Los fondos se preparan para poder alquilar sus acciones a los bajistas
La patronal, Inverco, reclama que se equipare la legislación a otros países
- Desde la asociación aseguran que es una cuestión técnica que se aprobará en 2017
- Las instituciones de inversión colectiva tendrán una rentabilidad adicional con esta práctica
Actualizado : 11:38
Los bajistas, un tipo de inversor más en el gigantesco mercado de valores, no están ya tan mal vistos como en 2012, cuando llegaron a prohibirse temporalmente las posiciones cortas en España en medio de los abruptos descensos en bolsa española. Por ello, la patronal de fondos de inversión y de pensiones, Inverco, no quiere dejar pasar mucho tiempo antes de llamar a la puerta del Gobierno para que se materialice su vieja reinvindicación: poder alquilar sus acciones a terceros.
“No es sólo para los bajistas. Servirá para todos los agentes que necesiten acciones en un momento dado, o para arbitrar situaciones del mercado”, explica Ángel Martínez-Aldama, presidente de la asociación de instituciones de inversión colectiva y fondos de pensiones (Inverco). “En el mercado a menudo se necesitan activos, por ejemplo cuando hay operaciones fallidas e intervienen la cámara de compensación. Estos agentes podrían beneficiarse del stock de acciones de los fondos”, agrega.
Así, el presidente de Inverco hace referencia a prácticas que llevan a cabo inversores que tratan de aprovecharse de diferenciales en los precios de un mismo activo que cotiza en distintos mercados (por ejemplo, una empresa que tiene acciones en varias bolsas), que permiten que desaparezca esta brecha. Por otro lado, la cámara de compensación de un mercado es el organizador, en este caso Bolsas y Mercados Españoles (BME), que para garantizar su correcto funcionamiento necesita en ocasiones ofrecer contrapartida a las operaciones.
La práctica de alquilar acciones a terceros es habitual en otros países por parte de las instituciones de inversión colectiva (IIC). De hecho, según Inverco está permitido en general a escala internacional, con la excepción de España entre los grandes mercados de la Eurozona. “Desde una perspectiva de derecho comparado, las IIC españolas se hayan en desventaja comparativa: España es el único país en el que las IIC no pueden llevar a cabo la operativa de préstamos de valores. El último país en permitir a las IIC prestar sus activos fue Bélgica, y lo hizo en el año 2007”, asegura la patronal en un documento elaborado después de las elecciones del 26 de junio.
En el año 2008, recuerda la asociación, el Consejo de Estado emitió un dictamen favorable a la aprobación del proyecto de orden ministerial sobre préstamo de valores que había sido objeto de tramitación en los meses precedentes. “Lamentablemente, coincidieron en el tiempo diversas circunstancias en los mercados financieros que impidieron la aprobación de esta orden”, recuerda Inverco.
Ahora ya sólo es una cuestión técnica. Esperamos que se apruebe a lo largo del próximo año
Aquel año comenzó la crisis financiera internacional que en España coincidió -o contribuyó a provocar- con el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. Esto se tradujo en una recesión de la economía durante los tres años siguientes, y fuertes caídas en bolsa. El Ibex 35 pasó de estar por encima de los 15.000 puntos hasta los 6.000 puntos en 2012. De hecho, en julio de ese ejercicio la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) prohibió temporalmente las posiciones cortas ante la “extrema volatilidad que atraviesan los mercados de valores europeos”, que se extendieron a la deuda soberana. El organismo presidido entonces por Julio Segura levantó el veto ya en enero de 2013. Mal momento para aprobar una medida que facilitara las operaciones bajistas.
Con la recuperación económica y una mayor tranquilidad -pese al incremento de volatilidad del último año y medio- en la bolsa, Inverco ha vuelto a la carga. Esta vez tocó las puertas del Ministerio de Economía y Competitividad de Luis de Guindos y, según explican en la asociación a Bolsamanía, encontró predisposición para su visto bueno. El problema ha sido de plazos. El calendario electoral y el periodo sin Gobierno han vuelto a posponer esta práctica. “Ahora ya sólo es una cuestión técnica. Esperamos que se apruebe a lo largo del próximo año”, asegura Martínez-Aldama, una vez que está en marcha la XII Legislatura.
MÁS RENTABILIDAD
El Ibex 35 cae en el acumulado del año un 9%. El Euro Stoxx 50 un 7%. Fuera de Europa, el MSCI World -índice que engloba a las bolsas de los países desarrollados- sube un 5%, mientras que el S&P 500 avanza un 8%. En los dos últimos casos tras continuos latigazos hacia arriba y hacia abajo. Un entorno poco favorable para los gestores, donde salvo casos excepcionales que sí generan valor en 2016, la mayoría sufre en renta variable para evitar las pérdidas.
