Viaje a Berlín: la ciudad que marcó la historia de Europa

Coincidiendo con el Festival de las Luces, en el que la capital alemana ilumina sus principales monumentos, es la excusa perfecta para que el fin de semana del 6 de octubre recorramos las calles de Berlín.

Berlín es historia. La II Guerra Mundial dejó huella en la capital alemana debido al acoso de los países rivales de la Alemania Nazi. Una vez que se celebraron los Pactos de Yalta, Postdam y París, la urbe quedó dividida por el famoso muro. Por eso, caminar sobre el asfalto de su calle es recorrer cada centímetro de la historia más reciente de Europa. Pero la ciudad no es sólo pasado, Berlín cuenta con un gran legado cultural y cosmopolita.

Cerca del monumento a los judíos asesinados se encuentra el famoso ‘Checkpoint Charlie’

Skyscanner ofrece vuelos desde Barcelona a Berlín por 156 euros. La salida es en el aeropuerto de El Prat el viernes a las 13:35 de la tarde. La vuelta es el domingo a las 15:00 horas. En cuanto a las pernoctaciones, el propio metabuscador oferta hoteles por 45 euros la noche a un kilómetro del centro. La otra opción, Airbnb, es algo más económica en el que ofrecen apartamentos por apenas 25 euros.

El recorrido del viernes comienza en el Monumento al Holocausto de Berlín. Se encuentra cerca de la famosa Puerta de Bradenburgo en el año 2005. Con un toque modernista se pretende emular sepulturas a diferentes alturas. Desde el sureste del monumento, se puede acceder a un espacio subterráneo en el que se ubica el centro de información. Para seguir buceando dentro de la II Guerra Mundial, cerca del monumento a los judíos asesinados se encuentra el famoso ‘Checkpoint Charlie’. Este punto dividía las dos Alemanias y en él se elevó una enorme pasarela con un paso fronterizo. Aún se conserva la barrera para poder entrar de un lado a otro.

Una vez que se ha dejado atrás un repaso a la historia y con un Berlín ya anocheciendo es hora de visitar los monumentos. Durante el fin de semana del 6 al 8 de octubre se celebra la semana de la luz, en la que los principales monumentos se iluminan con cientos de colores. Así pues, visitar a partir de las 19:30 (hora en que comienza el alumbrado) una de las puertas más famosas, como la de Bradenburgo, es una ocasión magnífica. Para asegurarse de que se ve de noche, no viene nada mal visitar antes una de las instituciones que rigen Europa: el Bundestag, la Cámara Baja del Parlamento alemán, donde se debaten las decisiones más importantes de Alemania.

Por la noche, es recomendable visitar la zona de Watergate. A partir de los viernes por la tarde es normal disfrutar de una cerveza a modo de ‘after work’. Además, hay muchos restaurantes donde cenar para acabar con un combinado la noche para desconectar.

VISITA AL MURO DE BERLÍN

El plato fuerte para el sábado por la mañana. Recorrer los tres kilómetros que aún quedan de Muro de Berlín es la cita obligatoria de este fin de semana. En 1989 se derribó uno de los muros más significativos de la historia, pero aún quedan restos de él. Cada centímetro del vetusto hormigón está coloreado con grafitis o cuadros artísticos.

Tras haber recorrido la avenida del Muro, no hay nada mejor que visitar uno de los barrios más alternativos de la ciudad. El barrio de Kreuzberg es uno de los distritos con más fama en Europa. Antiguamente era una zona habitada por el ejército de Estados Unidos y que más tarde acabó habitado por los estratos sociales más desfavorecidos durante la esfervescencia de los años 60 y las revueltas estudiantiles, casas ocupadas, tensiones raciales, inmigrantes organizados y altercados policiales de los 70. Hoy en día la oferta cultural hace que sea de un alto atractivo turístico.

TARDE PARA LA CATEDRAL

Tras haber cogido fuerza en alguno de los famosos restaurantes árabes de la zona toca pasear por Alexanderplatz. Una de las plazas más concurridas de la ciudad en la que las cafeterías, restaurantes y tiendas de moda se mezclan con el ‘techo’ de Berlín: el Fernsehturm. Con 368 metros de altura, la Torre de la Televisión de Berlín es el edificio más alto de Alemania. Desde su mirador, se obtienen vistas panorámicas insuperables de Berlín.

Dirección a la Catedral de Berlín, donde, después de contemplar el interior, se puede subir a su cúpula para disfrutar de las mejores vistas de la ciudad, se encuentra una de las fuentes más reconocidas de Berlín. No es otra que la fuente de Neptuno. En el centro de la fuente aparece la figura de Neptuno rodeado por cuatro mujeres que representan los cuatro ríos principales de Alemania: el Elba, el Rin, el Oder y el Vístula. Está decorada con ángeles y seres mitológicos, rodeados por un lobo marino, una tortuga, una serpiente y un cocodrilo.

Y ANTES DE IRSE… MERCADILLO

Y antes de abandonar la capital alemana es aconsejable visitar alguno de los mercadillos callejeros que inundan Berlín. Ropa, armarios, juguetes o todo tipo de antigüedades se pueden comprar para los expertos en el noble arte del regateo en busca de algún chollo. Los más famosos son los de Flohmarkt y Trödelmarkt. Para los amantes de los objetos artesanales, el mercado perfecto es el Kunstmarkt, en el que se pueden comprar desde joyería y bisutería a complementos como bolsos o zapatos, objetos para decorar la casa, cosmética natural o regalos en general.