La UE estudia impedir que los petroleros transporten crudo ruso con facilidad
Suavizará su propuesta inicial y prohibirá que se proporcionen seguros a estos buques
La Unión Europea podría estar dispuesta a suavizar su paquete de sanciones a las exportaciones de petróleo ruso tras un fin de semana de disputas entre los Estados miembros. Con todo, los Veintisiete estudian mantener una disposición clave sobre el transporte marítimo que dificulte la capacidad de Moscú para exportar su crudo.
De acuerdo con informaciones de ‘Bloomberg’, el club comunitario abandonará la propuesta de prohibir que los buques propiedad de la UE transporten crudo ruso a terceros países, aunque continuará adelante con la prohibición de proporcionar seguros a los navíos que transporten el petróleo de Rusia.
En su propuesta inicial, la UE había previsto prohibir el transporte, incluso mediante transferencias de barco a barco, a terceros países de petróleo crudo y productos petrolíferos procedentes de Rusia o exportados desde este país. Sin embargo, la oposición de países como Grecia, cuya economía es altamente dependiente de este negocio, estaba entre los miembros que más en contra se mostraron respecto a esta medida.
Las compañías petroleras aseguran sus buques colectivamente contra los riesgos, incluidos los vertidos de petróleo, a través de una organización llamada International Group of P&I Clubs y por la cual los propietarios de los buques adquieren colectivamente cobertura de hasta 80 reaseguradores. Por ello, una prohibición de los seguros haría prácticamente imposible obtener dicha cobertura, dado el gran número de reaseguradores europeos, y ello obligaría a Moscú y sus compradores a buscar acuerdos alternativos en un momento en el que Rusia ya está siendo fuertemente sancionada, según un importante agente implicado en el negocio ha explicado a ‘Bloomberg’.
Asimismo, diversos funcionarios de la Unión Europea señalan la “cabezonería” de Hungría para aceptar el embargo al crudo ruso. El país magiar, muy dependiente de la energía rusa, se ha mostrado en contra de la propuesta comunitaria y el propio Orban, estrecho aliado de Putin, ha asegurado que esta medida sería “una bomba atómica para la economía húngara”.
Por otra parte, el G-7 anunció el domingo su compromiso de acabar con la dependencia del petróleo ruso y Estados Unidos llegó a presentar sanciones contra los directivos de Gazprombank y otras empresas rusas.