La gestión pasiva come terreno a los fondos activos en Europa... en bolsa y en renta fija
Los fondos indexados y ETF de renta variable registraron entradas netas en diciembre de 13.200 millones de euros
- Los productos de bolsa con gestión activa sufren en el mismo mes reembolsos netos de 9.500 millones
- En renta fija se produce la misma tendencia, con una captación neta de 500 millones en gestión pasiva y salidas de 8.400 millones en los fondos activos
El auge de la gestión pasiva, a escala global, es imparable. Y no sólo en Estados Unidos. También en Europa, donde los fondos indexados y los ETF terminaron el año con una fuerte captación de dinero frente a los reembolsos que sufrieron los fondos activos.
En concreto, según publica hoy Ignites Europe de Financial Times, los fondos de gestión de renta variable sufrieron en diciembre salidas netas de 9.500 millones de dólares. Por el contrario, según los datos recopilados de Morningstar, los productos de gestión pasiva -fondos indexados y ETF- registraron una captación neta de 13.200 millones de dólares.
Este fenómeno también ocurre en renta fija. En este caso, con suscripciones superiores a los reembolsos por valor de 500 millones para los vehículos pasivos. Un dato que contrasta con los 8.400 millones de salidas en los activos.
Pedro Coelho: “No es un dato puntual, es una tendencia de crecimiento de la gestión pasiva”
“No es un dato puntual, es una tendencia de crecimiento de la gestión pasiva”, opina Pedro Coelho, responsable de negocio de UBS ETF para España. Una tendencia aún más reducida en España, especialmente en el caso de los ETF, que han contado siempre con el freno de la ventaja fiscal que tienen los fondos sobre este tipo de productos.
En concreto, los fondos tienen la figura del traspaso, con lo que se puede evitar el peaje fiscal cuando se pasa de un producto a otro. Sin embargo, esta fórmula no existe con los ETF o fondos cotizados. Y no porque Hacienda no lo permita, ya que la Dirección General de Tributos (DGT) se pronunció favorable a permitirlo en una consulta. Falta, eso sí, que los brókeres modifiquen su operativa, actualmente preparada para el comercio de acciones. Un paso para el que piden una 'guía técnica' a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).