Las incógnitas que debe despejar DIA antes de cerrar el ejercicio

DIA cierra otra semana frenética en su carrera para salvar el negocio. Y, a dos semanas de cerrar un ejercicio complicado, tiene todavía muchos cabos que atar si pretende encauzar el rumbo de cara próximo año.

La primera de las incógnitas a despejar qué va a pasar con su abultada deuda, que supera los 1.400 millones, según las últimas cuentas publicadas. La compañía descartó esta semana que se vaya a realizar una quita y, según aseguró, las conversaciones con los bancos acreedores “están muy avanzadas”, pero fuentes de la compañía han declinado concretar si será en estos días cuando por fín cierren el tema.

Estas negociaciones incluyen también un plan de desinversiones para que la compañía potencie “áreas clave de negocio”. Esto supondrá contemplar la venta de sus 1.271 tiendas Clarel, como ya indicó que haría con los 35 establecimientos Max Descuento.

REORGANIZAR SU CÚPULA Y TRAZAR EL PLAN DE NEGOCIO

Stephan DuCharme renunció hace poco más de una semana a la presidencia de la cadena. Desde LetterOne, el fondo que controla un 29% de DIA y que pertenece al magnate ruso Mijaíl Fridman, quieren que se centre en trazar la estrategia que saque a la cadena de supermercados del atolladero pero sin estar en el consejo. Aunque el movimiento sonara a espantada, desde LetterOne reiteran su apoyo a la compañía y su interés en encontrar la vía para que recupere el lustre perdido.

Con la salida de DuCharme, falta que LetterOne cubra este sillón vacante en el consejo -el fondo tiene otros dos representantes, Karl-Heinz Holland y Sergio Dias-, y que la empresa defina quién será su nuevo presidente.

Entre los ‘presidenciables’ para DIA estaba Dimas Gimeno, expresidente de El Corte Inglés, pero la cadena de supermercados se inclina más por un perfil que no genere conflictos de interés y Jaime García-Legaz podría ser el elegido. Desde la empresa no confirman la información adelantada por El Confidencial, ni que durante la semana próxima vaya a tomarse esa decisión en una posible reunión del consejo.

El baile de sillas supone presión añadida para el diseño del nuevo plan de negocio que, según se espera, además de reducir sus más de 3.600 tiendas en todos los mercados en que opera, podría suponer la reducción de su plantilla de trabajadores.

CERRAR EL EJERCICIO Y AMPLIAR CAPITAL

Por otra parte, el grupo de supermercados ha anunciado esta semana el cierre de un acuerdo con Morgan Stanley para que asegure una ampliación de capital por 600 millones de euros, eso sí, sujeta a condiciones.

Según la hoja de ruta actual, esta ampliación se realizaría en primavera. La compañía tiene antes que cerrar las cuentas de este año, convocar la junta ordinaria de accionistas -que tradicionalmente se celebra en abril- para que den luz verde a esta operación y ponerla en marcha. Este movimiento podría ser la vía a través de la cual Fridman elevara su participación actual a niveles de control, por encima del 50%.

Con este plan sobre la mesa, DIA resurgió en el parqué y logró cerrar la sesión con un avance del 10,4%, hasta los 0,461 euros. El oxígeno ha durado un par de sesiones más que, aunque con altibajos, han hecho que cierre la semana de nuevo en 0,50 euros y una capitalización de poco más de 311 millones.