Sears, Macy's, El Corte Inglés... El comercio online pone en jaque a los grandes almacenes
Estados Unidos ha vivido en este 2017 el cierre de hasta 3.200 establecimientos
- La facturación del e-commerce alcanzó en España los 24.000 millones de euros en 2016, una cifra que ya supera el total de las ventas de El Corte Inglés
El auge del comercio electrónico y el cambio en los hábitos de los consumidores está empezando a poner en jaque la supervivencia de grandes almacenes estadounidenses como JCPenney, Kmart, Sears o Macy’s entre otros, que solo en 2017 han cerrado 3.200 establecimientos. Además, las cifras del e-commerce en España no paran de crecer y ya superan en facturación a la de gigantes como El Corte Inglés.
Adaptarse o morir. El comercio electrónico es un poderoso arma con un potencial desarrollo al que los grandes almacenes tradicionales tendrán que adaptarse. Y es que el sector vive en los últimos años una decadencia a favor de las compras por Internet que ha obligado a echar el cierre de cientos de establecimientos y ha provocado el despido de miles de personas.
Al igual que otras grandes cadenas, Sears Canadá, por ejemplo, ya ha sido víctima de ello. Así, el grupo, que en los últimos cinco años ya había cerrado unas 200 tiendas y despedido a cerca de 6.000 empleados, clausurará sus últimas 200 tiendas (Sears, Hometown o Corbeil), provocando otros 12.000 despidos.
El sector vive una decadencia a favor de las compras por Internet que ha obligado a echar el cierre de cientos de establecimientos
Nada más lejos de la realidad, la cadena estadounidense Macy’s también inició el año con un apretón de cinturón al anunciar el despido de unos 6.200 empleados y el cierre de 68 locales. “Seguimos experimentando un declive en el tráfico de nuestras tiendas que es donde la mayoría de nuestras transacciones todavía ocurren”, justificó Terry Lundgren, presidente de la compañía.
EL COMPLEJO RUMBO DE EL CORTE INGLÉS
El escaparate online ya tiene la misma importancia o más que el de la tienda física, como así lo demuestra el dato de que la facturación del e-commerce alcanzó los 24.000 millones de euros el año pasado, una cifra que ya supera los 15.505 millones de las ventas de El Corte Inglés en el mismo periodo.
Si bien es cierto que esta facturación del grupo lo erigió líder de entre los grandes almacenes en Europa en 2016, por delante de los gigantes Marks & Spencer y John Lewis, y los cuartos del mundo, tras Macy's,Sears y Kohl's, los resultados son notablemente menores que hace diez años.
En 2007 el grupo cosechó unas ventas de 17.898 millones, un 13% más que el año pasado, y un beneficio de 747 millones, un 78% superior al de 2016, situado en 162 millones de euros. Todo ello sin contar el proceso de reestructuración de su deuda que ha vivido en los últimos años, que le ha obligado a refinanciarse y a vender inmuebles para evitar la quiebra.
UN MODELO DE NEGOCIO QUE TIENE FUTURO
Luis Lara, consultor de KPMG Fashion explica que el modelo de gran almacén ha sido una de las mayores innovaciones comerciales del siglo pasado, hasta que aparecieron los centros comerciales, las cadenas monomarca y la venta online. “Los grandes almacenes han cumplido muy bien su función de ‘agregadores’ de marcas y secciones, todo ello en un mismo edificio. Sin embargo, las cadenas monomarca, presentes en centros y calles comerciales, y luego la venta online, capaz de agregar innumerables marcas en una plataforma digital y gestionar los envíos de una forma cada vez más rápida, han afectado globalmente al negocio de los grandes almacenes al hacer lo mismo, agregar marcas, con una mejor experiencia de cliente y mayor eficiencia”, determina el experto.
“No hay otro reto más sugestivo ni más urgente que enlazar la tienda tradicional con los nuevos canales electrónicos, es decir, integrar las tiendas físicas y el mundo online”
Pero, lejos de que Lara visualice el fin de los grandes almacenes, asegura que sigue siendo un modelo de negocio que funcionará y tiene futuro. A su juicio, actualmente están adaptándose a trabajar con las marcas y con sus equipos para garantizar una mejor experiencia de compra y, además, han avanzado en la omnicanalidad, integrando su red de tiendas físicas con sus plataformas de venta online y las de las marcas que venden. “Esto supone una ventaja frente a las empresas online, que venden exclusivamente a través de internet y que para las entregas y devoluciones no cuentan con una extensa red de puntos de venta”, diferencia.
Y en esta dirección parece que avanza, por ejemplo, El Corte Inglés. El grupo de distribución incrementó en un 40% sus ventas online en 2016, una fuerte apuesta por el ecommerce que explica buena parte de sus resultados en el año. De hecho, el presidente de la compañía insistió en la presentación de resultados en que la empresa sigue concentrada en mejorar su oferta comercial y de servicios, así como "en seguir haciendo de El Corte Inglés lo que siempre ha sido, un lugar de compras atractivo y de plena satisfacción para el cliente".
El presidente de la compañía también incidió en el concepto de omnicanalidad, lo que ha definido como el "gran desafío" de El Corte Inglés. Y añadió: “No hay otro reto más sugestivo ni más urgente que enlazar la tienda tradicional con los nuevos canales electrónicos, es decir, integrar las tiendas físicas y el mundo online”.