Los hogares ya perciben peor acceso al crédito y creen que seguirá encareciéndose
En línea con la senda ascendente de los tipos de interés del mercado monetario
Actualizado : 15:05
Los hogares españoles ya perciben que su acceso al crédito se ha deteriorado. Una sensación ya presente incluso antes de que el Banco Central Europeo (BCE) decidiera da el paso y subir los tipos de interés. Además, de cara a los próximos meses, creen que los préstamos seguirán encareciéndose.
Así se recoge en el último Boletín Económico del Banco de España sobre el impacto del repunte de la inflación y de la guerra sobre las perspectivas económicas de los hogares españoles. "La percepción de los hogares acerca de su acceso al crédito se ha deteriorado desde el inicio de la guerra en Ucrania, en un contexto en el que, además, estos agentes anticipan un repunte en el coste de los préstamos en los doce próximos meses, en línea con la senda ascendente de los tipos de interés del mercado monetario", según aparece en el texto.
Hay que recordar que a finales de julio el BCE anunciaba que subía los tipos de interés por primera vez en 11 años y lo hacía en 50 puntos básicos, "en línea con su firme compromiso con su mandato de mantener la estabilidad de precios". Una decisión que se adoptaba "para asegurar que la inflación vuelva a situarse en su objetivo del 2% a medio plazo", explicaba. Así, el tipo de interés de las operaciones principales de financiación y los tipos de interés de la facilidad marginal de crédito y de la facilidad de depósito aumentan hasta el 0,5%, 0,75% y 0%, respectivamente.
Como explica el organismo español, la invasión de Ucrania por parte de Rusia ha supuesto una nueva perturbación económica, tanto a escala global como nacional, dos años después de que la pandemia ocasionara una caída de la actividad sin precedentes en la historia reciente.
Entre finales de 2020 y el inicio de la guerra en Ucrania, los hogares revisaron al alza de forma continuada sus perspectivas de gasto nominal en bienes y servicios de consumo a un año vista. Sin embargo, el desencadenamiento de la guerra incidió de forma significativa sobre las perspectivas de gasto de las familias, de modo que se interrumpió la tendencia de recuperación del consumo nominal proyectado.
De esta manera, desde marzo de este año, los hogares han revisado a la baja sus planes de gasto nominal como consecuencia del impacto del conflicto bélico sobre su confianza y sobre la evolución anticipada de sus rentas, su situación patrimonial y su acceso al crédito, en un contexto de una cierta corrección de las elevadas tasas de inflación que se anticipaban en ese mes.
Así, el Banco de España concluye que, tras el inicio de la guerra, las familias estarían anticipando un dinamismo significativamente menor de su consumo en términos reales. Además, puesto que la brecha entre el avance previsto del gasto nominal y el de los ingresos se ha ampliado algo con respecto al comienzo del año, los hogares estarían anticipando, implícitamente, unas tasas de ahorro ligeramente más reducidas.
Por partidas específicas, la guerra ha condicionado negativamente las perspectivas de gasto en algunas de ellas. Es el caso del gasto en bienes duraderos, que habitualmente se ve más afectado ante episodios de repunte en la incertidumbre, de deterioro en la posición patrimonial de las familias o de reducciones de su poder adquisitivo. En consonancia con este patrón histórico, los consumidores han ajustado a la baja sus expectativas de gasto en equipamiento del hogar y en automóviles en los últimos meses, y en particular desde el inicio del conflicto bélico. En contraposición, las perspectivas relativas al gasto en vacaciones han seguido recuperándose.