La banca europea supera los test de estrés de la EBA

Ninguna de las 48 entidades ha registrado una ratio CET1 inferior al 5,5% en el peor escenario macroeconómico

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Europa Press | 02 nov, 2018

Actualizado : 18:41

Los 48 bancos examinados en 2018 por la Autoridad Bancaria Europea (EBA por su sigla en inglés), incluyendo los cuatro representantes españoles, han superado las pruebas de esfuerzo a las que la institución ha sometido sus balances, confirmando así las expectativas del consenso del mercado que apostaba por que el sector se encontraba mucho mejor preparado que en ediciones anteriores de los test de estrés, a pesar de que el peor escenario contemplado haya sido incluso más severo que el utilizado en años precedentes.

No obstante, tanto el dato de transición, como en el caso del 'fully loaded', ninguna de las 48 entidades examinadas ha registrado una ratio de capital de máxima calidad CET1 inferior al umbral del 5,5% en el escenario estresado, límite considerado por el mercado como indicador de fortaleza mínimo necesario para superar las pruebas, a pesar de que oficialmente estas no contaban con una puntuación mínima que separase los aprobados de los suspensos.

En este sentido, la EBA ha destacado que el escenario más adverso planteado ha tenido un impacto negativo de 395 puntos básicos sobre la ratio CET1 'fully loaded' y de 410 puntos básicos en el caso de la ratio transitoria, llevando de forma agregada a una ratio CET1 del 10,1% a final de 2020 (10,3% en la lectura de transición).

Asimismo, la EBA ha destacado que esta edición de los test de estrés ha supuesto la introducción del nuevo estándar contable IFRS9, cuya implementación ha tenido un impacto negativo agregado sobre la ratio de capital de máxima calidad CET1 de 20 puntos básicos en un modo 'fully loaded' y de 10 puntos básicos en el modo transitorio.

Entre los 48 bancos participantes, las ratios de capital CET1 'fully loaded' más elevadas al final del escenario más exigente previsto correspondieron al banco germano NRW Bank, con un 33,96%, por delante del 22,33% del holandés Bank Nederlandse Gemeenten, y del 21,98% del sueco Swedbank.

Por contra, las lecturas menos fuertes de la ratio CET1 'fully loaded' correspondieron al británico Barclays, con un 6,37%, por detrás del italiano Banco BPM, con un 6,67%, y del también británico Lloyds Banking Group, con una ratio del 6,80%.

Las pruebas dirigidas por la EBA han evaluado la resistencia y capacidad de recuperación de 48 bancos de la Unión Europea y Noruega con al menos 30.000 millones de euros en activos, cubriendo así alrededor del 70% de los activos totales del sector bancario de la eurozona e incluyendo cuatro bancos españoles: BBVA, Banco Santander, CaixaBank y Sabadell.

El escenario macroeconómico más exigente contemplado en las pruebas implica una contracción del PIB de la UE del 1,2% en 2018 y del 2,2% en 2019, antes de alcanzar un crecimiento del 0,7% en 2020, lo que representa de forma acumulada una desviación del 8,3% respecto del escenario base de las pruebas, que contemplaba un crecimiento del 2,2% este año, del 1,9% en 2019 y del 1,8% en 2020, cuando en los exámenes de 2016 esta desviación era del 7,1%.

Alemania, con un total de ocho bancos, ha sido el país con mayor número de representantes examinados, por delante de las seis entidades francesas y las cuatro que, además de España, han participado en las pruebas por parte de Italia, Reino Unido y Países Bajos, mientras que la edición de 2018 no ha contado con bancos de Grecia y Portugal.

Por su parte, el Banco Central Europeo (BCE), en su calidad de supervisor bancario, ha llevado a cabo unas pruebas similares a unas 60 entidades adicionales que se encuentran bajo su vigilancia directa.

Como en las pruebas realizadas en 2016, la EBA no había establecido un umbral para aprobar o suspender su examen, aunque el mercado, del mismo modo que en los anteriores test de estrés, toma como referencia de la solidez de las entidad una ratio del 5,5% de capital de máxima calidad CET1 en el peor escenario.

Las primeras ediciones de los test de estrés de la EBA fracasaron a la hora de detectar los problemas del sistema bancario europeo, ya que las primeras rondas, realizadas en 2009 y 2010, no identificaron la crisis de las entidades de Irlanda, que acabó forzando al país a pedir el rescate, mientras la celebrada en 2011, no detectó las dificultades de las cajas españolas ni de la banca chipriota.

Por su parte, las pruebas de resistencia realizadas a la banca europea en 2014 se saldaron con el suspenso de un total de 25 bancos, mientras que dos años después, ya sin una nota de corte oficial, el italiano Banca Monte dei Paschi di Siena fue el gran señalado por las pruebas, mientras que también quedó retratado el irlandés Allied Irish Banks, con algún apuro a la hora de superar las pruebas.

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