¿Qué opciones tiene Sánchez para crear un impuesto a la banca?
El Gobierno quiere implantar el nuevo impuesto en 2019
Morgan Stanley ofrece tres alternativas al Ejecutivo
El Gobierno de Pedro Sánchez finalmente sí va a crear un impuesto a la banca. Y tiene prisa. Quiere que se pueda aplicar a principios de 2019, por lo que debe ponerse a trabajar en ello ya, pero aún no ha concretado cómo se materializará esta iniciativa.
El banco de inversión Morgan Stanley, en un informe sobre bancos españoles, contempla tres opciones para esta nueva figura impositiva: aumentar Sociedades, incrementar el Impuesto a los Depósitos o subir la tasa de los activos fiscales diferidos (DTA).
La entidad norteamericana cree, independientemente de la falta de detalles en cuanto a cómo se diseñará este impuesto, que el impacto sobre la banca española será de, aproximadamente, 1.000 millones de euros, el importe que calculó el PSOE cuando lanzó la propuesta.
Incrementar ocho puntos porcentuales el Impuesto de Sociedades para los bancos es la primera de las opciones que contempla el banco de inversión. Esta idea estaba incluida en la propuesta que el PSOE lanzó cuando se encontraba en la oposición. El partido de Sánchez calculaba que esta medida permitiría al Ejecutivo recaudar entre 800 y 1.000 millones de euros.
Para Morgan Stanley, el impacto de subir a la banca ocho puntos el tributo que abonan las empresas sería similar a 1.000 millones de euros, pero supondría, de media, una rebaja de un 3% en las estimaciones del banco sobre la ganancias para este año de los principales bancos españoles.
Sin embargo, la entidad cree que, “dada la importante cantidad de activos por impuestos diferidos en los balances de los bancos españoles”, se podría reducir el impacto en efectivo de un cambio en el Impuesto de Sociedades. “Creemos que el Gobierno podría explorar formas alternativas de elevar la fiscalidad para el sector bancario”, apunta.
SUBIR EL IMPUESTO A LOS DEPÓSITOS
La segunda de las opciones para el banco de inversión sería incrementar el Impuesto a los Depósitos Bancarios, cuya tasa se sitúa actualmente en un “simbólico” 0,03%. Para conseguir recaudar 1.000 millones de euros, el banco de inversión estima que se necesitaría imponer un 0,08% adicional.
En este sentido, Bankia sería la entidad más afectada, según el análisis de Morgan Stanley, seguida por Unicaja, Sabadell, Bankinter, CaixaBank, BBVA y Santander.
La última de las opciones sería incrementar la tasa de los activos fiscales diferidos (DTA), actualmente situada en el 1,5% de las garantías. Es decir, en la actualidad, los bancos pagan al Estado un 1,5% sobre la diferencia entre el valor de los DTA y lo tributado por ellos. Si el Gobierno quiere recaudar con ello los 1.000 millones de euros, debería subirla al 1,75%.
AÚN SIN DETALLES
El Gobierno de Sánchez, tras varios amagos, ha decidido finalmente decantarse por un impuesto a la banca para incrementar los ingresos de la Seguridad Social y financiar así las pensiones. Aunque aún no ha dejado claro qué figura fiscal diseñará, al estrenarse el Ejecutivo ya advirtió que podría tratarse de dos impuestos.
El primero sería un impuesto a las transacciones financieras, al estilo de la 'tasa Tobin'. En segundo lugar, se crearía un impuesto genérico a los bancos que, muy probablemente, trasladarán a sus clientes mediante más comisiones o un encarecimiento de los productos y servicios.