El sector financiero que huye de Cataluña da 70.000 empleos en la región

Las gestoras y brókeres también desfilan y cambian de sede después de la gran banca

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Bolsamania | 11 oct, 2017

Cataluña se queda sin sedes del sector financiero. La mayor parte de bancos, brókeres y gestoras han anunciado en los últimos días su cambio de domicilio social ante la “inseguridad jurídica”. Por ahora, ninguna entidad ha acompañado la decisión con un traslado sus trabajadores, lo que sería dramático para la región: la industria es responsable de 69.800 empleos.

Así lo reflejan las estadísticas de contabilidad nacional del segundo trimestre -últimas disponibles-. El sector de actividades financieras y seguros tiene en Cataluña el segundo punto con más puestos de trabajo, después de la Comunidad de Madrid, que como principal centro financiero del país cuenta con 144.800 ocupados.

De esta forma, Madrid copa el 33% del empleo de bancos, aseguradoras, brókeres, gestoras de fondos y otras firmas de inversión o servicios financieros en España, donde alcanzan un total de 443.100 puestos de trabajo. Mientras que Cataluña acapara el 16% de la ocupación del sector financiero en España. Esto muestra la importancia que tiene la región para estas entidades. De hecho, muchas entidades tenían hasta la semana pasada su sede social en Cataluña, especialmente en Barcelona.

Pero estas mismas firmas han desfilado durante los últimos días con anuncios que coinciden en destacar la importancia de la “seguridad jurídica” y, con ello, decidir mudarse. Banco Sabadell inició el éxodo el jueves, al anunciar su cambio de sede a Alicante, mientras que Caixabank el viernes decidió optar por Valencia. Tras la gran banca catalana, el flujo ha sido constante: la aseguradora Catalana Occidente, el banco de arquitectos Arquia Banca, la filial del banco italiano Mediolanum, la firma Bank Degroof Petercam Spain, la gestora y bróker GVC Beka Gaesco o las gestoras de fondos Trea Asset Management y EDM. También Merchbanc, según ha podido saber ‘Bolsamanía’, ha decidido mover su sede social a Madrid, mientras que Gesiuris lo decidió este martes por la tarde en consejo de administración, poco antes de la comparecencia de Carles Puigdemont.

“Esta decisión se produce con el objetivo de salvaguardar la seguridad jurídica y proteger por encima de todos los intereses de los clientes”, dice el comunicado de EDM, que recoge un mensaje que es constante para todas las firmas. Caixabank puso el acento además en garantizar “la permanencia de la entidad en la Zona Euro bajo la supervisión del Banco Central Europeo (BCE)”, mientras que Trea AM señala la importancia de estar bajo el paraguas de la CNMV.

La decisión se produce con el objetivo de salvaguardar la seguridad jurídica y proteger por encima de todos los intereses de los clientes

Por ahora, ninguna entidad financiera ha dado un paso más allá de trasladar su sede social -o fiscal-. Esto tiene sólo consecuencias en impuestos menores como actividades económicas o transmisiones patrimoniales. El impuesto de Sociedades es nacional, mientras que el IRPF y el IVA están cedidos parcialmente a las comunidades autónomas -50% en ambos casos- pero para el cálculo de financiación autonómica se utiliza el domicilio del trabajador y dónde se realizan las compras.

DESTRUCCIÓN DE EMPLEOS DESDE 2008

Así, el mero cambio de la sede social supone una protección ante cualquier eventualidad sobre el futuro de Cataluña y un mensaje de tranquilidad a los clientes. Pero el impacto en la economía regional es muy limitado si no va acompañado de un traslado de los trabajadores. Esto no parece estar sobre la mesa todavía, aunque la región sabe mejor que nadie lo que es la destrucción de empleos en el sector financiero.

En concreto, esta industria ha destruido 80.300 empleos entre 2008 y 2016 en España. Un 15% del total que tenía en el inicio de crisis. De todos estos puestos de trabajo borrados de la economía, uno de cada cuatro se perdieron en Cataluña. Esto es, el sector financiero ha pasado de contar con 89.700 trabajadores hasta los 69.800 del segundo trimestre de 2017 en la región. Un descenso de 19.900 ocupados que supera a los 15.800 puestos perdidos en Madrid y al resto de regiones.

La evolución del empleo es paralela al cierre de oficinas de la banca en Cataluña, que es más intenso que en el resto de España. De hecho, según las cifras del Banco de España se han reducido en un 50% desde las 8.205 sucursales de 2008 hasta las 4.152 del primer trimestre, según las últimas estadísticas disponibles. En el conjunto del país, el descenso ha sido del 28% hasta las 28.404 oficinas.

El sector estaba más sobredimensionado en Cataluña que en el resto de España cuando empezó la crisis financiera y pinchó la burbuja inmobiliaria, mientras que ahora ocurre lo contrario. Hace nueve años, la ratio de oficinas por cada 1.000 habitantes era de 1,11 en Cataluña y de 1 en el conjunto de España, mientras que este año este indicador ha descendido hasta 0,56 y 0,61 respectivamente.

La destrucción de empleo y cierre de oficinas se ha producido por el profundo proceso de concentración del sector. Por ejemplo el año pasado, BBVA acordó un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en Caixa Catalunya tras su integración. Esta decisión se saldó con la salida de 1.700 empleados y el cierre de 400 sucursales. El banco presidido por Francisco González cuenta con una red de 930 sucursales en Cataluña, el 11% del total que tiene a escala global. Mientras que la exposición del Sabadell es del 25% de sus oficinas con 638 y la de Caixabank del 24% con 1.315 sucursales en la comunidad.

La mudanza no cambia nada para estos bancos. Aunque lo que sí puede afectar a su negocio es la salida de clientes, en unos días en los que se están viendo colas para abrir cuentas bancarias en Fraga (Aragón, pero en el límite fronterizo con Cataluña). Mientras, a las puertas del referéndum ilegal del 1 de octubre, pero ya en un mes de septiembre en el que hubo una importante escalada de tensión, las gestoras de fondos catalanas han tenido peor comportamiento comercial. La firma con más activos en fondos de inversión es Caixabank, con 44.746 millones de euros, que registró salidas netas el mes pasado por valor de 262 millones, según datos de Inverco. No obstante, desde el banco aseguran que ha sido un trasvase hacia otros productos como planes de pensiones o seguros y que en el mes ha captado 650 millones netos en recursos de clientes fuera de balance.

Por su parte, la gestora de Sabadell captó 7 millones de euros, la cifra más baja en venta de fondos del año. EDM registró reembolsos netos de 12 millones de euros, mientras que en Gesiuris salió casi un millón de euros, cifra similar a la de Degroof Petercam. Al contrario, Trea tuvo un desempeño positivo, con entradas de 49 millones de euros, Mediolanum captó 12 millones y Gaesco 1,2 millones. Pero no será hasta los datos de octubre cuando se vea el impacto de la crisis catalana en los flujos de los clientes. Y, sobre todo, en las cuentas de resultados de los bancos del tercer y cuarto trimestre.

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