El BdE aconseja apostar por la hipoteca inversa, pero olvida que tiene inconvenientes

Las hipotecas inversas o las ventas de nuda propiedad son mecanismos a los que los usuarios puedan recurrir a su riqueza inmobiliaria y asegurarse mejores rentas de cara a la jubilación. De hecho, el Banco de España anima a desarrollar estos productos que, sin embargo, también cuentan con unos inconvenientes que conviene conocer antes de decidirse a contratarlos.

Hay un contexto "idóneo" para desarrollar productos financieros "responsables y competitivos" para que los mayores puedan recurrir a su riqueza inmobiliaria para acceder a activos financieros líquidos en condiciones "atractivas y seguras". Es la idea que recientemente trasladaba un informe del Banco de España. Eso sí, en él precisaba que estos instrumentos no pueden ser "sustitutivos" de las pensiones.

Aún así, parece cierta animación a que las entidades se empiecen a platear el comercializar la hipoteca inversa como un producto más enfocado a la etapa de jubilación, ya que en nuestro país falta oferta de este tipo. La contratación de este producto permite obtener un complemento a la pensión, razón por la que el organismo hace este llamamiento en un momento en el que considera que el sistema de pensiones es España no podrá seguir siendo viable si no se aplican medidas de ajuste.

Pero por el momento, la mayoría de las entidades financieras rechazan estas recomendaciones, ya que el único banco que comercializa actualmente una hipoteca inversa es Caja de Ingenieros, que mantiene este producto en su catálogo desde 2007. Algunas compañías privadas, aseguradoras principalmente, también ofrecen este servicio, como BNI, Caser o Catalana Occidente. Según señalan desde el comparador financiero HelpMyCash, esta escasez puede deberse a la incertidumbre que se generó tras la crisis de 2008 y a la obligatoriedad de prestar asesoramiento independiente al cliente. Otras entidades como Bankinter, VidaCaixa, Santander o Mapfre han mostrado interés en el producto en los últimos meses o han reconocido haberlo analizado.

NO TODO SON VENTAJAS

Aunque es cierto que las hipotecas inversas pueden servir de apoyo financiero de cara a la jubilación, hay que tener cuidado e informarse bien antes de contratarlas, pues se trata de un producto que tiene sus peculiaridades. Se trata de un instrumento dirigido a personas de más de 65 años en el que el cliente hipoteca su casa en propiedad y libre de cargas para cobrar una renta mensual. Funciona, por lo tanto, al revés de un préstamo hipotecario, pues es el banco el que paga al prestatario.

Esto supone que hay que hipotecar la vivienda, así que cuando el titular fallece, el inmueble continúa con esa carga, lo que obliga al heredero a elegir qué es lo que quiere hacer con él. Si se quiere quedar con la vivienda, tiene que devolver el dinero al prestamista para cancelar esa hipoteca, con lo que tendrá que pagar lo que hubiera recibido el titular más los intereses que se hayan devengado sobre esa cantidad. Por el contrario, si no quiere el inmueble, puede venderlo, siempre que el contrato admita esa opción, o dárselo a la entidad para que la deuda quede totalmente saldada. En ambos casos, los herederos no tendrán que pagar ninguna comisión por la cancelación de la deuda.

Además, hay que tener en cuenta que la hipoteca inversa tiene un plazo determinado, por lo que, cuando termine, el cliente dejará de percibir la renta. En caso de contratar aparte un seguro de rentas vitalicias, los pagos se seguirán realizando incluso con el plazo vencido, aunque las rentas serán más reducidas.

DEMANDA

Durante el año pasado, se formalizaron operaciones con hipotecas inversas por 30 millones de euros y la demanda ha crecido en lo que llevamos de 2020. Por lo menos es lo que aseguran desde Óptima Mayores, que detallan que entre marzo y septiembre se han registrado un 23% más de solicitudes en comparación con los mismos meses del año pasado.