La mala combinación de inflación y créditos: suben las reclamaciones de tarjetas revolving
Las operaciones con estos créditos alcanzaron en junio los 11.419 millones de euros, un 13,5% más
Actualizado : 09:54
La inflación alta que reina estos meses lleva consigo una inevitable reducción del poder adquisitivo. Ante el aumento del coste de la vida, muchos se ven obligados a tirar de crédito para afrontar los gastos de consumo. El problema viene cuando los pagos se hacen con una tarjeta revolving. Su uso ha crecido, como también lo ha hecho el número de reclamaciones ante los intereses inasumibles.
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CaixaBank, Santander y BBVA, los bancos que más comisiones cobran por cuentas y tarjetasLas nuevas operaciones de los créditos revolving alcanzaron en junio los 11.419 millones de euros, lo que supone un 13,5% más que en todo 2021, que cerró el año con 10.061 millones de euros, según datos del Banco de España. La cifra es incluso mayor a los 10.691 millones de euros de 2020, año en el que el Tribunal Supremo sentó jurisprudencia al considerar usura los tipos de interés establecidos por los bancos para este tipo de productos.
Pero no solo ha subido su uso. También han aumentado las solicitudes de reclamación. En concreto, la plataforma 'Reclama Por Mi' ha recibido en el primer semestre de 2022 un 51,23% más de quejas en comparación con el mismo periodo del año pasado. Entre ellas, aseguran que destacan especialmente las reclamaciones a Wizink. "En España cada vez hay más familias afectadas por las tarjetas revolving. Además, reina el desconocimiento sobre cuándo pueden reclamar y cuándo no", expresa Javier Moyano, COO de la plataforma.
Las revolving son un tipo de tarjeta en la que se dispone de un límite de crédito determinado que puede devolverse a plazos, a través de cuotas periódicas que pueden establecerse como un porcentaje de la deuda existente o como una cuota fija. Hasta aquí todo correcto, pero este tipo de producto tiene una peculiaridad, y es que la deuda derivada del crédito se renueva mensualmente. Es decir, disminuye con los abonos a través del pago de las cuotas, pero aumenta mediante el uso de la tarjeta, así como con los intereses, las comisiones y otros gastos generados, que se financian conjuntamente.
Como avisa el Banco de España, esto tiene sus consecuencias. "Por una parte, si se paga una cuota mensual baja respecto al importe de la deuda, la amortización del principal se realizará a un plazo muy largo, lo que puede derivar en que se tenga que pagar muchos intereses. Por otra, hace que no sea posible emitir un cuadro de amortización previo (como sí ocurre, por ejemplo, cuando contratas un préstamo), al variar la deuda y, en su caso, las cuotas mensuales a pagar".
Aunque a priori no tiene por qué ser un producto fraudulento, la realidad es que en la mayoría de ocasiones se firman de manera no transparente. Ante esta realidad, los expertos alertan de los peligros de estos productos financieros y explican los aspectos clave a los que deben prestar atención para evitar caer en una espiral de deudas.
El rasgo más característico de estas tarjetas es que cuentan con unos intereses muy altos, "por lo que es importante que los usuarios conozcan a la perfección los tipos de intereses en el momento de emisión de sus tarjetas, según los datos actualizados que facilita el Banco de España". Si los intereses de la tarjeta están por encima de esos estándares, es posible reclamar a la entidad bancaria.
Más allá de los intereses, a la hora de suscribir un acuerdo con una entidad bancaria es imprescindible prestar mucha atención a la letra pequeña. "Muchos productos financieros como las tarjetas revolving no siempre se han comercializado de manera honesta, ocultando los intereses, mostrando letras demasiado pequeñas o incluso en muchas ocasiones ni siquiera se cuenta con un contrato válido. Si esto ocurre, también es factible presentar una reclamación", concluyen.