La misión de Sánchez Llibre al frente de Foment: revertir la fuga de empresas
Político y actual responsable de relaciones con las Cortes de la CEOE, de él se espera que tienda puentes entre Gobierno y Generalitat
Actualizado : 09:16
Una figura política para tiempos de negociaciones y de tender puentes. El empresariado catalán recibe con los brazos abiertos a Josep Sánchez Llibre como el nuevo presidente de Foment del Treball. Su candidatura al frente de la patronal catalana no ha encontrado rivales y el 5 de noviembre ha sido nombrado sustituto de Joaquim Gay de Montellà. Aterriza en la entidad con el objetivo de 'repatriar' las más de 3.000 sedes empresariales que salieron de Cataluña en 2017 y de combatir las consecuencias del 'efecto sede' en Barcelona.
Foment del Treball ha llamado la atención con anterioridad sobre este fenómeno, ya que, según Valentí Pich, Presidente de la Comisión Fiscal i Economia con la antigua junta, “la ubicación de la sede social es determinante para las firmas de servicios profesionales que trabajan para las grandes empresas, en la hostelería y afecta, en definitiva, a toda la economía de Barcelona”.
Con esta advertencia, el organismo hace hincapié en las cotizadas y otras grandes empresas que se unieron a Banco Sabadell y CaixaBank en su salida de la región tras el referéndum ilegal del 1 de octubre. “Si bien todas las empresas son importantes, las grandes tienen una capacidad de tracción sobre el conjunto de la economía”, expresan.
Sánchez Llibre ha asumido la presidencia de Foment del Treball para generar un clima político "sin tensiones y dar tranquilidad jurídica"
Las reubicaciones de sedes han provocado un efecto rechazo y muchos inversores abandonan la idea de invertir en Barcelona, en pro de otros centros productivos de la península. Un importante alto cargo de una empresa del sector de la alimentación confiesa a ‘Bolsamanía’ que mantiene 'el grifo cerrado' en sus fábricas de Cataluña. Mientras tanto, ha incrementando el esfuerzo económico en las del resto de España en otros lugares como, por ejemplo, Valencia.
En este contexto que no se ha aliviado y se ha convertido en "el nuevo normal" de la economía catalana, según cuenta otro empresario a Bolsamanía, Sánchez Llibre ha asumido la presidencia de Foment del Treball para generar un clima político "sin tensiones y dar tranquilidad jurídica" para hacer posible el retorno de las empresas. Y les asegura que si regresan, "no pasarán por los momentos de angustia" que considera que vivieron hace un año, y ha confiado en que el retorno sea efectivo en los cuatro años que durará su mandato al frente de la patronal.
Las grandes cotizadas no tienen planes de seguir su llamada, al menos en el corto plazo. Banco Sabadell y CaixaBank han reiterado su compromiso con Alicante y Valencia y Naturgy, que se ha mostrado más proclive a desandar el camino que emprendió hace un año, no da señales claras.
UN POLÍTICO PARA RECUPERAR LAS EMPRESAS
El que fuera presidente del RCD Español ha aseverado también que bajo su dirección, la patronal se dedicara "únicamente" a defender los intereses empresariales de las compañías catalanas ante las diferentes autoridades, independientemente del partido político que las lidere, y ha rechazado que la patronal vaya a realizar planteamientos políticos.
Pero es innegable que aterriza como faro de los empresarios en la región en un momento plagado de incertidumbres en el que su dilatada experiencia en la política se hace imprescindible para convertirse en un enlace entre el president de la Generalitat, Quim Torra, y el del Gobierno, Pedro Sánchez.
Entre sus objetivos también está construir de manera proactiva espacios de diálogo y distensión con el fin de alcanzar la confianza necesaria para que las compañías vuelvan a Catalunya. Y no es novato en esta tarea ya que en la actualidad se encarga de las relaciones con la Cortes de la Patronal CEOE, donde ocupa una de sus vicepresidencias bajo en mandato de Juan Rosell, cargo que podría mantener cuando Antonio Garamendi asuma la presidencia a finales de noviembre.
Además, en el ámbito público, fue elegido diputado al Parlamento de Cataluña en dos ocasiones (elecciones de 1988 y 1992) en la candidatura de Convergència i Unió (CIU) por la circunscripción de Barcelona. También fue senador en 1989, del cupo designado por la Comunidad Autónoma de Cataluña.
En las elecciones generales de 1993 fue elegido diputado al Congreso, cargo que ha renovado en las sucesivas convocatorias electorales: 1996, 2000, 2004, 2008 y 2011. Como parlamentario en el Congreso, ha sido portavoz de su grupo seis años (1993-1999), portavoz también de su grupo en la Comisión de Economía y Hacienda, miembro de la Diputación Permanente y presidente de la Comisión Mixta Congreso-Senado sobre el Tribunal de Cuentas.