Juego de Tronos en busca del control de Freixenet

Los diferentes clanes que existen en Freixenet viven una situación delicada y es posible que alguna de ellas salga de la empresa

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Bolsamania | 02 abr, 2016

Freixenet está viviendo unos momentos delicados tanto en lo económico como con la dirección de la empresa. Los diferentes clanes familiares que hay están buscando una solución para que la Bodega vuelva a ser un referente pero las partes implicadas están lejos de entenderse.

El jueves, a la una de la tarde y en la iglesia de Santa Lucía de Santander, se despedía a Carmen Ferrer Sala, una de las cuatro descendientes directas de los fundadores de Freixenet. Todas la personalidades del mundo empresarial quisieron darle el último adiós a la mujer que ha sostenido un gran imperio. A pesar de la cordialidad en el funeral las ramas Los Hevia Ferrer, los Bonet Ferrer y los Ferrer Noguer ya batallaban casi en silencio por el control de la embotelladora de cava, según informa El Mundo.

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El particular Juego de Tronos que se está produciendo en Freixenet se hubiese llevado el pasado miércoles en la Junta directiva pero quedó suspendida por el fallecimiento de Carmen Ferrer. Hasta 2013 la empresa estaba dirigida por los Ferrer Sala. Durante todo este largo periodo los cuatro clanes se habían dividido las diferentes ramas de la empresa y tanto padres, hijos y nietos nadaban en la misma dirección. Pero la muerte de Dolores Ferrer, la tía 'Lola' como era conocida ha deteriorado las relaciones, entre los primos.

CRISIS ECONÓMICA

Tras la muerte de la tía 'Lola' en 2013, la empresa empezó a cambiar el rumbo y los diferentes clanes tienen diferencias

Todo se empieza a truncar por la herencia de ella puesto que no tenía ninguna descendencia. Si hasta entonces José Ferrer y la tía Lola tenían el control casi por completo, ahora las otras dos ramas (los Hevia y los Bonet) podían formar mayoría y planeaban cambios. Enrique Hevia y sus hermanos intentaban cambiar varias cosas y querían dejar en manos de profesionales la gestión de la empresa, algo que José Ferrer no quería.

Otra causa del distanciamiento que se han tenido ha sido el descenso de los números en cuanto a beneficios nos referimos. En el último ejercicio fiscal se consiguió un superávit de 2,2 millones de euros, muy lejos de los 30 que tenía la empresa antes de la crisis. Esto ha hecho que los Hevia y los Bonet criticasen la labor de los Ferrer.

Con este panorama, varios medios de comunicación como La Vanguardia o Economía Digital , los Hevia quieren vender su 29% de la firma y tienen una oferta de la empresa Henkell,líder en Alemania. Estas negociaciones habrían partido a partir de la premisa de que se tenga el poder del 50% al menos. Los Ferrer, por su parte, quieren tener más control y ya preparan una oferta para igualar la oferta de la firma germana puesto que los clanes tienen derechos de tanteo.

Con los creadores ya fallecidos y solo con José Bonet en vida del Consejo de Comisión de Experiencia de la empresa, de los 12 primos que están controlando la empresa de bodegas, solo seis trabajan en el día a día en la firma.

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