La gran banca afila el ajuste: 5.207 empleados y 1.262 oficinas menos
El sector recurre a rebajar los costes como antídoto contra la caída de los ingresos
- El sector ya ha reducido su plantilla en un 30% desde finales de 2008
- El tijeretazo en la red de oficinas se acerca al 40% en los siete últimos años
Seguramente, usted se habrá encontrado con que esa oficina bancaria a la que solía ir ya no está. Ha cerrado. Y en su puerta habrá visto un cartel que le remite a otra dirección. No es para menos, puesto que la poda de oficinas por parte de las grandes entidades financieras está siguiendo su curso durante todo 2016. Y lo mismo ocurre con los empleados.
Los resultados presentados la semana pasada por las siete entidades que forman parte del Ibex 35 ratifican lo que era, es y seguirá siendo una constante en el sector: los ajustes para intentar compensar con unos menores costes y una mayor eficiencia la dificultad para generar ingresos en el contexto actual, marcado por los bajos tipos de interés, la débil demanda de crédito, la presión regulatoria y la llegada de nuevos competidores financieros.
En los nueve primeros meses del año, los siete bancos del Ibex -Banco Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Banco Sabadell, Bankinter y Banco Popular- han reducido sus plantillas en 5.207 personas y su red de oficinas en 1.262 sucursales. Estas cifras prolongan la poda que ya venía aplicando el sector. Aunque no corresponden únicamente a sus negocios en España, anticipan que el número de empleados de banca se situará claramente por debajo de los 200.000 cuando acabe 2016, un registro sin precedentes según la serie histórica del Banco de España (BdE), en tanto que el número de oficinas será inferior a las 29.000, algo que no se ve desde 1982. Desde finales de 2008, cuando había 278.000 empleados y 46.000 oficinas, el tijeretazo alcanzaría el 30% en el primer caso y el 37% en el segundo.
EL SANTANDER MARCA EL PASO
El mayor ajuste numérico en ambos apartados corresponde a Banco Santander. La entidad presidida por Ana Botín sumaba casi 194.000 empleados y 13.030 oficinas cuando acabó 2015. Nueve meses después sus cuentas recogen 189.67 empleados y 12.391 sucursales. Es decir, cerca de 5.000 empleados y 639 oficinas menos.
BBVA también ha aplicado la tijera a su plantilla y su red de oficinas. En su caso, para ajustar la primera en más de 1.700 personas, hasta las 136.244, y para cerrar 384 sucursales y dejar 8.761 oficinas. En la presentación de los resultados trimestrales, su consejero delegado, Carlos Torres, anunció que este año aún cerrará 100 oficinas más y reducirá su plantilla en España en 400 personas.
Banco Popular, que en estos momentos está ejecutando un plan de ajuste por el que prescindirá de 2.592 personas y 300 oficinas, ya ha cerrado 43 sucursales en 2016 y ha reducido su plantilla en 231 personas.
En CaixaBank y Sabadell se han cerrado 122 y 82 oficinas, para situarlas en 5.089 y 2.791, respectivamente; en el caso de Bankia, ha cerrado 77 oficinas, para un total de 1.855. En los tres casos, sus plantillas registran las menores variaciones: la de CaixaBank crece en 73 personas, hasta las 32.315; la de Sabadell baja en 118, hasta los 25.972 empleados; y la de Bankia desciende en 91 personas, hasta los 13.478 empleados.
La excepción corresponde a Bankinter. En lo que va de año, el grupo tiene 1.072 empleados más, hasta los 5.477, y ha sumado 85 oficinas, para un total de 446. Este aumento, eso sí, tiene su 'trampa': se debe a la suma de las oficinas heredadas de la compra del negocio minorista de Barclays en Portugal, anunciada en 2015 y ejecutada este año.
Los ajustes imperantes en la banca española responden a la combinación de la debilidad de los ingresos, con el margen de intereses presionado por los bajos tipos y la insuficiente demanda de crédito, y el exceso de capacidad aún vigente, una característica común al conjunto de la banca europea. En este sentido, además de que las entidades asumen que el proceso de ajuste no es una cuestión coyuntural, sino estructural, también dan por hecho que sufrirá una aceleración cuando comience otra ronda de consolidación en el sector. La llegada del nuevo Gobierno y el futuro de Bankia y BMN serán fundamentales en los movimientos que pueden producirse.