Los bancos españoles miran a 2016 con escepticismo

Los seis grandes bancos españoles, Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Popular y Sabadell, lograron un beneficio neto conjunto de 11.275,8 millones de euros en 2015, un 7,3% más que los 10.503,1 millones ganados un año antes, pese a las mayores dotaciones a provisiones extraordinarias realizadas en el pasado ejercicio.

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Pero, a pesar de este dato positivo, aspecto inestabilidad que crea la situación China, cuyo efecto en la economía mundial se desconoce; el precio del petróleo, la caída de las materias primas, el efecto de la subida de tipos en Estados Unidos y la crisis de los refugiados, marcan la situación, al margen de la situación política española. Unos motivos que provocan los presidentes de la gran banca española hayan definido el ejercicio de 2016, como una “situación desafiante” y “un nuevo mundo”.

Producido por la caída de las materias primas, el efecto de la subida de tipos en Estados Unidos y la crisis de los refugiados

Un hecho que Francisco González, presidente del BBVA, analizó en unas declaraciones recogidas por el diario El País, "Se supone que con tipos muy bajos, la actividad económica debe subir, al igual que la inflación, pero lo cierto es que apenas crecen los créditos. Los bancos no tenemos ingresos; estamos en un estancamiento secular en el que solo sube el ahorro" aseguró González.

En este sentido también se pronunció el presidente del Banco Popular, Ángel Ron, que considera que “las normas exigen mucho capital para dar crédito, sobre todo a las pymes, que son las que crean empleo. Esta situación hunde la rentabilidad de las entidades y así no es posible atraer el dinero de los inversores que, por otro lado, necesitamos para elevar el capital y el crédito". Ron considera además que "la baja rentabilidad de la banca" es similar a la de las empresas de servicios.

SE PRODUCEN VARIOS PROBLEMAS AL MISMO TIEMPO PARA LAS ENTIDADES

Tanto en España como en el resto de Europa, las entidades bancarias se enfrentan a varios problemas al mismo tiempo, como refleja el diario El País: los bajos tipos de interés, que hacen que el margen financiero sean muy bajo, lo que repercute en la rentabilidad; el exceso de endeudamiento de la economía española que hace que todavía crezca poco el crédito; la presión regulatoria y sus exigencias de capital, el persisten un alto volumen de activos improductivos (unos 225.000 millones), entre préstamos morosos y activos adjudicados, otro freno a la rentabilidad.

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