Hamas llama a la tercera Intifada y la comunidad internacional rechaza la decisión de Trump sobre Jerusalén
El grupo islamista palestino que controla la Franja de Gaza desde 2007 llama a un nuevo levantamiento
- Ocho de los quince miembros del Consejo de Seguridad de la ONU han pedido una reunión para abordar el estatus de Jerusalén tras el anuncio de Trump
Actualizado : 10:34
Hamás, el grupo islamista palestino que controla la Franja de Gaza desde 2007, ha hecho un llamamiento este jueves a un nuevo levantamiento contra Israel después de la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de reconocer Jerusalén como capital y trasladar allí la embajada. La comunidad Internacional también ha rechazado en bloque la decisión y el Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá el viernes a petición de ocho de los quince miembros.
"Deberíamos llamar y deberíamos trabajar en el lanzamiento de una 'intifada' frente al enemigo sionista", ha sostenido el líder de Hamás, Ismail Haniyé, en un discurso pronunciado en la Ciudad de Gaza. Asimismo, ha defendido que la Autoridad Palestina debería retirarse de los Acuerdos de Oslo y ha calificado la decisión tomada por Trump de "declaración de guerra contra los palestinos", apelando con ello a los líderes árabes a unirse frente al paso dado por Estados Unidos.
La reacción internacional al anuncio no se ha hecho esperar y muchos líderes internacionales han rechazado el paso adelante dado por EEUU y que puede amenazar la estabilidad de la zona incrementando la tensión en el conflicto entre Palestina e Israel. Dentro de las reacciones internacionales, el Consejo de Seguridad de la ONU ha anunciado una reunión programada para este viernes 8 de diciembre. La iniciativa, liderada por ocho de los quince países miembros (Francia, Bolivia, Egipto, Italia, Senegal, Suecia, Reino Unido y Uruguay), pretende que el Consejo aborde el estatus de Jerusalén tras el anuncio de Donald Trump.
Hace sólo un año que el Consejo ya adoptó una resolución acerca de este asunto, aunque con la abstención de la administración estadounidense, liderada por Barack Obama entonces. En aquel momento, el Consejo de Seguridad de la ONU afirmó que no se reconocería "ningún cambio frente a las líneas estipuladas el 4 de junio de 1967, incluso en relación con Jerusalén, a menos que así sea acordado por las partes mediante negociaciones".
ISRAEL, CELEBRA LA DECISIÓN
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha vaticinado que otros países seguirán los pasos de Estados Unidos y procederán a trasladar su embajada de Tel Aviv a Jerusalén, tras el anuncio en este sentido realizado este miércoles por el presidente estadounidense, Donald Trump.
"Estamos en contacto con otros países que harán un reconocimiento similar y no tengo ninguna duda de que tan pronto como la Embajada de Estados Unidos se traslade a Jerusalén y antes de ello, más embajadas también se trasladarán", ha declarado Netanyahu durante un acto en el Ministerio de Exteriores, según informa 'Haaretz'.
Netanyahu calificó de "día histórico" el anuncio de Trump y defendió que cualquier acuerdo de paz con los palestinos debe incluir a Jerusalén como capital de Israel --pese a que los palestinos reclaman Jerusalén Este como la suya-- e instó a otros países a seguir el ejemplo de Estados Unidos y trasladar también sus embajadas.
LA POSICIÓN DE ESPAÑA
El Gobierno español ha advertido de que el estatus de la ciudad de Jerusalén deberá formar parte de una "solución de dos Estados" entre israelíes y palestinos. El ejecutivo de Mariano Rajoy ha aprovechado el anuncio de Trump para reiterar su posición sobre el estatus de Jerusalén, que "coincide con la recogida en diversas resoluciones de Naciones Unidas", según un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación.
"Jerusalén constituye una de las cuestiones centrales del proceso de paz y debe ser objeto de negociación entre israelíes y palestinos", ha añadido Exteriores en su nota, en la que ha apuntado que "la mejor forma de garantizar las aspiraciones de las dos partes es la solución de los dos Estados (...) viviendo juntos en paz y seguridad".
En este sentido, ha subrayado que "el estatus final de Jerusalén deberá ser la consecuencia de esas negociaciones", paralizadas desde mediados del año 2014. El ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, también se ha expresado en este mismo sentido y ha señalado, en un mensaje de Twitter, que "el estatuto de Jerusalén es una cuestión central que debe ser resuelta mediante negociación. Es extremadamente sensible alterarlo y eso nos preocupa", ha admitido, horas antes de que Trump pronunciase su discurso en la Casa Blanca.