Hasta el abismo de la mano de Alemania y allí un paso atrás…
Fin de semana decepcionante
Creemos que los desenlaces de las reuniones políticas determinarán el momento y las condiciones del default de Grecia, quedando la macro relegada a un segundo plano. Las emisiones periféricas se colocarán con algo más de tensión, dependiendo de la intervención directa del BCE. Seguimos pensando que Grecia hará default (aunque el canje de bonos que se negocia estos días ya supone un default del 21%), ya que su única posibilidad de recuperarse económicamente sin devaluación es una transferencia masiva de fondos en lugar de créditos... pero eso aún hoy nadie quiere aceptarlo. Podría hacerse vía default o bien mediante inyecciones ilimitadas del BCE (QE), al estilo americano. Si Alemania es capaz de superar sus prejuicios sobre la inflación, esta segunda opción sería posible, pero no parece que en el fondo esté dispuesta a aceptarlo. Estados Unidos ha sido menos escuchado de lo conveniente, por lo que la situación ha mejorado menos de lo que debería y las soluciones europeas siguen siendo muy poco prácticas. No vemos ninguna razón para dejar de ser extremadamente defensivos. Los rebotes de la semana pasada deberían haber venido respaldados por decisiones constructivas este fin de semana, pero no ha sido así.