Así han cambiado las condiciones de las hipotecas con el desplome del euríbor

El índice al que se encuentran referenciadas la mayoría de las hipotecas españolas cerró agosto en mínimos históricos. El euríbor acumula ya seis meses consecutivos a la baja y lleva más de tres años en negativo. Este panorama ha desencadenado una auténtica guerra entre las grandes entidades, que buscan compensar los bajos márgenes de las hipotecas variables modificando las condiciones de sus hipotecas fijas.

El anuncio por parte del Banco Central Europeo (BCE) de que mantendrá bajos los tipos de interés por lo menos hasta junio de 2020, dejando, incluso, la puerta abierta a un nuevo recorte, ha propiciado el hundimiento del euríbor. "Lógicamente, la banca no ha reducido el interés de sus hipotecas fijas por casualidad. En estos momentos, con un euríbor a la baja y en mínimos históricos, apenas ganan dinero con préstamos a tipo variable, por lo que esta guerra de precios pretende incentivar la contratación de los primeros productos para mejorar los márgenes de beneficios", afirman desde el comparador HelpMyCash.com.

BBVA es el que más fuerte ha entrado en esta lucha. Su hipoteca fija a 30 años tenía un interés del 2,4% en junio. Ahora, es del 1,55%, el más bajo del mercado, más incluso que los diferenciales de algunas hipotecas variables. Eso sí, exige domiciliar la nómina o la pensión y contratar los seguros de hogar y de vida del banco. Por su parte, Santander no ha sido menos y ha reducido el interés de su hipoteca fija a 30 años hasta el 1,79%, en comparación con el 2,25% que pedía hace tres meses. A cambio, ha añadido nuevos requisitos para acceder a la máxima bonificación: presentar un certificado energético A o A+ o contratar productos de inversión como fondos o planes de pensiones.

Domiciliar una nómina de entre 1.200 y 3.000 euros es la condición que pone Bankia para contratar una hipoteca fija a 30 años con un interés del 2,6%, mientras que antes se situaba en el 2,95%. No obstante, aquellos clientes que cuenten con unos ingresos superiores podrán obtener un tipo de interés más bajo.

Con un euríbor a la baja y en mínimos históricos, los bancos apenas ganan dinero con hipotecas a tipo variable

CaixaBank y Sabadell han mantenido el interés de sus hipotecas: en el 3,15% y el 1,9% a 30 años, respectivamente. Sin embargo, en el caso del primer banco, ahora hay que contratar menos productos combinados. Si en junio era necesario domiciliar la nómina y tres recibos, usar una tarjeta de crédito o débito, firmar dos seguros, contratar un servicio de alarmas y suscribir un producto de inversión, ahora no hay que reunir este último requisito. Mientras, en el caso de la segunda entidad, bonifica por domiciliar la nómina o la pensión y contratar los seguros de hogar, vida y protección de pagos de la entidad. En junio, estos dos últimos eran de prima única financiada, pero ahora son de prima mensual y única, respectivamente.

El 12 de septiembre, el BCE celebra su próxima reunión, en la que se da por descontado una rebaja en los tipos de interés, con lo que, "a corto plazo, es muy probable que el euríbor se mantenga en negativo", afirman desde que el comparador, aunque destacan que "no se sabe cuál podría ser su cotización a 20 o 30 años vista". Por ello, las hipotecas fijas "pueden ser una buena opción para los clientes que prefieran pagar una cuota estable y crean que este índice subirá en las próximas décadas".

"La posibilidad de subida de tipos de interés parece ahora más lejana que nunca, las pretensiones del BCE parecen claras y podría tomar medidas nunca antes vistas por el mercado". Ante esta situación, el sector bancario se está lanzando a una guerra hipotecaria para captar clientes y sigue decantándose por la hipoteca a tipo de interés fijo. "Los bancos actualmente están proporcionando hipotecas a un interés más bajo y mayor cantidad de capital con relación al valor del inmueble y esta directriz será continuista durante los próximos meses", explican desde XTB, que esperan que la tendencia del euríbor continúe siendo bajista, ya que las incertidumbres dentro de la economía y una posible recesión repercuten directamente en la situación del diferencial.