fija.
"No es seguro que el apetito por la renta variable se vaya a agotar", pero el impulso del rendimiento de los bonos a 10 años podría hacer que, tras los riesgos que han acechado al mercado este 2018 (las criptomonedas, el estallido de los emergentes...), se produzca "una disminución del apetito por el riesgo de los inversores y haya una creciente preferencia por activos que se perciben como más seguros", remarcan desde AJ Bell.
Para los expertos de XTB está claro que el aumento de los rendimientos, en particular de los activos que se consideran libres de riesgo, como es el caso de los bonos de EEUU, hace que las acciones "parezcan relativamente menos atractivas", de forma que "el mercado alcista de casi una década de duración, que se ha construido sobre rendimientos extremadamente bajos en términos históricos, se enfrenta ahora a una grave amenaza existencial".