El Gobierno da oxígeno a Ibercaja al ampliar dos años el plazo para salir a bolsa

El Gobierno ha dado oxígeno a Ibercaja al ampliar el plazo para su salida a bolsa, que debía realizarse en 2020. "En un contexto como el actual de situación de crisis sanitaria, social, económica, la obra social de las fundaciones bancarias adquiere una relevancia aún mayor", explicó el Ejecutivo en el Real Decreto-ley por el que se adoptan medidas urgentes complementarias en el ámbito social y económico para hacer frente al covid-19.

"Por ello", prosigue el documento, y "con el objetivo de garantizar dicha obra social, se propone modificar la Ley 26/2013, de 27 de diciembre, de cajas de ahorros y fundaciones bancarias para extender en 2 años el plazo de desinversión previsto para las fundaciones bancarias con participación mayoritaria en entidades de crédito".

En la práctica, la Fundación Ibercaja es la gran beneficiada por esta medida, ya que controla un 87,5% del banco aragonés, líder del mercado bancario en la región.

Según la normativa, la Fundación Ibercaja debía reducir su participación actual hasta el 40% como muy tarde en 2020, para lo cual había contratado a Rothschild como asesor financiero independiente y a Morgan Stanley y JPMorgan como bancos coordinadores. La valoración que se barajaba rondaba los 1.300 millones de euros, pero esa cifra actualmente sería una quimera.

A principios de febrero, cuando el Ibex cotizaba en máximos anuales por encima de 10.000 puntos, nada hacía anticipar que Ibercaja fuera a retrasar la operación. Sin embargo, la crisis causada por el Covid-19 ha obligado al Gobierno a ser flexible con los plazos, ya que una salida a bolsa en el contexto actual implicaría un descuento demasiado elevado.

“Pensamos que antes de 2021 habrá una oportunidad de salir a bolsa”, comentó en junio el presidente no ejecutivo de Ibercaja, José Luis Aguirre. Sin embargo, su optimista previsión ha quedado sepultada por la pandemia del Covid-19.

RESULTADOS DE 2019

Ibercaja obtuvo un beneficio neto de 84 millones de euros en 2019, cifra que duplicó al generado el año anterior. La entidad explicó esta buena cifra por el dinamismo de la actividad comercial, la diversificación de los ingresos, la disminución de los costes recurrentes y la fuerte caída de los activos improductivos.

El margen de intereses fue de 547,2 millones de euros, un 4,4% inferior al del del año anterior, debido a la menor aportación a los ingresos de la cartera de valores del banco. El margen minorista, obtenido como diferencia entre los ingresos de crédito y el coste de los depósitos, alcanzó un 1,43% frente al 1,39% del año anterior.