Wells Fargo pagará 3.700 millones de dólares por la gestión irregular de créditos
La entidad cobró de forma ilegal tasas e intereses en préstamos
El banco estadounidense Wells Fargo pagará más de 3.700 millones de dólares en multas y reembolsos a clientes con la finalidad de cerrar una serie de denuncias interpuestas por supuestas irregularidades en la gestión de créditos, abusos al consumidor y mala praxis, según han anunciado las autoridades del país.
La entidad devolverá unos 2.000 millones de dólares a los clientes perjudicados y pagará 1.700 millones de dólares de multa, ha informado en un comunicado la Oficina para la Protección Financiera del Consumidor (CFPB, por sus siglas en inglés).
Según las autoridades, el banco cobró de forma ilegal tasas e intereses en préstamos y cargos no justificados en cuentas bancarias que afectaron a millones de clientes. En concreto, Wells Fargo ha sido acusado de irregularidades en la gestión de créditos para automóviles, que generaron gastos indebidos o embargos de vehículos injustificados. Esto perjudicó a más de 11 millones de cuentas con unos perjuicios de unos 1.300 millones de dólares, según la CFPB.
Además el banco denegó, durante varios años a miles de deudores hipotecarios, modificar las condiciones de sus créditos, una posibilidad que era contemplada por la ley y los contratos. Esa negativa llevó a la incautación de algunos bienes inmobiliarios. Asimismo, cargó comisiones sorpresa por transacciones con tarjetas de débito y retiradas de efectivo alegando que los clientes no tenían fondos suficientes cuando en realidad sí los tenían.
"Las reiteradas violaciones de la ley por parte de Wells Fargo perjudicaron a millones de familias estadounidenses", ha señalado el director del CFPB, Rohit Chopra, que ha indicado que las sanciones suponen un "importante paso inicial" para que rinda cuentas.
Wells Fargo, por su parte, ha confirmado el acuerdo alcanzando con las autoridades para resolver estas denuncias y ha asegurado que se trata de un paso importante para transformar las prácticas "inaceptables" que durante años tuvo la entidad. "Nosotros y los reguladores hemos identificado una serie de prácticas inaceptables que hemos estado trabajando sistemáticamente para cambiar y compensando a los clientes cuando se justificaba", ha señalado el consejero delegado, Charlie Scharf.
Esta sanción no es la primera que las autoridades de EEUU le imponen a la entidad bancaria desde que en 2016 se supo que abrió millones de cuentas falsas, una práctica que muchos empleados usaban para cumplir con las metas que les fijaba el banco y poder cobrar las primas.