Nuevo (y cada vez más artificial) mínimo histórico del euríbor: ¿por qué no deja de bajar?
La referencia hipotecaria arroja una media mensual del -0,095% en enero de 2017
- Se trata del quinto mínimo histórico consecutivo del euríbor
- Los expertos cada vez encuentran menos natural que prolongue su descenso
Actualizado : 14:20
A fuerza de la costumbre, casi hasta parece normal que el euríbor esté en negativo. ¡Pero no lo es! En enero encadena su duodécimo mes consecutivo por debajo del 0%. De hecho, jamás había estado tan por debajo de esta cota como en el arranque de 2017, una realidad que cada vez encierra más incógnitas.
Para que este nuevo mínimo tenga algún signo distintivo adicional, el euríbor ha llegado a marcar datos diarios del -0,10% en enero, una cota que nunca antes había marcado. Este hito ha desembocado en que la media mensual se haya situado finalmente en el -0,095%, el promedio más bajo de siempre, por debajo del -0,08% de diciembre.
Para aquellos hipotecados que estén referenciados al euríbor, este descenso se traducirá en un nuevo abaratamiento de las cuotas -siempre y cuando no tengan en sus contratos una cláusula que lo impida-. En una hipoteca de 150.000 euros a 25 años, con un diferencial de dos puntos porcentuales sobre el euríbor, el ahorro será de 10 euros al mes. En el caso de las revisiones semestrales, rondará los 5 euros al mes.
Aunque estos ahorros cada vez son menores, porque los descensos interanuales e intersemestrales ya no son tan acusados por los bajos niveles en los que se mueve la referencia hipotecaria, lo relevante es no perder el foco. Y tener presente que las actuales condiciones son extraordinariamente favorables. Vamos, que están muy alejadas de la norma. Lo evidencia que la media histórica del euríbor se sitúa todavía en el 2,3%, algo que conviene no perder de vista. En esa hipoteca de 150.000 euros a 25 años con un diferencial de dos puntos porcentuales, el encarecimiento mensual en caso de que el euríbor retornara a esa media alcanzaría los 190 euros al mes.
QUE NO SUBA VALE, PERO QUE CAIGA MÁS...
Entre los expertos, los datos de enero prolongan una secuencia cada vez más alejada de lo normal. "No hay motivo de fundamento económico que explique la caída del euríbor", manifiesta el economista jefe de firma financiera española que prefiere no ser citado. "De hecho, si su marcha respondiera sólo a lo económico, incluso debería estar empezando a subir. No mucho, pero sí ligeramente, y en ningún caso a bajar", añade. ¿Entonces? ¿Por qué sigue descendiendo? "Por la influencia distorsionadora del Banco Central Europeo (BCE); es una mera cuestión técnica vinculada a sus políticas", sentencia.
"No hay motivo de fundamento económico que explique la caída del euríbor; todo se debe a la distorsión del BCE"
Con los tipos de interés oficiales en el 0%, los tipos de depósito en el -0,40% y sin que se atisben cambios en este terreno durante 2017, el índice clave para el 90% de las hipotecas a tipo variable en España tiene margen de sobra para permanecer una larga temporada en zona de mínimos históricos. Aunque la verdadera clave es otra. Los cambios técnicos introducidos por la entidad presidida por Mario Draghi en su reunión de diciembre, consistentes en que puede comprar títulos con una vida residual mínima de un año -antes el límite era de dos años- y con un interés incluso inferior al tipo de depósito -antes no se podía-, han empujado hacia abajo a la curva de rentabilidades de la deuda y del interbancario europeo, un efecto que ejerce de arrastre sobre el euríbor. Es ahí donde reside el combustible que explica la última secuencia bajista del euríbor.
Pero este escenario comienza a registrar los primeros síntomas de que el panorama puede cambiar en los próximos meses, puesto que en el seno de la institución existe un creciente debate sobre el mantenimiento de los estímulos más extraordinarios, cuya vigencia se alargó en diciembre hasta finales de 2017. La semana pasada, Sabine Lautenschlaeger, miembro del comité ejecutivo del BCE, se mostró convencida de la que entidad podrá "plantearse pronto la salida" de ese tipo de estímulos, una posibilidad cuya mera existencia ya debería empezar a actuar como freno sobre el euríbor.
Pero no lo hace. Porque, por ahora, esas políticas del BCE siguen sobre la mesa. Y por otra razón. "Cuesta creer que si fueran operaciones reales se estuvieran prestando dinero a un año a estos intereses. Está artificialmente bajo", cuestiona adicionalmente Pau Monserrat, economista experto en productos financieros de iAhorro y Futurlegal.
De nuevo, las dudas sobre la auténtica representatividad del euríbor, alimentadas por el hecho de que la referencia hipotecaria se calcula a partir de datos figurados que ofrecen las entidades que forman parte del panel para su cálculo, y no a partir de datos de operaciones reales. En este caso, eso sí, esas dudas están vinculadas al hecho de que el euríbor está por debajo de los niveles en los que debería estar si se basara en operaciones reales. Con el fin, precisamente, de desterrar estas impresiones y de dotar más transparencia y solidez a la referencia hipotecaria, la reforma del cálculo del euríbor, que en principio entrará en vigor este año, sí introducirá como principal novedad que se calculará a partir de transacciones reales en el mercado.