La fusión entre Orange y MásMóvil, en punto muerto tras 18 meses de incertidumbre

Los 'remedies' que podría proponer Bruselas, bajo el foco del sector de las telecomunicaciones

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Bolsamania | 08 sep, 2023

El sector de las telecomunicaciones en España sigue en 'stand-by' desde hace más de año y medio. El motivo no es otro que la fusión entre Orange y MasMóvil, una operación que se anunció en marzo de 2022 y que puede crear el segundo mayor operador de España, valorado en 18.600 millones de euros y con más de 31 millones de clientes, más que los de Telefónica. Sin embargo, más allá del acuerdo entre ambas compañías, el resto todavía parece estar en el aire.

A finales del pasado mes de junio, Bruselas mostró sus reticencias a la unión entre ambas firmas, al entender que podría reducir la competencia en el mercado y, en última instancia, conducir a "aumentos significativos de los precios". Según explicó la Comisión Europea en un comunicado, que resumía algunas de las conclusiones de la investigación en profundidad iniciada en abril, la principal preocupación es la de una reducción del número de operadores, lo que eliminaría "una importante presión competitiva y un rival innovador en los mercados minoristas españoles", de los más competitivos del Viejo Continente.

"Los efectos anticompetitivos previstos son sustanciales incluso después de tener en cuenta los posibles ahorros de costes, en un contexto en el que la competencia ha sido una fuerza impulsora de la inversión y la calidad de los servicios en el mercado español", agregaron desde el Ejecutivo comunitario. MasMóvil, por su parte, mostró su confianza en el resultado del proceso y en los beneficios de la operación.

Un mes después, la Comisión decidió aplazar de forma indefinida la investigación "para disponer de más tiempo para evaluar el impacto que tiene la operación sobre la competencia". Así, Bruselas cambiaba el calendario que fijaba en el pasado 4 de septiembre la fecha para dar luz verde o no a la operación. Entre tanto, Orange anunciaba su intención de reducir en 500 millones de euros su capital para equipararlo al de MásMóvil. ¿El motivo? Evitar los temidos 'remedies'.

LOS 'REMEDIES', EN EL FOCO

Unos de los principales objetivos de Orange y de MásMóvil en las negociaciones mantenidas con Bruselas es evitar la imposición de 'remedies', es decir, que las compañías se tengan que deshacer de determinados activos para cumplir con las reglas de competencia. Además, esta venta se haría a precios reducidos, con lo que otros operadores, especialmente aquellos que se quedarían fuera del 'top 3' tras Telefónica, Vodafone y la 'joint venture' resultante, están especialmente atentos a lo que pueda pasar.

Jacques de Greling, analista de Scope Ratings, cree que, debido a su tamaño, este caso implica una serie de activos redundantes "muy importantes". En este sentido, este experto recuerda que para autorizar la fusión entre Hutchison y Wind Tre, la Comisión exigió la entrada de Iliad como nuevo operador de red móvil en el país transalpino.

"Estas fueron también las soluciones propuestas en el Reino Unido, con la recomendación de la OFCOM, cuando Three (Hutchison) y O2 (Telefónica) intentaron fusionarse", agrega. Cabe señalar que Vodafone anunció un acuerdo de fusión con Three el pasado junio para crear al mayor operador de telecomunicaciones móvil del país británico.

Esto, añade, podría afectar directamente a Digi, que actualmente es solo un operador móvil virtual (OMV) y no posee su propia frecuencia. "Esto requeriría que Orange-MásMóvil vendiera parte del espectro y de los componentes de la red, y probablemente también un acuerdo de itinerancia favorable", explica.

"Cabe señalar que Digi quería entrar en el mercado móvil húngaro, pero el regulador local se lo impidió al no permitirle participar en las subastas de espectro. Digi optó por abandonar el mercado húngaro y vendió su negocio húngaro de banda ancha, a pesar de que había tenido éxito con su estrategia de descuentos", recuerda Greling.

Por su parte, Fitch Ratings también coincidió en que la operación podría rebajar la competencia en el mercado, aunque no cambió su previsión para el sector, para el cual espera un bajo crecimiento a expensas de determinar la duración y el impacto de la inflación.

Asimismo, la agencia de calificación también ve probable que tanto Movistar como Vodafone lancen en el futuro cercano sendas ofensivas comerciales buscando pescar en río revuelto durante la fusión de Orange y MásMóvil.

"TODO GIRA EN TORNO A LA COMPETENCIA"

De su lado, Morgan Stanley también ha recogido en un informe el proceso de consolidación que experimenta el sector de las telecomunicaciones, el cual está evidenciando una serie de problemas para el sector. A saber: el exceso de competencia, las elevadas inversiones que deben afrontar las compañías (gastos en licencias, regulación...), un despliegue 5G en Europa a la zaga frente a EEUU o Asia o un menor nivel de empleo.

No obstante, la firma estadounidense cree que todas estas debilidades no influirán en las decisiones antimonopolio. "Todo gira en torno a la competencia y de su defensa", subraya.

Asimismo, el banco de inversión neoyorquino ve motivos a favor y en contra de la fusión. Por ejemplo, el gran número y diversidad del mercado español, que cuenta con tres operadores tradicionales (Telefónica, Vodafone y Orange) y varios competidores "más orientados a la venta al por menor" (MásMóvil, Digi y Avatel), así como otros nuevos (Ademo y Finetwork). Además, estos expertos consideran MásMóvil y Orange España se complementan bien, con un "solapamiento de infraestructuras limitado".

Con todo, la firma neoyorquina también ve problemas para la fusión por el lado de la competencia. Estos estrategas recuerdan que la Comisión Europea ya rechazó en 2016 las fusiones de Telia y Telenor en Dinamarca, además de las ya mencionadas objeciones contra la fusión de O2 y Three en Reino Unido. Además, el papel de líder de precios de MásMóvil en el período 2015-2020 tampoco juega a favor de la operación, como tampoco lo hace la escalada de precios de los servicios móviles en España o el historial de MásMóvil, que se benefició de varias medidas antimonopolio tras la fusión de Orange y Jazztel en 2015.

Sea como fuere, lo cierto es que en los 'remedies' está el quid de la cuestión. Pasado el plazo inicial del 4 de septiembre en el que la Comisión debía dar su veredicto, solo queda esperar "a que el reloj vuelva a ponerse en marcha", como señaló la portavoz comunitaria de Competencia, Arianna Podesta. De la resolución tomada por Bruselas depende no solo el futuro de un gigante de más de 18.000 millones de euros de valoración, sino el rumbo que pueda tomar todo el sector en el país.

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