Es una medida positiva siempre y cuando los partícipes y no la gestora sean los que obtengan la rentabilidad adicional
En este sentido, cualquier posibilidad de agregar rentabilidad sin excesivo riesgo, ya que la posibilidad de no recuperar una acción alquilada es reducida, será bienvenida para los fondos. “El impacto dependerá de la rotación y del tipo de cartera, pero puede agregar varias décimas a la rentabilidad conseguida”, argumenta el presidente de Inverco. Las posibilidades de beneficiarse de ello serán mayores en caso de una cartera con poca rotación. Es decir, que mantenga de forma estable sus inversiones, y por lo tanto se pueda permitir no disponer de sus acciones para venderlas. “Es una medida positiva siempre y cuando los partícipes y no la gestora sean los que obtengan la rentabilidad adicional”, agrega al respecto Fernando Luque, editor de Morningstar España.
La práctica también puede extenderse a otros activos, como deuda pública y corporativa. “En el tipo de valores que se utilizan en las operaciones de préstamo predominan los valores de renta variable (48%) y los títulos de deuda pública (41%) y de deuda corporativa (7%), valores que representan la mayor parte del patrimonio de las IIC -a escala internacional-. En España, concretamente estos valores constituyen un 23,7%, 12,4% y 24,5% respectivamente de las carteras de las IIC españolas, lo que implica que más del 60% de la composición actual de las carteras de las IIC españolas sería susceptible de cesión en préstamo”, explica Inverco. “El préstamo de valores es una operativa que contribuye a la liquidez y correcta formación de los precios”, insiste.
MÁS MATERIA PRIMA PARA LOS BAJISTAS
El alquiler de títulos en los países en los que está permitido se realiza habitualmente a los bajistas, aunque haya otros agentes que también participen. Es decir, se hace con inversores que buscan rentabilizar el capital con apuestas contra un valor. La operativa es sencilla: piden alquilada una acción, la venden, y tiempo después la compran para devolvérsela a su dueño. Si durante este periodo el título ha caído lo suficiente como para compensar los costes, el inversor ha ganado dinero.
Por ello, José María Luna, director de análisis y estratega de la EAFI Profim, cuestiona esta vía para obtener rentabilidad. “El patrimonio de un fondo pertenece a sus partícipes. Antes de que un gestor vaya a hacerlo debería explicarlo a los clientes”, señala. “Esto suena a arquitecturas financieras que no son para las que se crea una institución de inversión colectiva. Estás dando madera a un bajista que si consigue efecto arrastre te puede perjudicar, porque inviertes para que la acción suba”, agrega. Luna pone el énfasis en que, a su juicio, Inverco debería trabajar en que los fondos ganen competitividad con otras fórmulas, como reducir comisiones. Algo en lo que la industria española se ha desmarcado de los grandes mercados europeos y ha evitado la tendencia a su reducción de los últimos años. Como selector, además, reconoce que que “es un hándicap. Me podría afectar a la hora de seleccionar un fondo, el gestor tendría que explicármelo”.
ALQUILAR ACCIONES... COMO PARTICULAR
Los inversores institucionales domiciliados en España no han podido hasta ahora alquilar sus acciones a terceros, ya sea a bajistas o a otro tipo de 'jugadores' del mercado. Sin embargo, los inversores particulares sí tienen la opción. Por ejemplo, la plataforma de Self Bank permite esta práctica a sus clientes. El tenedor de un título puede alquilarlo y durante ese periodo no paga comisiones de custodia (si el ofrecimiento de alquiler supera los 5.000 euros) y, además, no pierde el derecho a cobrar dividendos. El riesgo consiste en no poder vender mientras el valor.
La rentabilidad, en términos de tasa anual equivalente (TAE), depende de la oferta y la demanda de cada acción. Puede alcanzar hasta el 5%, explican en Self Bank. Actualmente, los valores más demandados son Santander, ArcelorMittal y BBVA, con retornos de entre el 2% y el 5%. “Se trata de un servicio muy demandado por nuestros clientes. Los inversores que toman las acciones prestadas eligen entre ofertas concretas de aquellos que las han puesto en alquiler, atendiendo fundamentalmente a plazo de devolución, número de acciones disponibles e interés solicitado. No obstante, en realidad es Self Bank quien toma prestadas las acciones a quien las pone en alquiler y se las presta a quien las demanda”, explica Victoria Torre, responsable de desarrollo de contenidos, productos y servicios de Self Bank.