Vídeo | ¿Qué es el gas Radón y por qué es tan peligroso?
El gas radón es incoloro, insípido e inoloro y cuando está en contacto con el aire desprende partículas radiactivas
- La OMS asegura que es la segunda causa de cáncer de pulmón en España
- La UE sacó una directiva en la que en 2018 debe estar eliminado
Actualizado : 08:08
El gas radón es, para muchos, algo desconocido. Sin embargo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la segunda causa del cáncer de pulmón. El peligro llega en viviendas y sitios cerrados, porque emana del suelo y al juntarse con el aire desprende partículas radiactivas, inhaladas por los pulmones. La Unión Europea ya ha puesto fecha: en 2018, el radón debe ser eliminado.
1.¿Qué es el gas radón?
El gas radón es incoloro, insípido e inodoro, pesa más que el aire y es soluble en el agua. Aquí es donde está el peligro. No huele, ni se ve y sus efectos son a largo plazo. Se cuela en las viviendas y centros de trabajo por el subsuelo y cuando llega en contacto con el aire desprende las partículas radiactivas de uranio.
El problema llega cuando esas partículas penetran en el organismo humano si se inhala o ingiere. Por esto es muy peligroso para las personas.
Se cuela en las viviendas y centros de trabajo por el subsuelo y cuando llega en contacto con el aire desprende las partículas radiactivas de uranio
2. Los problemas con la salud
Los investigadores de la Universidad de Santiago de Compostela lo tienen claro: el gas radón es perjudicial para la salud. Así, apuntan que diversos estudios realizados han demostrado que las personas que viven en domicilios con niveles elevados de radón tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de pulmón. Este gas está declarado por la Agencia Internacional de Investigación en Cáncer, de la OMS, como “carcinógeno humano” desde hace dos décadas.
La principal razón de su peligrosidad es porque cuando emana del suelo y se junta con el aire desprende partículas radioactivas que son inhaladas por los pulmones. Pero al aire libre, este gas no comporta ningún peligro para la salud porque está en concentraciones muy bajas y se diluye de forma rápida. La OMS estima que del total de los casos de cáncer de pulmón a nivel nacional, se pueden atribuir al gas radón entre un 3% y un 14% depende de la concentración media nacional.
3. Zonas más afectadas en España
La concentración de gas radón en las viviendas depende múltiples factores, según explican desde el Laboratorio de Radón en Galicia. No obstante, dos de los factores más importante son el sustrato geológico sobre el que se asienta la casa y el grado de aislamiento de la casa. Aquellos domicilios sobre terrenos ricos en uranio tienen más posibilidades de tener concentraciones elevadas en gas radón.
Así, las zonas más afectadas en España son Galicia, sobre todo en las provincias de Orense y Pontevedra, algunas zonas de Madrid, Extremadura y una zona importante de Castilla y León, según el Consejo de Seguridad Nuclear en el Bierzo y Maragatería. Las áreas de alto riesgo son las que más del 10% de las casas superan los 200 becquerelios por metro cúbico.
4. Directiva europea
En 2013, la Unión Europea creó una directiva que entrará en vigor en 2018 y obliga a los Gobiernos a analizar riesgos y a tomar medidas que mitiguen concentraciones superiores a 300 becquerelios por metro cúbicos. Una cifra alta si se tiene en cuenta en EEUU está en 148 y la OMS establece 100 como límite máximo.
“Los que llevamos 25 años investigando, hemos demostrado como el riesgo de cáncer pulmonar aparece ya -al menos en Galicia- a partir de los 37 y de los 55 Bq/m3, en población general”, apunta el doctor Juan Manuel Barros, del Laboratorio de Radón en Galicia.
5. Cómo eliminar el gas radón de una vivienda
Tal y como explica el Laboratorio de Radón en Galicia, actualmente hay diferentes maneras para reducir la concentración de radón en un domicilio. Algunas requieren reformas mínimas y son relativamente baratos. En algunas ocasiones, si los niveles de radón en el domicilio no son muy altos, si no superan el 20%, se puede recurrir a la buena ventilación de la vivienda, “hay que tener en cuenta una serie de pautas”, apuntan desde el laboratorio.
En edificios en construcción es más fácil y barato. A través de la instalación entre el terreno y los cimientos del edificio de una capa de material aislante que impida que el radón emane hacia la vivienda. Otra opción es la instalación de artefactos de extracción de aire desde los cimientos a las paredes laterales.
Otras opciones son: utilizar la bomba de vacío, una arqueta de succión, sellar grietas y fisuras o la impermeabilización con politenos específicos. Todos estos métodos están probados con éxito, pero luego es necesario hacer una nueva medición.