¿Vuelta al modelo clásico del microcrédito? El peligro de que se reduzca cuantía y plazo
Los precios de los minicréditos más habituales, a 30 días, siguen instalados por encima del 3.200% TAE
Actualizado : 11:22
Cambio de tendencia en el mercado de los microcréditos. Ahora, la oferta se concentra en productos de elevada cuantía que se ofrecen a menor plazo, lo que obliga al consumidor a elevar la cautela para no incurrir en impago, según el último barómetro elaborado por Asufin.
Como recoge, el importe mínimo de los minicréditos desciende de 89 euros en 2023 a 85 euros en 2024, aunque aún se queda lejos de los 58 euros de 2022. En importe máximo, el cambio observado, aun siendo a la baja, es menos perceptible, y se limita a 3 euros, pasando de 911 euros el año pasado a 908 euros, e igualmente se sitúa muy por encima de los 827 euros del año 2022.
El cambio más relevante ocurre en el ámbito de los plazos medios, cuya caída le sitúa en niveles de 2022. En los plazos mínimos, el avance desaparece y pasa de 19,6 días en 2023 a 15,5 días en 2024. Más brusco es el descenso de los plazos máximos medios observados en el mercado, que caen de 47,2 días en 2023 a 40,5 días en 2024, un descenso muy importante que le deja incluso muy por debajo de los 46,7 días del año 2022.
La asociación de usuarios financieros ha detectado que en los minicréditos a largo plazo hay poca oferta y mucho más cara. En el plazo más largo analizado, de 60 días, hay una enorme disparidad de coste para su ejemplo de cálculo de coste de una financiación de 300 euros.
Así, aunque el coste medio es de 122,26 euros (1.278,8% TAE), la diferencia entre la más barata, Fiesta Crédito (45,26 euros y 132,35% TAE) y la más cara, Dinevo, con 242,52 euros y 3.397,57% TAE, es exponencial.
De hecho, esta categoría aporta una subida muy importante, mediatizada por el hecho de que son pocos los competidores y muy elevado el coste que aporta Dinevo. Así, la media del 1.278,8% TAE se traduce en una subida respecto a la TAE del 557,5% de 2023, pero también en una ruptura brusca de la tendencia de bajada, con una subida respecto al 838% TAE de 2022.
Por su parte, el segmento de los minicréditos de 300 euros a 30 días, el plazo más habitual, ofrece una oferta mucha más amplia y consolidada, hasta el punto de que algunas empresas que ofrecían plazos superiores han regresado al de 30 días, o incluso ofrecen esta opción para el cliente habitual.
Su coste medio es de 105,54 euros, con una TAE del 3.278,62% y, de nuevo, diferencias importantes entre el más barato, Reddo, que cobra 90 euros (TAE del 2.229,81%) y el más caro, Loaney, que cobra 134,1 euros (TAE del 8.326,02%).
Las TAE media con respecto al año anterior también sube, pasando de un 3.243% TAE en 2023 a un 3.278,6% TAE en 2024. Aunque la subida no es muy considerable, dadas las magnitudes de coste de este tipo de productos, sí rompe la tendencia a la baja.
Mientras, en los minicréditos a corto plazo, 50 euros a 7 días, siguen ofreciendo un coste muy alto y una enorme disparidad, frente a la media de 5,94 euros y una TAE del 49.558,99%. Así, el más económico, Quebueno, cobra 3,85 euros por 50 euros en 7 días, lo que supone una TAE del 4.682,47%, frente al más caro, Creditosí, que al tener un coste que se triplica frente al más barato, 11,98 euros, su TAE se dispara hasta el 7.089.822,92%.
A pesar de esta disparidad, se produce un descenso muy importante de la TAE media desde el 185.011,2% de 2023 al 49.558,99% de este año, la menor desde el año 2020.
CUIDADO CON LOS MÉTODOS DE CAPTACIÓN
Asufin también alerta sobre el peligro que representan los métodos de captación: "Siguen captando con el primer préstamo gratuito y bajando los tipos de interés a los buenos clientes. Además, hemos detectado que algunas empresas ofrecen cantidades máximas de sus préstamos, según el historial de peticiones y pagos".
Con todo, insisten en que lo relevante, y que marca un cambio de tendencia que habrá que seguir con atención, es el leve descenso en cantidades y el mayor en plazos, que conducen hacia créditos de más importe y menos duración, un desajuste que puede ser pernicioso para el consumidor.
"Esto le lleva a solicitar préstamos de mayor cuantía a un plazo que no se amplía, de manera proporcional, una circunstancia puede generar mayores problemas de devolución y, por ende, de entrar en situación de impago", aseguran.