La salida de Escotet de Abanca renueva la polémica por la venta de Novagalicia

El presidente de las antiguas cajas gallegas se juega ser encarcelado él mismo

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Bolsamania | 05 may, 2018

El régimen venezolano de Nicolás Maduro está utilizando al banco de Juan Carlos Escotet, Banesco, como arma propagandística. El banquero ha dejado temporalmente la presidencia de Abanca, que ejerce de forma personalista, y se arriesga a acabar él mismo entre rejas o a tardar mucho en volver. Todo esto renueva la polémica sobre la adjudicación de Novagalicia a Banesco en diciembre de 2013.

Escotet anunció el jueves por la noche su renuncia 'sine die' a la presidencia de Abanca, que queda descabezada, para viajar a Venezuela. El Gobierno de Maduro acababa de decretar la nacionalización de su banco en ese país, Banesco, y el encarcelamiento de 11 directivos; entre ellos, Marco Tulio Ortega, su abogado de confianza que lleva toda la asesoría jurídica de su holding.

Aunque la medida no afecta a sus participaciones fuera de Venezuela, entre ellas Abanca, Escotet considera que la única forma de negociar con el Ejecutivo de su país natal para liberar a su equipo es acudir en persona. Algo que podría costarle incluso acabar también él en prisión. No obstante, observadores consultados por Bolsamanía no creen que la sangre vaya a llegar al río.

A juicio de uno de ellos, "es un movimiento propagandístico de Maduro para que parezca que ataca a la banca y elevar su imagen de comunista. Pero no va en serio; si lo fuera, no lo habría nacionalizado durante 90 días, sino que lo habría expropiado". Además, la acusación de manipular el cambio se puede aplicar a casi todo el mundo en Venezuela puesto que el cambio oficial del bolívar está a años luz del real, y los bancos tienen que hacer malabares para proteger a sus clientes.

Pero, aun así, la solución del entuerto puede demorarse varios meses, en los que Abanca seguirá descabezada. Justo en un momento muy complicado para el sector: los márgenes siguen hundiéndose, el crédito no termina de crecer, es imprescindible mejorar la eficiencia (el talón de Aquiles de Abanca), hay que incrementar los ingresos por comisiones, va a entrar en vigor la MiFID II y ha comenzado una nueva guerra hipotecaria en la que han entrado casi todos sus rivales.

CUESTIONA LA VENTA DE NOVAGALICIA

Este importante contratiempo revive la polémica generada en diciembre de 2013 con la inesperada adjudicación de Novagalicia (la fusión de Caixa Galicia y Caixanova) a Banesco por 1.000 millones, en una subasta en la que se impuso a La Caixa. Aunque era la mejor oferta, ya entonces muchos observadores e incluso autoridades cuestionaron la idoneidad de entregar una entidad que iba a ser supervisado por el BCE a un banco venezolano por el riesgo político de ese país que ahora se materializa.

Lo cierto es que en estos años ha sido fuente de frecuentes quebraderos de cabeza para el FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria). Por ejemplo, forzó la contabilidad el primer año para generar un beneficio estratosférico y pagarse un dividendo con el que abonar los 1.000 millones citados, cosa que el FROB le impidió. Lo autorizó más adelante cuando vio que la entidad generaba beneficios recurrentes, pero en buena medida tuvieron detrás la liberación de provisiones para el ladrillo... que se habían dotado con los 10.000 millones de dinero público con que la rescatamos los españoles. Algo que permitió el Banco de España.

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