Guerra en el cemento: Molins aplaude el repliegue de Cemex en España

La empresa catalana señala que "es necesario y conveniente que se reestructure el sector"

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Bolsamania | 01 mar, 2019

Actualizado : 09:53

El cierre de dos de las siete plantas que Cemex tiene en España supone una “adaptación necesaria” a la coyuntura de las cementeras españolas, a juicio de Cementos Molins. La empresa catalana valora como “bueno para el sector en general” que su competidor mexicano clausure sus fábricas en Almería y Baleares, dada la sobredimensión exagerada del negocio del cemento en el país.

“En estos momentos no es un segmento rentable”, ha reconocido Julio Rodríguez, consejero delegado de la empresa, durante la presentación de resultados de 2018 de la compañía, porque “hay una sobrecapacidad importante”. A su juicio, esta industria sufre los mismos males que en otros ramos: la subida de los precios de energía, en concreto de la electricidad, con el precio kilovato hora un 20% más caro en el último ejercicio. Pero además, la situación del sector de la construcción, especialmente grandes infraestructuras, y la nueva regulación sobre derechos de emisión d CO2, que entrará en vigor en Europa en 2020, castigan a las cementeras.

Estos son los principales motivos que alegó Cemex para justificar el ERE a 188 trabajadores que ha acompañado al ajuste, que también afecta a otros centros de trabajo y oficinas. El proceso se dio por finalizado a mediados de febrero, pero desde Molins no creen que el saneamiento acabe ahí. De hecho, Joan Molins, presidente del grupo originario de Sant Vicenç del Horts, ha advertido de lo dañina que será la normativa sobre las emisiones para las exportaciones, ya que reducirá las ventas exteriores porque “no sale a cuenta”. También ha enmarcado la contracción de la empresa azteca dentro de la “lógica industrial de reordenamiento" de un sector sobredimensionado.

“Lo normal es que la capacidad instalada haga rentable el negocio cementero”, agrega Rodríguez, pero “ahora mismo no lo es”. Actualmente, el potencial de producción de las instalaciones del Estado está muy por encima del consumo, que es de 300 kilos por habitante, una cifra significativamente por debajo del nivel adecuado, que debería alcanzar los 20 millones de toneladas en total, explica el consejero delegado de Molins. Achaca el estado actual a los efectos de la crisis que aún azotan a los fabricantes: en España se llegó a un consumo de cemento enorme antes de la crisis, en 2008, cuando los kilos por habitante superaban los 1.000 o 1.200, un volumen equiparable al que tiene actualmente China.

Por lo tanto, la contracción debe proseguir, indican los cementeros catalanes. “Es difícil que esta reestructuración se dé fruto de la negociación entre fabricantes”, señala Molins, por lo que apela a las instituciones públicas a que intervengan en el proceso, ya que en todos los países, “las empresas se han amoldado en mayor o menor medida”, ha explicado.

Con todo, no se dejan llevar por el pesimismo, ya que observan un repunte de la inversión privada, en cuya recuperación confían; en cuanto a la pública, instan a los gobiernos a que la mantengan. “El mercado español debe volver a ponerse en su sitio”, afirma Rodríguez, quien ve “potencial de crecimiento este año”.

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